La Mesa del Tercer Sector quiere crear un frente común para "desarticular" los discursos de odio y el auge de la extrema derecha

La Mesa de Entidades del Tercer Sector ha reivindicado el "potencial" de las entidades sociales y oenegés y ha apostado por crear un frente común para "desarticular" los discursos de odio y el auge de la extrema derecha. Lo ha dicho la presidenta de la organización, Francina Alsina, en la presentación del nuevo dossier 'Catalunya Social'. El documento ha analizado los argumentos que fundamentan estos mensajes y los ha clasificado en antifeministas y anti-LGTBIQ+, racistas e islamofóbicos, y nativistas. Concluye que estos discursos se construyen a partir de "problemas estructurales" muy arraigados en la sociedad y alerta de que estos mensajes están "calando" en jóvenes con poco espíritu crítico y personas vulnerables que culpan de sus carencias a otros ciudadanos más necesitados.

En la presentación del informe, la Mesa de Entidades del Tercer Sector ha alertado de que los resultados de las últimas elecciones europeas han evidenciado que la "marea" de la extrema derecha es "creciente y continua" y que la presencia institucional de las formaciones políticas que defienden los discursos de odio se está “normalizando”.

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La presidenta del ente, Francina Alsina, ha expresado su preocupación y ha hecho un llamamiento para que todas las entidades sociales trabajen juntas para combatir este tipo de mensajes. "Ahora hemos detectado la raíz del problema y los motivos por los que estos discursos triunfan", ha afirmado. Así, ha asegurado que es necesario rebatir cualquier idea o contenido que atente contra los derechos humanos y ha apostado por establecer alianzas entre varios actores, crear contra-narrativas, informar y formar a la ciudadanía e incidir en la identificación de las principales problemáticas sociales.

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Alsina ha advertido de que este tipo de "discursos simplistas" están "calando" en personas vulnerables. "Cada vez nos lo encontramos más porque las ayudas no llegan a todo el que lo necesita" ha comentado antes de explicar que estos individuos tienden a culpabilizar de sus carencias a otras más necesitados: "Escuchamos muchas veces decir que todo se da a la gente de fuera, lo que corresponde a un discurso común de la extrema derecha", ha lamentado.

Discurso basado en problemas estructurales

Con el título 'Fragmentadas: un análisis de los discursos de odio, el auge de la extrema derecha y su impacto social', el dossier pone de relieve que para entender los discursos de odio es crucial vincularlos con las estructuras de poder existentes, como el colonialismo, el patriarcado o el nativismo. "La historia colonial ha dejado profundos rastros en la forma en que se configuran nuestras sociedades", ha remarcado Helios F. Garcés, coautor del trabajo e investigador.

"Los discursos de odio encuentran un terreno fértil en estos problemas políticos que se solidifican y pasan a ser sociales"

Helios F. Garcés

— Coautor del estudio

En este sentido, ha destacado la capacidad de la extrema derecha para "movilizar" a la ciudadanía y "utilizar problemas que ya existen y que son estructurales o institucionales para forzar un giro más hacia la derecha". Se ha referido a cuestiones como la segregación escolar, el patriarcado, los ataques homófobos, los CIES o la ley de extranjería. "Los discursos de odio encuentran un terreno fértil en estos problemas políticos que se solidifican y pasan a ser sociales", ha apuntado Garcés que ha advertido de que "cuando esto ocurre la batalla se vuelve mucho más dura porque pasa a ser cultural".

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El investigador ha explicado que el trabajo ha profundizado en los argumentos antifeministas y anti-LGTBIQ+, los racistas e islamofóbicos, y los nativistas. Ha dicho que estos discursos buscan frenar los avances sociales conseguidos y presentan "la familia tradicional occidental como un reducto que resiste ante una conspiración financiada por unas élites". Asimismo, ha recordado que el racismo y la islamofobia son "elementos centrales" en la agenda de la extrema derecha tradicional y ha explicado que el nativismo ligado al racismo "se presenta como un discurso por el que hay que preservar una supuesta esencia cultural asociada a las naciones occidentales y que justifica la defensa de una identidad nacional frente a la amenaza de la inmigración”. Desde su punto de vista, es en este ámbito donde la ley de extranjería o el actual régimen de fronteras se convierten en “perfectos aliados de esa propaganda”.

Cifras de denuncias

La Mesa de Entidades del Tercer Sector ha aprovechado para exponer algunos "datos alarmantes" de denuncias recibidas por la Oficina de Trato y No-discriminación del Departament d'Igualtat i Feminismes entre los años 2022-2024. En concreto, un 35% estaban relacionadas con casos de racismo o xenofobia, un 18% tenían que ver con problemáticas de género y sexo, un 15% estaban relacionadas con discriminaciones contra la comunidad LGTBIQ+ y un 18% estaban vinculadas al capacitismo.

Por su parte, la antropóloga, historiadora y coautora del documento, Salma Amazian, ha señalado que este tipo de mensajes simplifican cuestiones complejas como la permanente crisis económica del sistema capitalista, la incertidumbre psicosocial o la fragilidad vital. "Se ha creado un sentimiento de pérdida, ya sea de derechos, cultura, familia o valores tradicionales, asociados a la atención a las personas migradas o la diversidad cultural", ha relatado la autora que ha añadido que este auge del nativismo está teniendo un impacto negativo sobre los derechos sociales y fomentando las narrativas de exclusión.

Además, ha avisado de que la población joven "tiende a abrazar" estos mensajes porque las formaciones que los difunden utilizan las redes sociales como altavoz principal. "Nos hemos llegado a encontrar con profesores universitarios que nos explican que los alumnos creen que todo lo pueden encontrar en Internet y que lo saben todo", ha comentado Amazian que ha considerado que esto es "problemático" porque puede dar pie a una generación " sin espíritu crítico”.