Intrusismo

El falso médico que ejerció en dos geriátricos se escuda en que sufría problemas psíquicos

El acusado falsificó documentos acreditativos porque, según él, "no podía controlarse" 

Sara, la impostora que hizo creer a familiares y pacientes que era una médica de urgencias

Archivo - Fachada del Palau de Justícia, sede del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) y de la Audiencia de Barcelona

Archivo - Fachada del Palau de Justícia, sede del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) y de la Audiencia de Barcelona / EUROPA PRESS - Archivo

EFE

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El falso médico que ejerció en al menos dos geriátricos de Barcelona entre marzo y abril de 2020, durante el confinamiento por la pandemia, ha asegurado en el juicio que ha comenzado este martes en Barcelona que lo hizo movido supuestamente por una serie de trastornos psíquicos.

En el juicio, que se celebra en la sección octava de la Audiencia de Barcelona, el acusado, que ha contestado solo al ministerio público ya su defensa, ha reconocido que ejerció como facultativo y falsificó documentos acreditativos porque "no podía controlarse", después de afirmar que sufre problemas mentales.

La fiscalía pide siete años y medio de cárcel para el procesado, que ejerció en el 2020 en dos residencias de Barcelona, donde atendió a los ancianos y firmó al menos ocho certificados de defunción, por los delitos de estafa, intrusismo profesional y falsedad en documento público oficial.

Título falsificado

De acuerdo con la acusación pública, el falso médico firmó un contrato con Sanitas Mayores SL después de haber entregado un título universitario falsificado, un carnet del Colegio de Médicos de Barcelona con el número de un facultativo jubilado y una fotocopia del DNI con fecha de nacimiento alterada.

El acusado empezó a ejercer como médico internista en dos centros de mayores dependientes de la empresa, entre el 16 de marzo y el 9 de abril, donde visitó y valoró pacientes, pautó medicación bajo prescripción facultativa y incluso firmó al menos ocho certificados de defunción, según el ministerio público.

El juicio estaba previsto que se celebrase inicialmente el pasado febrero, aunque finalmente se suspendió y volvió a señalarse para este martes, donde ha quedado visto para sentencia.

El procesado reconoció que llevó a cabo tanto las falsificaciones como el hecho de que ejerció como médico pese a no tener la correspondiente titulación, aunque se escudó que lo hacía movido por su deteriorado estado de salud, y enumeró diferentes trastornos que supuestamente sufre.

"No podía controlarme"

"En ese momento no podía controlarme", ha manifestado el acusado, quien también ha añadido que, a diferencia de cuándo sucedieron los hechos, ahora es consciente de que no es médico y que no puede ejercer como tal.

Además, ha hecho uso del último turno de palabra únicamente para "pedir disculpas" por sus actos.

Por su parte, agentes de los Mossos d'Esquadra explicaron que encontraron numerosa documentación y bolsas con medicinas en el registro de su domicilio, que correspondían a pacientes suyos. Además, explicaron que se habían expedido recetas médicas con el número de colegiado que utilizó el acusado en otros puntos de España, como en Madrid.

La defensa del acusado solicitó que, de ser condenado, se le aplique una eximente, completa o incompleta, por alteración psíquica.