Siniestros por somnolencia

"Mi hijo se quedó dormido tras trabajar hasta la madrugada y se mató en la carretera"

Fernando Muñoz explica a EL PERIÓDICO cómo su hijo Germán falleció, con tan solo 25 años, porque no descansó lo suficiente la noche anterior a emprender un viaje largo

El 87% de las víctimas mortales al volante son hombres: Trànsit pone el foco en su forma de conducir

Fernando Muñoz, padre de Germán, un joven de 25 años que se quedó dormido y falleció en un siniestro vial

Fernando Muñoz, padre de Germán, un joven de 25 años que se quedó dormido y falleció en un siniestro vial / José Luis Roca

Patricia Martín

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Germán Muñoz Molina murió con apenas 25 años y en unos pocos segundos. Lo que tardó su coche en empotrarse desde que se salió de la calzada hasta que chocó de frente con un pilar, en el kilómetro 281, de la carretera de Madrid a Extremadura. En un abrir y cerrar de ojos.

Lo que iban a ser unas vacaciones en Portugal, junto a su novia, se tornó en la mayor tragedia para su familia. Germán amaba la música y estaba poniendo en marcha una web musical americana, en español, para el mundo hispanohablante. Estaba terminando su carrera de Ingeniería informática y la noche anterior al viaje estuvo hasta altas horas de la madrugada trabajando en su proyecto virtual.

"No fue consciente de que no dormir bien la noche anterior a un viaje es un riesgo y puedes matarte tú y matar a otra persona"

Fernando Muñoz

No pensó en que aquella imprudencia le costaría la vida. Aunque era muy juicioso al volante, no le gustaba correr y paraba cada dos horas, a las 11.45 de la mañana de ese día se quedó dormido, con tan mala suerte que el coche entró en la mediana de separación de los sentidos de circulación, justo donde arrancaba desde el suelo un guardarraíl, que rompió la rueda derecha del coche. Al ver que se iba al sentido contrario, Germán quiso volver a su carril, pero el guardarraíl se lo impidió. Y, aunque se pegó al mismo para intentar evitar un pilar de un puente, finalmente chocó contra él y murió en el acto. Sí consiguió que su novia se salvara ya que el coche giró sobre el pilar y la joven pudo sobrevivir al impacto, aunque sufrió traumatismos.

"Mi mujer, mi hija y yo quedamos destrozados. Yo solo pensaba en matarme. Salir de ahí fue muy difícil"

Fueron los estudios posteriores de la Guardia Civil los que permitieron saber que Germán se durmió al volante. "En un inicio nos resultó un poco raro, porque eran casi las doce del mediodía, pero su novia nos contó que Germán estaba trabajando en la web musical. Cuando entré a ver lo que ponía, pude comprobar que en la noche anterior había estado trabajando hasta altas horas de la madrugada en la web, porque la música era su gran pasión y finalmente comprendimos que, efectivamente, se quedó dormido y eso le costó la vida. No fue consciente de que no dormir bien la noche anterior a un viaje largo es un riesgo y puedes matarte tú y matar a otra persona en la carretera”, reflexiona Fernando Muñoz, el padre de Germán.

De hecho, la DGT calcula que el 8% de los siniestros mortales están causados por la somnolencia y, como en España cada vez hay más insomnio y el 30% de la población española sufre algún trastorno de sueño, es un problema de salud pública al alza, que se refleja, al igual que sucede con el consumo de alcohol, en las carreteras.

El 8% de los siniestros mortales en las carreteras españolas están causados por la somnolencia

Fernando cuenta la historia de su hijo con una gran entereza. Ha sido vicepresidente de Stop Accidentes, la asociación de afectados por siniestros de tráfico a la que se unió después de la tragedia para recibir apoyo emocional y poder impulsar más acciones para mejorar las carreteras. Antes él y su familia habían recogido 15.000 firmas para proteger los pilares y evitar más muertes como la de Germán. Contra el pilar donde se estrelló, habían fallecido ya otras tres personas y la familia de Germán quería que su caso, al menos, sirviera para que en los pilares situados en las carreteras "no muera nadie más". "En la recogida de firmas y en las charlas que doy en autoescuelas, colegios e institutos, como miembro de Stop Accidentes, cuento tantas veces cómo murió mi hijo que lo he acabado asumiendo, pero en un inicio fue horrible”, explica Fernando.

Germán Muñoz, antes de sufrir el accidente

Germán Muñoz, antes de sufrir el accidente / Fotografía cedida por su familia

El duelo

De entrada, la Guardia Civil le comunicó la noticia por teléfono, a bocajarro: "Tu hijo ha muerto en un accidente en la carretera de Extremadura". "Fue como si te clavaran un cuchillo y te dejaran ahí sangrando. Mi mujer, que oyó la conversación, entró en shock y tuve que colgar para atenderla. También tuve que comunicarlo a mi hija, a mis hermanos, viajar hasta el lugar del siniestro, ver a Germán muerto, traerle con el coche fúnebre y venir todos detrás. Fue tremendo. Los tres [su mujer, su hija y él] quedamos destrozados. Yo solo pensaba en matarme, pero para mí era lo más fácil, no para los que se quedan. Salir de ahí fue muy difícil. Nos tuvimos que apoyar los tres e ir asumiéndolo, poco a poco. También nos ayudó contactar con otras personas que han pasado por lo mismo. En Stop Accidentes nos dieron herramientas para seguir teniendo ganas de vivir", rememora.

Desde entonces, Fernando aprovecha todas las formaciones que imparte, como miembro de la asociación, para recordar la importancia de descansar antes de conducir, sobre todo antes de los viajes largos, y parar a la mínima que se sienta sueño.

"Intentamos que la gente entienda los riesgos de la movilidad, porque es una pandemia contra la que hay vacuna, protegernos a nosotros mismos y cumplir las normas de tráfico, ya que prácticamente siempre que ocurre un siniestro vial, uno o más de uno se saltan alguna norma", concluye Fernando.

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