Aprender la profesión desde dentro

Lejos quedan ya aquellos tiempos en los que la FP era vista como una opción de segunda, la alternativa para los malos estudiantes que no se veían capaces de enfrentarse a la universidad. De hecho, actualmente la Formación Profesional goza de una muy buena consideración, tanto social como laboralmente. Y este cambio de imagen se debe, en gran medida, a sus elevadas tasas de empleabilidad, que previsiblemente seguirán aumentado en los próximos años. Pero también al gran esfuerzo realizado por las administraciones para hacer de esta opción formativa una elección de futuro.

No en vano, asistimos actualmente al despliegue de una nueva normativa para la Formación Profesional. Con motivo de ello, el pasado 29 de mayo EL PERIÓDICO organizó una mesa redonda en el Hotel Catalonia Barcelona Plaza. Un evento que también contó con la presencia de Mercè Chacón, directora general de la Formación Profesional de la Generalitat de Catalunya. Chacón inició su presentación recordando que en la comunidad catalana existen más de 200 títulos y 26 familias de Formación Profesional, que se verán afectados por el nuevo marco legal. De esta legislación destacó la nueva relación que se establece entre el centro formativo y la empresa. Y es que, cara al nuevo curso 2024-2025, coge un nuevo impulso la FP Dual, que afecta a todos los ciclos de grado medio y superior, y que implica que, desde el primer año, se combinará la formación teórica en el aula con la práctica en el entorno laboral.

«Con la nueva formación profesional la empresa pasa a formar parte indiscutible de todo el sistema formativo»

Mercè Chacón

— Directora general de la Formació Professional de la Generalitat de Catalunya

“Con la nueva FP la empresa pasa a formar parte indiscutible de todo el sistema de formación. Los estudiantes realizarán cierto número de horas lectivas dentro de la empresa. Esta será una formación curricular e irá desde el 25% a porcentajes cercanos al 100% (la cifra depende del acuerdo de colaboración que ofrece cada empresa y que se pacta entre esta, el centro educativo y el alumno)”, explicó Chacón. 

Los participantes

Tras la presentación de la directora general, subieron al estrado los cuatro participantes de la mesa redonda: Antonio Mondaca, investigador del Centro de Conocimiento e Innovación de CaixaBank Dualiza; Lorena Ventura, directora de Formació i Plans estratègics d’Ocupació de Barcelona Activa; Rebeca Marín, directora de Personas y Organización de Aigües de Barcelona; y Alberto Vila, director del Institut Tecnològic de Barcelona.

Para empezar, tomó la palabra Mondaca, quien aseguró que “Catalunya se encuentra en una muy buena posición para recibir la FP Dual. Según las últimas estadísticas disponibles, en el curso 2022-2023 hubo más de 15.000 estudiantes matriculados en FP Dual, lo que representa un 7% del total de la matrícula en Catalunya (la media de España no llega al 5%)”. Para el portavoz de CaixaBank Dualiza, eso no quita que sobrevuelen algunas dudas sobre la nueva FP Dual: “Por ejemplo, el hecho de que la dualidad comience en el primer curso, y no en el segundo. Esto genera cierta incertidumbre, porque es en primero cuando las tasas de abandono suelen ser más altas. Sin embargo, hay un compromiso de los centros educativos con las empresas para que que nadie se pueda ver afectado en caso de producirse un abandono”.

«En Catalunya la estrella es la familia sanitaria, que recibe el 26% de toda la matriculación en formación profesional»

Antonio Mondaca

— Investigador del Centro de Conocimiento e Innovación de CaixaBank Dualiza

Lorena Ventura añadió entonces algunos otros retos para esta nueva etapa. Recordó que “Barcelona tiene un tejido empresarial en el que más del 95% son pymes o microempresas”. En este sentido, hizo un llamamiento para “encontrar soluciones que permitan articular el nuevo sistema de la FP de manera que estas pequeñas empresas también puedan participar. De lo contrario, no habrá suficientes plazas en un entorno como el nuestro”, precisó. “Otro interrogante es que las empresas pasan a ser formadoras, es decir, que tendrán un rol curricular. Por lo tanto, deberán seguir unos procedimientos de evaluación, con un peso específico en la nota. Y esto exigirá pedagogía y dotar de herramientas también a las empresas”.

