Entrevista | David Castelló Profesor del instituto Forat del Vent, en Cerdanyola

El instituto de Cerdanyola con la mejor nota de selectividad y una beca en Harvard: "Un buen centro nada tiene que ver con la élite social y económica"

El docente tiene entre sus alumnos a Eric Mateu, que ha sacado la mejor nota de las PAU en Catalunya, y Sara Padilla, que estudiará en Harvard con una beca

Un 9,9 y vocación científica: las vidas cruzadas de Eric y Pau, las dos notas más altas de la selectividad en Catalunya

David Castelló, en el laboratorio de biología del instuto Forat del Vent, en Cerdanyola del Vallès

David Castelló, en el laboratorio de biología del instuto Forat del Vent, en Cerdanyola del Vallès / Jordi Otix

Olga Pereda

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A sus 59 años, el profesor David Castelló no lleva la cuenta de los muchísimos años que lleva impartiendo clase en el instituto público Forat del Vent, en Cerdanyola del Vallès. Cuando entró, le dijeron: “Uy, has ido a caer al agujero (traducción literal del nombre del centro)”. Profesor de Filosofía y Teoría del Conocimiento, Castelló bromea: “Igual ha mejorado el entorno socioeconómico de mi localidad, no lo sé. Pero lo que ha mejorado, seguro, es mi instituto”. El orgullo no es para menos. Castelló ejerce de tutor en una clase en la que está Eric Mateu, que ha sacado la mejor nota de la selectividad en Catalunya (9,9), y Sara Padilla Amenkar, becada para estudiar en Harvard, la universidad más prestigiosa del mundo. Estos dos alumnos no son una excepción. El centro, dirigido por Jordi Fernández, tiene una cantera de alumnos brillantes.

¿Qué tiene usted, como tutor, para que haya estudiantes tan excelentes en clase?

Yo nada. Esto es un trabajo conjunto, no se puede atribuir a una sola persona. Como tutor intento acompañarles y estar a su disposición por si necesitan ayuda o tienen algún problema.

"Algunos de estos chicos arrastran un pasado complejo y cuando se encuentran en un entorno propicio sacan a relucir sus capacidades"

¿Qué tiene su instituto, entonces?

Es un instituto público de una localidad pequeña de Barcelona, pero presenta cierta singularidad. Hace cuatro años pusimos en marcha un proyecto educativo, el bachillerato internacional, que suele ser un invento para la privada. Nosotros vimos que el claustro estaba preparado y maduro y lo pusimos en marcha. Cada año nos vienen chicos y chicas y pasan un proceso de selección. Están muy bien preparados. Por eso decía que es un trabajo en conjunto, no solo tutorial. La junta directiva potencia mucho las actividades docentes, estamos arropados. Me gustaría mencionar a Mavi Climent, coordinadora del bachillerato internacional.

¿Qué es un buen colegio o un buen instituto?

Es una pregunta compleja, lo que tengo claro es que no estamos hablando de una élite social y económica. Al contrario. Un buen centro es el que tiene una élite como personas capaces de desarrollar su espíritu y su capacidad. Una característica de estos chicos, en general, es que tienen una relación excelente entre ellos y ellas. Son buenas personas y están dedicadas al saber en el sentido más clásico del término.

"Creo que solo se atiende a la diversidad por abajo, algo necesario, pero también se debería tener en cuenta que hay un porcentaje de chavales con necesidades especiales por arriba"

Eric sufrió 'bullying' en otro centro en el que estudió.

Sí. Algunos de estos chicos arrastran un pasado complejo. Cuando se encuentran en un entorno propicio sacan a relucir sus capacidades.

Solo el 6% de alumnos están en los niveles de la excelencia académica de la escala de PISA. Y un 27%, en la insuficiencia. Eric y Sara están en ese 6%. ¿Cómo se puede aumentar ese porcentaje?

Creo que solo se atiende a la diversidad por abajo, algo que es necesario. Pero las administraciones deberían tener en cuenta que también hay un porcentaje de chicos y chicas con necesidades especiales por arriba. Muchos acaban desmotivados. Cuando procuramos un entorno académico estable y con un currículo determinado, se valora su esfuerzo y su trabajo, que está denostado, se encuentran en su sitio. Quiero matizar que en la clase de estos dos chicos no son los únicos que están en la franja del 6%. Puede haber quizá seis o siete que han sacado magníficas notas.

¿La excelencia académica no tiene nada que ver con la cuenta corriente de tus padres?

En el caso nuestro, no. Te lo garantizo. No he revisado sus declaraciones de renta, pero hablamos de gente muy normal. No hay una relación necesaria entre una cosa y la otra. No soy profe de la privada, pero algunas familias pagan mucho dinero.

·Estos chicos y chicas son listos, pero también muy currantes: sobre todo, destacaría su increíble interés por saber y conocer cosas"

Unos 1.000 euros al mes.

Eso he oído. Los nuestros, en total, pagan 80 euros más o menos, que es lo que cuesta la gestión del bachillerato internacional.

¿Qué tienen Eric y Sara? ¿Un cerebro portentoso, una enorme cultura, estimulación en casa…?

Son listos, sí. Pero también muy currantes. Estudian mucho, tienen vocación de trabajar. Una mezcla de todo. Sobre todo, destacaría el increíble interés por saber y conocer cosas.

Las noticias de prensa sobre la juventud no son especialmente luminosas.

Es una reflexión que hago a menudo. Nuestros chicos y chicas son la demostración de que tenemos esperanza, hay que confiar en el futuro porque ellos conseguirán que el mundo sea mejor. Los docentes no podemos ser pesismistas. Sin negar la realidad de los problemas, eh. Pero es que si no, los chavales se vienen abajo.

"Cuando procuramos un entorno académico estable, se valora su esfuerzo y su trabajo, que está denostado, se encuentran en su sitio"

¿Qué podemos hacer las familias?

Facilitarles el entorno. En la estimulación intelectual o cultural, ver en casa lo que hay también es importante. La educación a través del entorno es fundamental, aunque la biología no se puede despreciar. Estos chicos, como otros, son muy versátiles. Les gusta la música y el arte.

Eric tiene un grupo de música. Y el chaval con mejor nota de la selectividad en Euskadi, Kimetz López de Etxezarreta, toca el violín de manera profesional.

Qué maravilla. Una cosa que no se está haciendo bien es cuidar las ratios. Si tienes 30 alumnos por clase es muy complicado, sobre todo en determinados entornos socioeconómicos. Pero, mira, otra de mis alumnas se va a ir a Holanda para estudiar Filosofía. Es terrible cuando se los llevan. Me alegro que vayan al extranjero, pero es una pérdida para el país.

Una duda. ¿Por qué se ha presentado Eric a la selectividad si haciendo el bachillerato internacional no es necesario porque tienen una propia?

Por dos motivos. Primero porque todavía no conoce las notas que ha sacado en el internacional, salen un poco más tarde. Y segundo, se presentan a las materias específicas para redondear la nota. Las críticas habituales a este bachillerato vienen de gente que cree que es un tipo de estudios para unos pocos. Nosotros, a diferencia de las privadas, no cobramos para enriquecernos sino solo para cubrir los gastos. Somos un instituto público y todo esto nos ha hecho situarnos muy bien a nivel de la comarca. Tenemos más trabajo y más horas lectivas, pero es un placer tener chicos así.

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