Cuidados

Urgen 2.000 enfermeras en los geriátricos catalanes: "La atención digna a los ancianos está en jaque"

La falta de personal pone en jaque la atención a los ancianos y obliga a recurrir a auxiliares

La patronal de los geriátricos catalanes viaja a Colombia para contratar enfermeras

Las sanitarias de las residencias: "estamos jugando con la vida de los ancianos"

Residencia de ancianos Gure Etzea, de Barcelona.

Residencia de ancianos Gure Etzea, de Barcelona. / Zowy Voeten

Elisenda Colell

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De madrugada, en una residencia pública del área de Barcelona, una mujer se atraganta con su propia respiración. "Se estaba ahogando", cuenta Eva Hernández, la enfermera del geriátrico, que en aquel momento estaba de vacaciones. La dirección no había encontrado a nadie para suplir su puesto y a una auxiliar le tocó asumir su papel, o al menos intentarlo. Al no tener la misma formación, se limitó a llamar a urgencias. "Cuando llegaron los del SEM la mujer ya había fallecido. No digo que, de haber estado yo, se hubiera salvado, pero al menos habría muerto sin sufrir", afirma Hernández. No le pudieron inyectar morfina y presenciaron una muerte agónica por ahogamiento, algo que la familia no supo. Esta es solo una de las consecuencias que implica la falta de enfermeras en las residencias, según denuncian las profesionales. Patronales, sindicatos, Govern y directores de geriátrico coinciden en que es imposible encontrar personal, aunque la legislación obliga a tener, cada jornada, al menos una enfermera de referencia.

Residencia de ancianos Gure Etzea, de Barcelona.

Residencia de ancianos en Barcelona. / Zowy Voeten

La falta de personal de atención sanitaria en las residencias no es una queja nueva. Pero, tras la pandemia, la situación se ha agravado de forma alarmante. "A día de hoy, es el principal problema que tenemos en el sector, da igual lo que pagues, no encontramos personal", lamenta Cinta Pascual, presidenta de la patronal ACRA (Associació Catalana de Recursos Asistencials), que calcula que faltan unas 2.000 profesionales en las residencias y centros de día.

Por ley, cada centro debería tener al menos una enfermera de referencia cada día, requisito que no se cumple

Diferencias salariales

Esta realidad afecta tanto a las residencias de gestión privada con aportaciones del Govern (el 63%) como a los centros públicos (2%), en los que la plantilla son funcionarios. Francisco Javier Araujo, experto y asesor del Col·legi d'Infermeres de Barcelona, calcula que las enfermeras de las residencias de gestión privada cobran la mitad que en la sanidad pública. En los geriátricos públicos, la diferencia es de unos 400 euros al mes. "Les ofrecen contratos de dos y tres días. Todo el mundo prefiere irse al Institut Català de la Salut (ICS): las que han conseguido plaza buscan la excedencia para irse", apunta Cristina García, secretaria general de la sección de Drets Socials de UGT, que lleva planteando el problema a la Generalitat desde 2021: "Pero cuando ponemos el tema sobre la mesa nos damos contra un muro".

"Es el principal problema del sector; da igual lo que pagues, no encontramos personal"

— Cinta Pascual. Presidenta de la patronal ACRA

"Tú ya puedes ir poniendo anuncios en busca de personal que no hay forma de encontrar sanitarias", insiste también Andrés Rueda, director de la Associació Professional Catalana de Directors de Centres i Serveis d'Atenció a la Dependència (ASCAD). Por ley, las enfermeras son personal esencial en los geriátricos y, como mínimo, hay que garantizar la presencia de un profesional. El número varía en función de las plazas. "A día de hoy es una utopía y los servicios de inspección lo saben y hacen la vista gorda. Nos dicen que si estamos buscando el personal, si hemos puesto anuncios, no nos multan. En caso contrario, no quedaría ni una residencia en pie", sigue Rueda.

Las enfermeras de geriátricos de gestión privada cobran la mitad que en la sanidad pública. En las residencias públicas, la diferencia es de 400 euros al mes

"`La inspección conoce el problema y, si estamos buscando personal, no nos multa. En caso contrario, no quedaría ni una residencia en pie"

— Andrés Rueda, director de la Associació Professional Catalana de Directors de Centres i Serveis d'Atenció a la Dependència

El problema también alcanza a los centros públicos. "Se daba por hecho el servicio de enfermería de 24 horas y ya hace meses que no existe, hay muchos turnos sin enfermeras: sus puestos no se suplen porque no encuentran a nadie. Es una vergüenza", denuncia el enfermero y delegado sindical Sergi Jerónimo.

