Formación

Antonio Mondaca: «Además de las habilidades técnicas, la FP Dual promueve el desarrollo de competencias transversales»

Hablamos con Antonio Mondaca, investigador del Centro de Conocimiento e Innovación de CaixaBank Dualiza

Antonio Mondaca, investigador del Centro de Conocimiento e Innovación de CaixaBank Dualiza.

Antonio Mondaca, investigador del Centro de Conocimiento e Innovación de CaixaBank Dualiza. / Maite Cruz

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-¿Considera que Catalunya tiene una buena posición para implementar la nueva FP Dual?

-Sí, Catalunya se encuentra en una muy buena posición para implementar la nueva FP Dual. El crecimiento que ha experimentado la matriculación de estudiantes entre el curso 2021-22 y 2022-2023 ha sido del 21%, cuatro puntos por encima de la media, que se sitúa en el 17%, según datos del Observatorio de la FP. Por otro lado, hay que recordar que el antiguo módulo de Formación en Centros de Trabajo (FCT) implicaba una estancia en las empresas de 400 horas aproximadamente para los estudiantes de Grado Medio, por lo que las empresas ya estarían bastante preparadas para abordar la nueva FP Dual, que eleva el número de horas en empresa a 500-700.

-¿Cómo debe transformarse la relación entre los centros educativos y las empresas para que la FP Dual sea un éxito?

-Debe ser una colaboración más estrecha y estructurada. Una de las claves es establecer canales de comunicación efectivos y diseñar programas formativos conjuntamente. Las empresas deben involucrarse en la definición de los resultados de aprendizaje, que no es otra cosa que aquellas competencias y habilidades que se enseñarán durante la estancia del alumnado. Además, deben conocer cuáles son los contenidos que se enseñan en los centros educativos. Un ejemplo de esta colaboración exitosa es el sector tecnológico, donde empresas punteras colaboran con centros educativos para ofrecer programas específicos que alinean la formación teórica con las necesidades prácticas del mercado.Otros ejemplos se producen en el ámbito sanitario o en la industria de la automoción.

-¿Qué ventajas ofrece la participación de las empresas en programas de Formación Profesional Dual?

-Una de las principales sería la adaptación del currículum a las necesidades empresariales: Las empresas pueden influir directamente en los resultados de aprendizaje, asegurando que los aprendices adquieran las habilidades y conocimientos específicos que necesitan. Esto se traduce en que, una vez alcanzada la titulación, se cuente con personal altamente capacitado y adaptado a las necesidades del mercado laboral específico de la empresa. 

Por otra parte, al formar a los estudiantes desde una etapa temprana, las empresas pueden identificar y retener talento, reduciendo significativamente los costos asociados al reclutamiento y la capacitación de nuevos empleados. 

Además, la incorporación de jóvenes con formación actualizada y nuevas ideas puede impulsar la innovación dentro de la empresa. Los aprendices aportan nuevas perspectivas y enfoques, lo que puede resultar en mejoras en procesos y productos. 

Y a todo ello hay que añadir que los estudiantes que participan en la FP Dual y luego son contratados por la empresa tienden a mostrar un mayor compromiso con la organización. Al haber sido formados dentro de la empresa, estos empleados comprenden mejor la cultura y los valores corporativos.

-¿Por qué cree que la formación profesional dual es más interesante para los estudiantes que la FP tradicional?

En primer lugar, la FP Dual permite a los estudiantes alternar entre el centro educativo y la empresa, proporcionando una experiencia práctica en un entorno laboral real desde el primer momento. Esto no solo les ayuda a consolidar sus conocimientos teóricos, sino que también les permite desarrollar habilidades prácticas que son altamente valoradas por las empresas. Además de las habilidades técnicas, la FP Dual promueve el desarrollo de competencias transversales como la comunicación, el trabajo en equipo y la resolución de problemas. 

Estas habilidades son esenciales en cualquier entorno laboral y aumentan significativamente la empleabilidad de los graduados. Por último, la tasa de inserción laboral del 70% para los graduados de FP Dual es un testimonio claro de la eficacia de este modelo.

-¿Qué interrogantes cree que aún despierta la aplicación de la nueva normativa?

-La nueva Ley de FP exige una colaboración efectiva entre los centros educativos y las empresas, con el objetivo de definir y evaluar los resultados de aprendizaje que los estudiantes deben alcanzar tanto en el ámbito académico como en el entorno laboral. Esta colaboración debe ser fluida y continua para asegurar que los contenidos formativos estén alineados con las necesidades del mercado laboral y que se alcancen los objetivos educativos previstos. 

Al margen de eso, la nueva normativa traerá nuevos retos como la gestión de todos los contratos de formación de los estudiantes y la tramitación de altas en la Seguridad Social, y obligará a aumentar la labor de prospección de los centros para conseguir más empresas con las que colaborar en el desarrollo de la formación dual. Esas empresas, por su parte, tendrán que desarrollar la figura del tutor de empresa, que tendrá que estar en contacto permanente con el centro educativo para poder mejorar al máximo el aprendizaje de sus estudiantes.

Y otro de los retos a superar será el asegurar que todos los estudiantes tengan acceso equitativo a oportunidades de FP Dual. Esa equidad es importante, para lo que hay que considerar estrategias que atiendan la diversidad y asegurar la accesibilidad de todos los estudiantes a las empresas.

-¿Qué importancia tiene la adecuación de la FP a las necesidades locales?

-Desde el Observatorio de la Formación Profesional de CaixaBank Dualiza lo consideramos esencial. La oferta formativa en cada territorio debe reflejar las demandas del mercado laboral local para garantizar que los estudiantes adquieran competencias relevantes que faciliten su inserción laboral. Por ejemplo, en Cataluña, además de la alta matriculación en Administración, gestión y Sanidad, también se observa una significativa participación en áreas como la Informática y las comunicaciones, la automoción y el sector químico, ámbitos que tienen un peso específico importante dentro de la economía catalana.