PLAN DE VERANO

Sanidad pone el foco en los más frágiles por la olas de calor: los mayores de 74 años concentran el 90% de las muertes

Sanidad activa una campaña para prevenir el impacto de las altas temperaturas en la salud: "No podemos ignorar el cambio climático", ha señalado la ministra 

Una mujer se protege del sol con un abanico.

Una mujer se protege del sol con un abanico. / FE

Nieves Salinas

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La ministra de SanidadMónica García, ha presentado este lunes la campaña 'Efectos en la salud de las altas temperaturas' ante la previsión de otro verano de récord. Pese a que, por el momento, el calor no ha azotado con especial crudeza a gran parte de España, el escenario es que nuestro país vuelva a abrasarse con temperaturas extremas, como viene sucediendo los últimos años. "El cambio climático es una de las mayores amenazas de salud y no es una amenaza abstracta. Está aquí y afectando a nuestras vidas a día de hoy. El negacionismo climático es perjudicial para la salud", ha dicho la ministra.

Mónica García ha recordado: cada año, el calor extremo "mata a miles de personas y enferma a muchas más, por eso no podemos permitirnos el lujo de ignorarlo". El Plan de actuaciones preventivas contra los efectos del exceso de temperaturas sobre la salud de Sanidad (Plan Calor) tiene como objetivo conocer anticipadamente situaciones de riesgo asociadas a la exposición a temperaturas excesivas.

El año pasado hubo 3.009 defunciones atribuibles al exceso de calor en España

Según las estimaciones del Sistema de Monitorización de la Mortalidad Diaria MoMo (MoMo) -un sistema de vigilancia de la mortalidad por todas las causas, y asociada a excesos de temperatura, que se han implementado en la Unidad de Vigilancia de la Mortalidad diaria del Centro Nacional de Epidemiología (CNE) del Instituto de Salud Carlos III, con los que se contribuye al Plan Calor- el año pasado hubo 3.009 defunciones atribuibles al exceso de calor.

Los mayores de 74 años concentran el 90% de esas defunciones, explicó la ministra, lo que demanda "una mayor protección a la población más vulnerable". El verano pasado fue el más caluroso de los registrados en el planeta y, España, en agosto, estuvo bajo continuos avisos de olas de calor. Desde Copernicus -el programa de la Unión Europea de observación y monitorización de la Tierra- ya han advertido de que existe una alta probabilidad, por encima del 70%, de que este verano sea más cálido de lo normal.

"Cultura del calor"

"Negar la realidad del cambio climático es poner en riesgo la salud de la población", ha incidido la ministra que aludió al "intenso" trabajo del Observatorio de Salud y Cambio Climático (OSCC) que en febrero presentaron la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, la ministra de Sanidad, Mónica García, y la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant.

La ministra ha estado acompañada en su comparecencia de Héctor Tejero, responsable de Salud y Cambio Climático en su gabinete y Antonio Cabrera Majada, especialista en Medicina de Familia y Comunitaria. Ambos explicaron la importancia de "una cultura del calor" y la necesidad de tomar medidas para protegerse ante temperaturas extremas: hidratación adecuada, evitar la exposición al sol en horas más intensas, buscar refugio en lugares frescos...

Entre 2030 y 2050 se estima que habrá en el mundo 250.000 muertes anuales por las consecuencias del cambio climático

Cabrera habló también de la realidad del cambio climático. Entre 2030 y 2050 se estima que habrá en el mundo 250.000 muertes anuales por sus consecuencias. Incidió en los grupos de riesgo: mayores y bebés, de quienes hay que estar más pendientes. Además, advirtió del agravamiento de enfermedades crónicas, como las cardiovasculares, renales o patologías psiquiátricas que empeoren y situaciones agudas provocadas por temperaturas extremas.

Mapa de calor

El Ministerio de Sanidad mantiene activo desde el pasado 16 de mayo su plan preventivo frente a las altas temperaturas, que establece los umbrales de riesgo para que cada territorio, en función de diversos factores como su clima o la demografía, declare alertas por calor. Este lunes, se ha activado un mapa más preciso, dividido en más de 180 zonas geográficas, cada una de las cuales lleva asociado un umbral de temperatura máximo a partir del cual se dispara la mortalidad.

El nuevo mapa mantiene las 52 unidades de referencia provinciales que tenían los anteriores, uno por cada capital de provincia más las ciudades autónomas, pero este año añade como novedad más de un centenar de zonas de meteosalud, áreas de territorio que mantienen un comportamiento de temperatura homogéneo y de las que puede haber varias en una sola provincia. El plan estará vigente -como mínimo- hasta el 30 de septiembre.

Desde el pasado 16 de mayo están activas las alertas a nivel provincial, porque la Comisión Interministerial para la aplicación efectiva del Plan Nacional ha aplazado a este lunes la puesta en marcha de las nuevas áreas de meteosalud. Para cada una de estas áreas, y con la información que proporciona diariamente la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), el plan asigna un umbral máximo de temperatura a partir del cual se disparan los efectos nocivos y que no son los mismos en todas partes.

Por comunidades

El documento reserva los topes más altos a las capitales andaluzas (que van de los 35,5 grados de Almería y los 37,2 de Málaga a los 40,5 de Sevilla y a los 41,4 en Córdoba, el más alto de toda España), extremeñas (37,2 en Cáceres y 40 en Badajoz) y la murciana (38,8).

En Castilla-La Mancha, se mueven entre los 36 de Cuenca, los 37,9 de Toledo y los 38,1 de Ciudad Real; en Aragón, el umbral máximo lo tiene Zaragoza (38) frente a los 36,7 de Teruel y los 34,5 de Huesca y en Cataluña, Lleida tiene el mayor valor (37,9) y Barcelona el más bajo (31).

Con el mapa de Sanidad actualizado, Madrid tiene asignados 35,6 grados; La Rioja 34,5 o Navarra, 34,4

Madrid tiene asignados 35,6 grados; La Rioja 34,5 y Navarra, 34,4. En Galicia se da la mayor variabilidad, con 27,5 en A Coruña, pero 37,4 en Ourense; en Castilla y León, el umbral de riesgo es de 36,1 grados en Zamora, 36,9 en Valladolid y 35,3 en Salamanca, que desciende a valores que rondan los 33 en el resto.

Riesgo de mortalidad

Los mismos 33 grados o poco más están fijados para Araba y Bizkaia, Las Palmas, Baleares, Ceuta y Melilla, y unas décimas menos en Alicante (31,8) y Castellón (32,8). Los valores más bajos los tienen Cantabria (26,6) y Asturias (26,4). Por cada grado que la temperatura supera esos umbrales, el riesgo de mortalidad crece entre un 9,1 % y un 10,7 %, es decir, por cada día que hay un episodio de calor extremo, la mortalidad se incrementa, de media, en 3 defunciones al día.

Dependiendo del número de días en los que se superan esos umbrales, el plan determina cuatro niveles de riesgo, cada uno de los cuales conlleva una serie de medidas para coordinar a todos los agentes implicados, desde los distintos ministerios y responsables autonómicos a profesionales sanitarios y servicios sociales.