«El nuevo sistema exigirá dotar a las empresas de nuevas herramientas para poder desarrollar su papel curricular»

Lorena Ventura

— Directora de Formació i Plans Estratègics d’Ocupació de Barcelona Activa

Por su parte, Rebeca Marín puso el foco en las oportunidades que representa la FP Dual, porque “no todo el mundo tiene que estudiar una carrera para obtener un trabajo. Esta modalidad abre un nuevo abanico para los jóvenes. Les ofrece una nueva visión en la que parte de su formación se realiza en el seno de la empresa, permitiéndoles conocer realmente en qué consiste una profesión”. Además, para la representante de Aigües de Barcelona, esta pasantía permite adquirir habilidades transversales que difícilmente se obtendrían en clase. Se refería a “las llamadas soft skills”, y que van desde cómo relacionarte con otros compañeros o tus superiores, a cómo trabajar en equipo o, por ejemplo, cómo escribir un correo electrónico profesional.

Al mismo tiempo –dijo Marín– las empresas se benefician al entrar en contacto con jóvenes que podrían convertirse en futura mano de obra para la empresa, dado que estarán capacitados para desempeñar determinados trabajos, habiendo adquirido conocimientos muy específicos. Para Marín, por tanto, la FP Dual es “una oportunidad para la captación del talento, para localizar a personas realmente motivadas por un trabajo”.

«Es una oportunidad para la captación del talento, para localizar a personas realmente motivadas por un trabajo»

Rebeca Marín

— Directora de Personas y Organización de Aigües de Barcelona

Colaboración mutua

Para su éxito, el nuevo sistema de FP Dual se basa en la correcta implicación y colaboración de la empresa y el centro formativo. “Hay profesiones en las que prácticamente el 100% de la formación se deberá llevar a cabo en un entorno empresarial, porque los medios necesarios son muy caros y sería muy complicado que la FP dispusiera de ellos en los centros”. Alberto Vila, director del Institut Tecnològic de Barcelona se refirió, por ejemplo, al ciclo de Actividades pesqueras. 

En otros casos –añadió Marín– “será necesario que la empresa colabore dotando de ciertos medios técnicos a los institutos, por ejemplo, cediendo material necesario para desarrollar cierta profesión. De no ser así, algunos centros no tendrían la capacidad económica para asumir ese equipamiento”. 

Aquí es donde Vila puso sobre la mesa otra vía de colaboración: “Hay familias profesionales en las que sería recomendable introducir a la empresa en el centro formativo. Es decir, facilitar que trabajadores expertos acudieran a las aulas para impartir ciertos conocimientos. En algunos casos, es más sencillo esto que incorporar al estudiante en la empresa”. Esta opción, que Vila tildó de más bien “anecdótica” a día de hoy, debería convertirse en “sistemática”. Porque para el experto facilitaría el encaje en el sistema de empresas más pequeñas y, en consecuencia, que estas encontraran un relevo profesional en sus respectivas organizaciones”.

Por su parte, Lorena Ventura, destacó la vía inversa: “Hay profesorado de los centros que también van a la empresa a formarse y a actualizarse. Así pueden conocer de primera mano los nuevos materiales, métodos productivos, etcétera. Esta es también una muy buena relación que el modelo debe permitir”.

«Hay familias profesionales en las que sería recomendable ver cómo introducir a la empresa en el centro formativo»

Alberto Vila

— Director del Institut Tecnològic de Barcelona

La demanda

El portavoz del Centro de Conocimiento e Innovación de CaixaBank Dualiza, Antonio Mondaca, aportó algunas cifras significativas. Por ejemplo, que “en Catalunya la estrella es la familia sanitaria, que recibe el 26% de toda la matriculación en FP”. Para este investigador, no es algo casual, sino que responde a la realidad del tejido productivo de la zona. De igual forma, toda la línea farmacéutica o biotecnológica también está muy solicitada en la comunidad catalana, lo que relacionó con “la gran red de hospitales que tenemos. Asimismo, Informática y telecomunicaciones también tiene en torno al 11 o el 12%”.

En este punto, Ventura quiso destacar la importancia de la orientación laboral de los jóvenes que, a la hora de escoger entre un ciclo u otro “se enfrentan a decisiones muy importantes […]. Hay que explicarles cuáles son las familias con mayores tasas de ocupación en el entorno geográfico en el que están. Pero también tener en cuenta sus intereses, habilidades y competencias […]. Estamos en un entorno de constante transformación y hay muchas posibilidades que no se conocen”, explicó la misma fuente. Posibilidades como el programa de Erasmus, que también aplica a la formación profesional (y no solo a los estudios universitarios) y que da a los jóvenes un plus en su visión y promoción internacional. “Es perfecto que completen su formación fuera; pero si se trata de sectores estratégicos, hemos de garantizar que regresen”, puntualizó Vila. Y eso depende, básicamente, de condiciones laborales. Y ese ya es otro escollo.