Intrusión y negligencia

Para resolverlo, o intentarlo, los directores de las residencias están echando mano de la figura de las TCAE: Técnicas de Ciudados de Auxiliar de Enfermería. Son profesionales con menor formación que actúan bajo la supervisión de una enfermera. No pueden preparar la medicación (sí dispensarla) ni poner inyecciones. "A mí me lo han propuesto y me he negado", explica, tajante, Desirée Muñoz, una gerocultora que teme causar algún daño a los pacientes.

Las auxiliares no pueden preparar la medicación ni poner inyecciones

"Se está trabajando sin la supervisión de las enfermeras: esto tiene efectos en la cronificación de heridas, en evaluaciones de caídas y en valoraciones de salud. Nosotros creemos que es un acto de intrusión profesional y una negligencia grave en la atención", insiste Cristina García. Además, señala que en muchas ocasiones la auxiliar se elige entre las cuidadoras del centro. "Al final somos menos gerocultoras... nos faltan manos", añade Muñoz.

Residencia de ancianos Gure Etzea, de Barcelona.

Residencia de ancianos en Barcelona. / Zowy Voeten

Las patronales ven que esta figura profesional les está ayudando en gran medida. "No tenemos otro remedio que contratar a auxiliares. Es que nos quitan todas las enfermeras y aún más en verano para suplir las vacaciones: Salut saca el billetero y... ¡hala, nos quedamos sin!", se queja Cinta Pascual, de la patronal ACRA. Este sistema se podría sostener si las enfemeras de los CAP asignadas a cada geriátrico hicieran la función de supervisión. "Pero no ocurre de ninguna manera: este no era el trato con la conselleria", se queja Pascual, quien recuerda que el Govern anunció que los CAP realizarían atención sanitaria en los geriátricos. "Lo hacen dependiendo de cómo van de colapsados", puntualiza Rueda, de la asociación de directores. Otra opción a la que recurren es la contratación de enfermeras formadas en otros países que ya han iniciado el trámite para la homologación del título, aunque estos aún no estén reconocidos oficialmente.

Las enfermeras de geriátricos de gestión privada cobran la mitad que en la sanidad pública. En las residencias públicas, la diferencia es de 400 euros al mes

La principal consecuencia de este problema es la repercusión en la atención y también en la mortalidad. "Está científicamente demostrado", afirma Francisco Javier Araujo, asesor del Col.legi d'Infermeres.

En este sentido, las profesionales también apuntan a que esta carencia contribuye a la saturación asistencial en la sanidad pública. "Sin enfermera, si ocurre algo, la auxiliar llama al 061. El anciano debe ir al hospital, pasar la noche en urgencias... Hay muchos ingresos evitables de haber enfermeras. Estamos colapsando los hospitales cuando hay valoraciones y dispensaciones de medicación que se podrían hacer desde el propio centro. Esto tiene un efecto rebote en el sistema público y, evidentemente, en la atención digna de los ancianos", cuenta Hernández.

Respuesta de la Generalitat

La conselleria de Drets Socials asume que la falta de enfermeras es un problema global. "Nos preocupa", afirman en un comunicado, donde señalan que estas profesionales "son claves e indispensables". A medio plazo, apuestan por implementar un salario mínimo en el sector para equiparar los sueldos al del ámbito sanitario. Mientras, explican que la Agencia de Atención Integrada Social Sanitaria y el aumento del precio de las tarifas de los centros concertados debe "repercutir en mejoras" para estos trabajadores. También aseguran que están "buscando talento" para evitar la fuga de enfermeras a otros paises de Europa y reclaman al Gobierno central "agilizar" los tramites de homologación de la titulación a los extranjeros.

Residencia de ancianos Gure Etzea, de Barcelona.

Residencia de ancianos en Barcelona. / Zowy Voeten

Desde UGT, por su parte, emplazan a aumentar las condiciones salariales de forma urgente y que se igualen al del sector sanitario, con contratos a tiempo completo e indefinido para evitar esta fuga de personal. También proponen que la Generalitat incentive que las auxiliares de Gerontología puedan estudiar la carrera de Enfermería a cambio del compromiso de permanecer en el sector geriátrico. Por su parte, las patronales y los directores de residencias piden que sea Salut quien pague a las enfermeras de los geriátricos (como pasa con los profesores de la escuela concertada), igualando las condiciones a las del sistema hospitalario y la red de la primaria. "Con lo que nos abona la Generalitat no podemos asumir subidas salariales", insiste el responsable de otra patronal catalana, quien recuerda que hace tan solo una semana el Govern asumió públicamente que les transfiere menos fondos de lo que cuesta mantener una residencia.

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