Pruebas de acceso a la universidad

Llega la selectividad: más de 42.000 alumnos catalanes empiezan hoy un examen en transformación

La prueba de Lengua Castellana y Literatura abre tres días de exámenes, que terminarán el jueves a las cuatro y media de la tarde

Las pruebas serán el año que viene más competenciales, de acuerdo con los nuevos currículums de la Lomloe

El alumnado de la Catalunya mestiza desembarca en la selectividad: "Queremos cambiar las cosas"

Estudiantes antes de entrar en la selectividad en la Facultat d'Economia i Empresa de la UB

Estudiantes antes de entrar en la selectividad en la Facultat d'Economia i Empresa de la UB / JORDI OTIX

Helena López

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Jornada de nervios, pese a que los docentes, para tranquilizarles, les repiten que el curso pasado el 97% de los estudiantes que se presentaron a las pruebas las aprobó. Todos son conscientes de que lo importante no es tanto aprobar o no, sino lograr la nota necesaria para estudiar el grado que quieren estudiar. La primera generación del bachillerato Lomloe, la misma que en 2022 (en cuarto de ESO) respondió a PISA y cuyos resultados hicieron temblar los cimientos de la conselleria, se enfrontan este martes a las PAU. Una edición que se presenta como "de transición" entre los viejos exámenes, adaptados al viejo currículum, y una prueba más competencial que no acaba de llegar y que debería cristalizar cara al próximo año.

En Catalunya –que hoy en la selectividad toma el relevo de Madrid y La Rioja, donde las pruebas empezaron el lunes –de han inscrito a las pruebas 42.535 alumnos, cifra récord por tercer año consecutivo (el pasado fueron 41.719). De estos, 33.174 proceden del bachillerato, 4.490 de ciclos formativos de grado superior y 4.871 se han matriculado por libre.

Las notas se conocerán el próximo día 19 de junio y el 10 de julio se producirá la primera asignación de plazas en las universidades

Pese a que los chicos nacidos en el 2006 –cuando se registró la cifra más alta de nacimientos desde los años 80– han sido los primeros que han estudiado todo el bachillerato con la nueva ley de Educación en vigor, esta edición de las PAU mantiene la estructura de las pruebas 'clásicas', ya que la introducción de las metodologías del nuevo currículo lo ha sido todo menos uniforme. Introduce, eso sí, algunas "adaptaciones en el contenido" en coherencia al currículum vigente.

Fin de las lecturas obligatorias

La principal novedad del primer examen, el de Lengua Castellana y Literatura, es que, por primera vez, el alumnado podrá sortear las preguntas sobre las lecturas obligatorias (Antonio Buero Vallejo y Carmen Laforet). La parte de Literatura del examen consta de cuatro preguntas, de las que el alumnado deberá responder solo dos. De las cuatro, habrá dos de control de lectura y dos sobre "el hecho literario" (no basadas en las lecturas obligatorias).

Como en los años anteriores, la selectividad 2024 consta dos fases: la general y la específica. La general está formada por cinco pruebas: cuatro comunes y una a elegir entre las materias de opción del bachillerato (matemáticas para los de bachillerato científico y tecnológico, o ciencias generales para los del bachillerato general). La otra gran novedad de esta edición es el retorno de Historia de la Filosofía a la fase general. Como sucedía hace años, este curso el alumnado ha podido elegir entre examinarse de Historia de la Filosofía o de Historia: el 40% ha optado por la primera opción y el 60% por la segunda.

En cuanto al idioma de los enunciados –una de las polémicas en ediciones anteriores–, igual que el año pasado, el primer día de las pruebas el alumnado podrá elegir mediante un formulario anónimo si desea tener los enunciados de las pruebas en castellano o en catalán.

Cálculo de la nota

El cálculo de la nota de la fase general sigue también siendo el mismo de los últimos años: la media aritmética de los cinco exámenes. Cada una de las pruebas se califica con una puntuación de 0 a 10, y es indispensable tener una nota igual o superior a 4 en la fase general para poder optar a nota de acceso.

De la calificación de la fase general de las PAU, junto a la media de bachillerato sale la nota de acceso, que tiene una validez indefinida (la media de bachillerato vale un 60% y la de las PAU, un 40%).

Fase específica

En la fase específica, que pueden realizar tanto los alumnos de bachillerato como los procedentes de ciclos formativos de grado superior, los estudiantes pueden examinarse de hasta tres materias de modalidad elegidas entre 23 asignaturas. En esta fase se han incorporado dos nuevas materias: Historia de la Danza y la Música, y Literatura Dramática. Con las dos mejores calificaciones de esta fase, una vez ponderadas, se calcula la nota de admisión, que puede alcanzar los 14 puntos. La ponderación se realiza en función de las materias vinculadas a los estudios que se quieran cursar, y para que una materia sea ponderada debe haber sido calificada con una nota igual o superior a 5.

A diferencia de la nota de la fase general, que tiene una validez indefinida, la nota de la fase específica tiene una validez de dos años.

Los estudiantes con necesidades educativas específicas (dislexia, TDA, TDAH...) se examinarán en los mismos tribunales que el resto de estudiantes, pero dispondrán de 30 minutos más para hacer las pruebas (dos horas en vez de una hora y media). Además del tiempo adicional, el alumnado con dislexia tiene una reducción en el recuento de faltas de ortografía.

A partir del jueves -último de los tres días de exámenes- la suerte estará echada. Los resultados se conocerán el próximo 19 de junio, y el 10 de julio se producirá la primera asignación de plazas en las universidades.