Agricultura

En peligro el cultivo de arroz bomba por las dificultades de controlar hongos y plagas: "Es una misión imposible"

Los arroceros se las ingenian para salvar la cosecha en el delta del Ebro: "Es un desastre"

Cultivo de arroz bomba, en el Delta del Ebro.

Cultivo de arroz bomba, en el Delta del Ebro. / El Periódico

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La piricularia es una enfermedad causada por un hongo que puede provocar grandes pérdidas en los cultivos de arroz e incluso hacer llegar a perder la cosecha entera. La lista de productos fitosanitarios autorizada por la UE para combatirla es cada vez más reducida y esto hace peligrar el cultivo de la variedad bomba, que se produce en la zona del Delta del Ebro y de Pals. "Es casi una misión imposible", afirma el ingeniero agrónomo Marc Fontquerna, quien añade que incluso cuesta encontrar semillas para sembrar este cultivo. La "solución" a este problema puede tenerla un arroz bomba editado genéticamente resistente a la piricularia que ha desarrollado Agrotecnio y la UdL y que ahora la UE estudia la posibilidad de poder producirlo.

El arroz desarrollado en Lleida está editado genéticamente, una edición que consiste en desactivar unos determinados genes propios de la planta que la piricularia necesita identificar para poder infectarla. De este modo, el hongo no la reconoce y no puede invadirla.

Quebradero de cabeza

La piricularia es uno de los principales quebraderos de cabeza de los productores de arroz catalanes, junto con las malas hierbas y las plagas, añade Fontquerna, ingeniero agrónomo y técnico de la Agrupación de Defensa Vegetal (ADV) del Arroz de Pals. Desde la prohibición en Europa del triciclazol, la materia activa más eficiente contra la piricularia, el cultivo del arroz "es casi una misión imposible". Y el problema añadido, dice, es que el arroz bomba no se produce "en ninguna parte más", ya que fuera España se comercializa sobre todo el arroz de grano largo.

"Es insostenible, y la solución la tenemos aquí pero no quieren verla", añade el técnico, en referencia a la normativa europea que prohíbe el cultivo de variedades transgénicas y modificadas genéticamente.

En Europa no se puede producir arroz con genes modificados, pero sí importarlo. "Va contra toda lógica", defiende Fontquerna, quien argumenta que el futuro de la agricultura pasa por "mejorar la genética de las semillas", ya que así se reducirían los costes de producción "de forma brutal", así como las emisiones de co2 porque se utilizarían menos carburantes ya que no habría que entrar tanto en los arrozales a realizar tratamientos con herbicidas y plaguicidas.

Nuevas Técnicas Genómicas

De hecho, la Unión Europea estudia impulsar productos obtenidos a través de Nuevas Técnicas Genómicas (NTG). Es decir, alteran el material genético de un organismo. La diferencia entre una planta transgénica y una editada con NTG es que la transgénica mantiene el gen modificado dentro de la planta, mientras que en el caso de la editada, una vez se ha introducido el gen que provoca la mutación, este se puede eliminar de por lo que sólo queda la planta con unos pequeños cambios en el código genético que también podrían haber ocurrido de manera natural.

De momento, las plantas NTG están sujetas a la misma normativa que las transgénicas porque Europa, a diferencia de EEUU o Canadá, regula el proceso –cuando se introduce el gen– en vez del producto final –cuando el gen se quita– . En este sentido, la investigadora del proyecto de arroz resistente y catedrática de biotecnología de la UdL, Teresa Capell, reclama la implicación política para que la Unión Europea deje de catalogar de transgénicas las plantas NTG y permita que éstas se puedan producir y comercializar.

Contexto legislativo en Europa

El Parlamento Europeo dio luz verde el pasado 7 de febrero a la propuesta de la Comisión Europea de apostar por cultivos obtenidos a través de Nuevas Técnicas Genómicas (NTG). Con 307 votos a favor, 263 en contra y 41 abstenciones, el Parlamento adoptó su posición de cara a las negociaciones con los Estados miembros, abriendo la puerta al desarrollo de variedades vegetales mejoradas que resisten al clima y las plagas y ofrecen un rendimiento superior, incluso sin necesidad de fertilizantes o plaguicidas.