Bioversidad

La UE supera el bloqueo y aprueba 'in extremis' la ley de restauración de la naturaleza

Austria cambia de posición a última hora y rompe la minoría de bloqueo para permitir aprobar la normativa destinada a reparar los ecosistemas degradados

La ley de restauración de la naturaleza se atasca a última hora entre los gobiernos europeos

El poder del triple impacto: economía, sociedad y medioambiente

El poder del triple impacto: economía, sociedad y medioambiente

Silvia Martinez

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La ley de restauración de la naturaleza –el primer reglamento europeo destinado a recuperar los ecosistemas degradados o destruidos y uno de los dosieres más polémicos de este final de legislatura por la dura oposición de la derecha europea– ha logrado 'in extremis' este lunes su aprobación definitiva en el Consejo. El viraje de Hungría impidió a los Veintisiete cerrar un acuerdo en marzo, pero el cambio de posición de última hora de Austria ha permitido desencallar y aprobar la regulación, llamada a reparar al menos el 20% de los ecosistemas terrestres y marinos degradados de la UE en 2030 y todos ellos para 2050.

“La restauración de la naturaleza es más que la naturaleza. Hay un momento para el cambio y este momento es ahora”, ha anunciado la ministra de Medio Ambiente y Clima de Austria, Leonore Gewessler, poco antes de la aprobación de la norma, que ha salido adelante con el voto en contra de Italia, Suecia, Países Bajos, Hungría, Polonia, Finlandia y la abstención de Bélgica. Para alcanzar la mayoría cualificada requerida era necesario que la norma lograra el apoyo del 55% de los países que sumaran al menos el 65% de la población de la UE. Finalmente, el texto ha logrado el apoyo de 20 Estados miembros con el 66,07% de la población.

Acuerdo político en presidencia española

Todo parecía encarrilado el año pasado para lograrlo. Los negociadores del Consejo –bajo presidencia española de la UE– y del Parlamento Europeo lograron un acuerdo político provisional a principios de noviembre que unas semanas después era avalado por los embajadores permanentes aunque con la oposición de cinco países (Italia, Países bajos, Polonia, Finlandia y Suecia) y la abstención de otros dos (Bélgica y Austria). Además, a finales de febrero y, pese a la campaña en contra del Partido Popular Europeo y la extrema derecha justificando su rechazo en el impacto negativo que tendrá la norma sobre los agricultores, la ley lograba superar con éxito la votación en el pleno del Parlamento Europeo con 329 votos a favor, 275 en contra y 24 abstenciones.

La última etapa, unos días después, debía ser la aprobación del texto final por parte de los ministros de Medio Ambiente de la UE. Sin embargo, el cambio de posición de última hora de Hungría, sumando sus votos a los otros siete Estados miembros que no podían dar su aprobación, hizo que la balanza se decantara del lado del bloqueo. Dos meses después, a mediados de mayo, 11 países, incluida España, lanzaron un última ofensiva para desbloquear la negociación de este elemento clave del Pacto verde europeo. “Les invitamos a que se unan para que aprobemos la Ley de Restauración de la Naturaleza en la reunión del 17 de junio del próximo Consejo de Medio Ambiente”, decía la misiva.

Previsible impugnación en Austria

Hasta este pasado viernes, las posiciones no se habían movido. “Todavía no tenemos una mayoría cualificada”, admitían fuentes de la presidencia de la UE, que lidera Bélgica hasta finales de junio y a quien relevará Hungría. Este domingo, in extremis, la ministra de Medio Ambiente de Austria, que gobierna en coalición con los conservadores del PPE, anunciaba el cambio de postura anticipando un voto positivo que ha confirmado este lunes y que ha desatado un terremoto político interno en Austria. Hasta el punto de que el PP austriaco ha anunciado una denuncia final contra Gewessler por "abuso de poder" y actuar en contra de la Constitución.

¿Podría estar en peligro la norma si el PP austriaco la impugna ante los tribunales? "Como presidencia, nos basamos en las votaciones en el Consejo. La ministra representa a su país y el voto que emite es jurídicamente vinculante. El servicio jurídico del Consejo también lo ha confirmado", han aclarado fuentes de la presidencia de la UE. Pese a la nueva batalla política en ciernes, el comisario de Medio Ambiente, Virginijus Sinkevicius, ha reiterado que "el acuerdo es equilibrado" y que "es una herramienta clave para el futuro de nuestras sociedades. No podemos ir a la COP16 con las manos vacías”, ha avisado sobre la próxima reunión intergubernamental, insistiendo en que el alcance de la crisis medio ambiental "es grave" y que no se puede perder más tiempo.

Costes y detractores

En la misma línea, la vicepresidenta y ministra de transición ecológica, Teresa Ribera, ha reivindicado el acuerdo político logrado bajo presidencia española de la UE y ha defendido la aprobación del pacto por "responsabilidad" y la necesidad de "no dar marcha atrás" en un plan que ya incorpora la flexibilidad reclamada por gobiernos y el Parlamento Europeo. Se han alineado el grueso de los Estados miembros. "Es el primer Consejo después de las elecciones. Europa se ha visto atacada y se han puesto en duda valores europeos. Tenemos la responsabilidad de volver a crear confianza", ha defendido la ministra alemana Steffi Lemke.

La mayoría de los países que se han opuesto, desde Polonia hasta Finlandia o Italia, ha justificado su voto en contra en el impacto de los costes que tendrá la medida. "No podemos aceptar qu se incrementen las cargas administrativas para el sector agrícola, cuyo sufrimiento no podemos ignorar. Entendemos que es necesario hacer una reflexión adicional", ha dicho la viceministra italiana, Vannia Gava. "La negociación ha llevado el texto en la dirección correcta y muchas inquitudes se han tomado en cuenta pero Finlandia sigue teniendo dudas sobre los costes desproporcionados", ha añadido su ministro Kai Mykannen.