Violencia machista en Catalunya

Crecen las jóvenes migrantes que se atreven a denunciar a sus familias por matrimonios forzados

Los Mossos atribuyen este aumento a que son adolescentes criadas ya en Catalunya y conscientes de que este tipo de enlace es delito

Aumentan un 20% las víctimas de matrimonios forzados en Catalunya: siete de ellas son menores

Agentes de Mossos atendiendo a una víctima

Agentes de Mossos atendiendo a una víctima / Mossos

Germán González

Germán González

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Según el último informe de Unicef del año pasado, más de 650 millones de mujeres en todo el mundo se casaron cuando eran niñas. Cada año, al menos 12 millones de niñas se casan antes de cumplir los 18, lo que supone un total de 28 niñas cada minuto. Pese a que en los países en desarrollo y afectados por conflictos el 40% de las niñas se casan antes de los 18 y el 12% lo hacen antes de los 15, esta práctica también se puede encontrar en Catalunya, donde el matrimonio forzado es un delito y donde cada vez las afectadas se atreven a denunciar antes esta práctica.

La policía catalana recibió en 2023 un 20% más de denuncias y logró evitar el matrimonio forzado de 16 jóvenes

El año pasado los Mossos d’Esquadra atendieron a 18 mujeres y niñas afectadas por posibles enlaces forzados, lo que supone un incremento del 20% respecto a 2022. Los agentes realizaron 15 investigaciones –ya que en uno de los casos hay tres hermanas que denunciaron– y se consiguió evitar el matrimonio de 16 de ellas. Las otras dos estaban casadas en su país y habían sufrido violencia doméstica. De las 18 víctimas atendidas siete eran menores.

En lo que llevamos de 2024, los Mossos han atendido un caso de denuncia por matrimonio forzado. La agente Sandra González, de la Unidad de Atención y Seguimiento a las Víctimas de Mossos d’Esquadra, explica a este diario que se consideran víctimas de enlaces cuando estos llegan a producirse, por lo que, en los casos en los que se evitan, que son la mayoría de denuncias, se considera a las afectadas como mujeres atendidas.

Desde Mossos se indica que la mayoría de casos atendidos proceden de mujeres y niñas con lazos familiares con Oriente Próximo, donde los matrimonios forzados tienen una mayor presencia. En concreto, el año pasado se atendieron a seis víctimas de Pakistán, las cuales representaron a un tercio de las 18 mujeres y niñas atendidas. También hubo tres de Gambia y casos de Malí, Senegal, Guinea Ecuatorial o Marruecos, así como una víctima de ascendencia rumana y otra española de etnia gitana.

Desde 2009

La Unidad de Atención y Seguimiento a las Víctimas de Mossos d’Esquadra atiende a mujeres y niñas en riesgo de matrimonios forzados desde 2009 y, a lo largo de estos años, han constatado que se mantiene la tendencia de que la mayoría de las afectadas proceden de Oriente Próximo, principalmente de Pakistán, aunque también de Bangladesh o India.

Las víctimas que denuncian son cada vez más jóvenes: sienten una contradicción importante entre su entorno y la tradición familiar

La agente González también señala que la víctima de un matrimonio forzado cada vez se anima más a denunciar: "Las tareas preventivas que hacemos desde Mossos, como charlas o mensajes por las redes, son básicas" para concienciar a posibles afectadas, destaca la agente, a la vez que añade que se ve "un incremento de casos" de víctimas que denuncian por el "empoderamiento que se da a las mujeres con este tema".

Conocer las leyes

Muchas mujeres de estas culturas, que prácticamente solo se relacionan con gente de su familia o entorno, desconocían las leyes en Catalunya y el resto del Estado. "Conocerlas hace que se empoderen, ya que saben que los matrimonios forzados son un delito aquí", destaca la agente. De ahí que remarque la importancia de divulgar que estos enlaces tienen un reproche penal. "De lo contrario, las afectadas pensarían que es algo normal y debo pensar lo que dice la familia", añade.

Las charlas en institutos, centros sociales y asociaciones contribuyen a divulgar las leyes y los derechos de las mujeres frente a este tipo de violencia machista

Los agentes imparten charlas en institutos, centros sociales o asociaciones en las que puede haber personas que conozcan casos de matrimonios forzados y en las que también se muestra el trabajo policial centrado en la víctima y en la prevención, detección y seguimiento de casos, no solo la sanción de estos delitos. Los Mossos destacan que este tipo de enlaces pactados son una forma de violencia machista que muchas veces afecta a menores y por eso se incide en la especial protección a víctimas más vulnerables.

Los conflictos de las más jóvenes

"Los delitos como matrimonios forzados o mutilación genital son tan sensibles que deben ser agentes del Grupo de Atención a la Víctima de cada comisaría los que atiendan a las denunciantes", señala González. Además, destaca que las víctimas que denuncian son cada vez más jóvenes: "Si han nacido aquí o viven aquí desde pequeñas se han impregnado de esta occidentalidad y sienten una contradicción más importante respecto a la familia y su tradición".

"Cuanto mayor es la mujer o la niña, más difícil es que entienda que la situación no es normal, que se trata de un delito y que solo es una tradición cultural. Cuando son jóvenes van al instituto, tienen amigas que pueden tener relaciones y elegir con quién quieren estar y, por eso, ven la contradicción al volver a casa y les dicen que 'no'. Evidentemente, dan más problemas las niñas jóvenes que las mujeres mayores", destaca González, quien añade que a veces son las propias afectadas o un familiar quien se presenta en comisaría, como ocurrió en la mayoría de los casos denunciados el año pasado en Catalunya.

Huir del enlace forzado

En este sentido, la agente indica que muchos de estos casos "afloran" cuando hay niñas o mujeres que se escapan de casa o se denuncia algún tipo de maltrato doméstico, ya que las víctimas se rebelan contra la imposición. Por eso, los Mossos siempre analizan cada caso de desapariciones para saber las razones de la huida y si está relacionada con un matrimonio forzoso.

Para la agente González, es importante el entorno de la víctima, ya sean amigos o conocidos, así como otros servicios por los que les llegan casos: "Para nosotros es muy importante la coordinación con otros agentes que estén en contacto con las mujeres o las niñas", afirma. Por ejemplo, las alertas que reciben de escuelas que son "un gran detector".

De esta forma, hay menores que verbalizan a profesores, tutores o amigas de un centro que irán a su país a una "gran fiesta" o dicen "me casarán". Ahí es cuando aflora el delito y cuando se alerta a la policía. González también destaca que los servicios sociales o el sistema sanitario también informan cuando detecta un posible matrimonio forzado.

Suscríbete para seguir leyendo