Catalunya suspende las matemáticas de la selectividad: menos horas y un temario complejo lastran el aprendizaje

Desde 2012 a 2018, el alumnado de todo el mundo experimentó una tendencia descendente en matemáticas, según constató la prueba internacional PISA, que reflejó que los estudiantes españoles de 15 años (4º de ESO) habían perdido 5 puntos. Lejos de amortiguarse o recuperarse, la caída continuó. En 2022, una vez atravesada la pandemia de coronavirus, España empeoró sus resultados en matemáticas y se volvieron a perder 8 puntos. Entre 2012 y 2022, según el informe PISA, el alumnado catalán ha perdido 24 puntos en matemáticas (más o menos un curso).

El pasado enero, el presidente del Gobierno anunció un plan de refuerzo en matemáticas -también en compresión lectora- para la escuela pública y concertada. El objetivo gubernamental es que la comprensión lectora empape toda la educación primaria y secundaria mientras que el apoyo extra a las matemáticas se centrará en los cursos que van desde 3º de primaria a 4º de ESO. Más allá del anuncio, habrá que ver cómo se implanta el plan, si es que se implanta (necesita partida económica).

¿Qué ha pasado para que los estudiantes catalanes suspendan las matemáticas? La pregunta es compleja y más todavía su respuesta, advierte el profesor de matemáticas de un centro catalán de alta complejidad. El docente explica algunos factores que, en su opinión, han contribuido a la mala nota: la reducción horaria de la asignatura en 1º de bachillerato (de cuatro a tres horas) y el hecho de que las pautas de la selectividad hayan llegado este año más tarde a los centros. "Nos las dieron una vez que estaba comenzado el curso. Es un error. Las pautas tienen que llegar en septiembre, y si hay cambios importantes, en 1º de bachillerato y no en 2º", advierte.

En todo caso, el profesor destaca que el problema con las matemáticas no es específico de bachillerato sino que se arrastra desde ESO. Incluso, desde primaria. "Se ha perdido la cultura del esfuerzo. No educamos a los estudiantes en el fracaso", advierte tras dejar claro que, en lo relativo a la repetición de curso, hemos pasado de un extremo a otro. "Hemos pasado de tener muchos chavales repetidores a ninguno. Si pasas de curso a un estudiante a pesar de tener asignaturas suspendidas, les dejas ver que no es importante trabajar, que se pasa de curso igual", destaca. Según la ley educativa actual, Lomloe, los alumnos pueden aprobar bachillerato con una asignatura suspendida (solo una). "¿Qué pasa si esa asignatura es matemáticas?", reflexiona el profesor.

La Real Sociedad Matemática Española (RSME) lleva años alertando del problema y poniendo encima de la mesa propuestas de mejora. En 2019, publicó el 'Libro blanco de las matemáticas', donde avisaba de los currículos "sobrecargados y repetitivos". De hecho, muchas familias contemplan con estupor cómo el currículo matemático de 2º de bachillerato es tan difícil y tan extenso que no da tiempo a estudiarlo bien en clase. Hasta los estudiantes con buenas notas en matemáticas durante toda su vida escolar tropiezan en este curso dada la complejidad que toma la asignatura y el poco tiempo para abarcar todo el temario. Es muy frecuente encontrar familias que recurren a profesoras y profesores privados para que sus hijos e hijas consigan aprobar.

A la hora de aprender matemáticas no basta con el cálculo, sino que hace falta desarrollar la capacidad de pensamiento abstracto. El documento de la RSME apuesta por fomentar en las aulas tres materias. La primera, el álgebra, disciplina que permite el paso de la numeración al pensamiento abstracto. La segunda, la geometría para potenciar la capacidad de razonamiento y la resolución de problemas. La tercera, la estadística y la probabilidad para ser capaces de analizar los datos e impulsar el pensamiento crítico.

'El Libro blanco de las matemáticas' recoge otras propuestas de mejora, como la bajada de ratios (algo que exige un cambio legislativo), los desdobles de aulas y los cambios en la formación matemática de los futuros profesores, otro hueso complicado. En un mundo laboral donde los matemáticos están muy demandados, ¿cómo hacer para que renuncien a una buena nómina y se dediquen profesionalmente a la enseñanza en un instituto donde no van a estar ni bien pagados ni reconocidos socialmente?

"Para saber matemáticas las tienes que entender y disfrutar desde muy pequeño", destaca Clara Grima, profesora de Matemática Aplicada en la Universidad de Sevilla. La divulgadora pide también a las familias que dejen de soltar inútiles mantras como "a mí no se me daban bien las matemáticas en el colegio y no me ha ido tan mal en la vida".