Los embalses de las cuencas internas de Catalunya llegan al 30,8% de su capacidad, la mejor cifra del último año

Los embalses de las cuencas internas de Catalunya suman ahora la cifra más alta desde hace como mínimo un año. Tras la llegada de las lluvias primaverales, así como de unos episodios de tormenta, los pantanos catalanes ya han alcanzado el 30,80% de su capacidad y acumulan más de 213,86 hectómetros cúbicos de agua. Se trata de una cifra ligeramente más alta de la que se registraba hace justo un año por estas mismas fechas, cuando los embalses de las cuencas internas llegaron al 30,2% de su capacidad, y casi idéntica a la que se anotó a principios del 2023. Pese a la buena noticia que supone alcanzar estas cifras tras unos meses marcados por la escasez extrema de lluvias, los registros recuerdan que seguimos estando muy por debajo de lo normal para esta época cuando, de media, los pantanos catalanes solían acumular unos 500 hectómetros cúbicos.

Según apunta el último informe diario sobre el estado de los embalses de las cuencas internas de Catalunya, publicado por l’Agència Catalana de l’Aigua, en estos momentos el conjunto de los pantanos catalanes están al 30,80% de su capacidad. El embalse que goza de mejor salud es el de Foix (Castellet i la Gornal), que tras meses de escasez ha logrado alcanzar el 68% de su volumen. El de La Baells (Cercs) está ahora al 46% de su capacidad. El de Sant Ponç (Clariana de Cardener) está al 34%. Y los de Sau (Vilanova de Sau) y Susqueda (Osor) rondan el 30%. Por otro lado, los que están en peor situación son los de Siurana (Cornudella de Montsant) y Riudecanyes que apenas llegan al 2,5% de su volumen.

Los registros históricos apuntan a que hace justo un año, a finales de la primavera meteorológica y de algunos de los meses más lluviosos en Catalunya, el conjunto de los embalses catalanes estaban al 25,75% de su capacidad y, en total, sumaban unos 178,80 hectómetros cúbicos de agua. La media de los últimos cinco años para esta estación apunta a una acumulación media de 491,96 hectómetros cúbicos, mientras que la media de la última década muestra que a estas alturas del año lo normal era tener unos 542,76 hectómetros de agua almacenada.

Campaña de riego

Las lluvias de los últimos días, así como la mejora de los indicadores del conjunto de embalses catalanes, han permitido aliviar algunas de las restricciones previstas para actividades agrícolas en la zona del Ter-Llobregat. Según se ha decidido este lunes en una comisión especial, los terrenos agrícolas que dependen del sistema Ter Llobregat podrá destinar desde ahora hasta el mes de septiembre cerca de 50 hectómetros cúbicos (hm3) de agua para el riego agrícola, casi el triple de la cifra inicial que anunció el 'conseller' David Mascort, responsable d'Acció Climàtica, a finales de abril. De estos, se estima que al menos 40 hm3 irán dirigidos al riego del Baix Ter y los 10 hm3 restantes en la cuenca del Llobregat.

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Los volúmenes establecidos en esta propuesta, aprobada por unanimidad por todos los actores implicados, tienen en cuenta los valores máximos disponibles ahora mismo en los embalses de la región y considerando el peor escenario de lluvias de cara a los próximos meses. La Generalitat asegura que en caso de que a lo largo del próximo semestre tuviera que realizarse una nueva declaración de emergencia, así como la aplicación de otras posibles restricciones, los volúmenes totales para los usuarios de riego en el Ter y en el Llobregat no se verían reducidos.