Economía y biodiversidad

Liberación masiva de tortugas en Tarragona: un proyecto recupera especies con la gestión forestal

El programa europeo Custforest promueve trabajar en las arboledas para fomentar la presencia de varios animales y a la vez sacar partido económico de la madera

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Guillem Costa

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El 4×4 de Joaquim Soler, director técnico del CRARC (Centre de Recuperació d'Amfibis i Rèptils de Catalunya) de Masquefa (Anoia), va cargado hasta arriba. Solo hay hueco para el conductor y el copiloto. El resto está repleto de cajas de plástico agujereadas llenas de tortugas mediterráneas. A pesar de que el coche está a rebosar, cuesta creer que ahí dentro se amontonan más de 800 ejemplares jóvenes y adultos de esta especie de reptil tan amenazada.

Después de conducir durante un buen rato por pistas tortuosas, Soler y el resto de la comitiva llegan a una ubicación cercana al río Gaià. Es una de las zonas escogidas por el proyecto europeo Custforest, apoyado por el Ministerio para la Transición Ecológica, para hacer gestión forestal enfocada a la mejora de los hábitats.

Voluntarios liberan ejemplares de tortuga mediterránea en la cuenca del río Gaià

Voluntarios liberan ejemplares de tortuga mediterránea en la cuenca del río Gaià / JOAN REVILLAS

"Se trata de demostrar que es posible trabajar en los bosques para preservar los espacios naturales y a la vez promover la bioeconomía", cuenta Mireia Banqué, investigadora del CREAF (Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales). ¿Y cómo logran actuar en parajes privados como este? "Llegamos a acuerdos de custodia con los propietarios, sean empresas o particulares, para que nos permitan gestionar parte de sus terrenos", detalla Hèctor Hernàndez, coordinador de la Associació Mediambiental La Sínia.

Demasiado pino

Así es como, desde 2021, han conseguido introducir ya unos 3.000 ejemplares de tortuga mediterránea (Testudo hermanni) en la cuenca del Gaià. Hoy, con los más de 800 individuos que han viajado en el todoterreno de Soler, el total se acerca a las 4.000 tortugas. El objetivo del proyecto consiste en retirar algunos pinos carrascos para abrir espacios que se han ido cerrando. "Las tortugas necesitan herbazales donde alimentarse y arbustos como el lentisco para camuflarse. Si los bosques jóvenes y densos dominan las hectáreas, su supervivencia se complica", cuenta Soler.

Más de una decena de voluntarios han acudido a la cita para colaborar en esta liberación masiva, similar a las que se realizan en el Montsant o en los Ports de Beseit. Entre todos, descargan las cajas y las van exponiendo sobre la pradera. "Este animal, que se extendía desde el Empordà hasta Murcia, desapareció prácticamente de toda la Península y solo quedaron ejemplares en L'Albera (Alt Empordà), Menorca y Mallorca", prosigue Soler, que va desgranando los secretos de las tortugas ante la mirada atenta de los asistentes.

"Si los bosques jóvenes y densos dominan las hectáreas, la supervivencia de las tortugas se complica"

— Joaquim Soler, CRARC

Les explica cómo diferenciar una tortuga criada en cautividad, "con los bultos del caparazón mucho más definidos por el exceso de alimentación", de un individuo que ha nacido en libertad, este último, "con una coraza mucho más lisa". También advierte de los peligros a los que se enfrentan estos reptiles: "Depredadores naturales como el zorro o el jabalí, que se comen a las más pequeñas; incendios forestales, de los que no pueden huir, y humanos que deciden capturarlas y llevárselas a su casa".

Tener tortugas mediterráneas en casa está prohibido desde los años ochenta, pero los agentes rurales siguen decomisando unas 3.000 cada año solo en Catalunya. Algunas de estas son las que se han liberado en la cuenca del Gaià. "Dejadlas bajo un arbusto o un árbol y, sobre todo, tened cuidado de no pisar a las más jóvenes", les recuerda Hernàndez a los colaboradores. En pocos minutos, los prados elegidos son conquistados por cientos de tortugas que tratarán de sobrevivir en este rincón secreto del Tarragonès.

Buitres y urogallos

A partir de ahora, las empresas obligadas a compensar sus emisiones y a contribuir en la mitigación de la emergencia climática, en vez de comprar créditos climáticos en la selva amazónica, lo podrán hacer por primera vez en Tarragona. La paradoja es que en este caso, además de apoyar un proyecto local, la fijación de carbono en los hábitats se alcanza a través de la gestión forestal y no replantando árboles a miles de kilómetros.

La retirada de algunos árboles también servirá para favorecer la presencia del águila perdicera (Aquila fasciata), una ave rapaz vulnerable que requiere lugares para cazar. No obstante, esta área es solo uno de los puntos cardinales del proyecto Custforest, en el que también colabora la Xarxa per la Conservació de la Natura (XCN).

Voluntarios liberan ejemplares de tortuga mediterránea en la cuenca del río Gaià

Voluntarios liberan ejemplares de tortuga mediterránea en la cuenca del río Gaià / JOAN REVILLAS

Se replicará algo similar en el Pallars Sobirà, donde las talas puntuales de árboles facilitarán el día a día del débil urogallo, a la vez que servirán para reforzar taludes en zonas cercanas. "Es un ejemplo de bioingeniería de proximidad", asegura Banqué. En el valle del río Muga, en cambio, la gestión forestal estará pensada para acelerar la madurez de los bosques y favorecer la llegada del buitre negro.

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