Sucesos

Un secuestro tras un narcoasalto en Lleida acaba con la detención de una banda de traficantes de marihuana

Los sospechosos tenían una empresa de apariencia legal por la que enviaban la droga a Europa escondida en camiones que transportaban cajas con freidoras 

Dos detenidos por cultivar 530 plantas de marihuana en dos casas aisladas de Maçanet de la Selva

Imagen del secuestro en Lleida

Imagen del secuestro en Lleida / Mossos

Germán González

Germán González

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Los Mossos d'Esquadra detuvieron en Lleida el pasado 28 de mayo a cinco hombres y tres mujeres de entre 24 y 51 años, acusados de tráfico de drogas, organización criminal, secuestro, lesiones y robo con violencia. Además, requisaron 278 kilos de cogollos de marihuana escondidos en una nave registrada que tenía esta banda dedicada al narcotráfico. Los agentes hicieron 12 entradas y registros en Lleida, Vilanova de la Barca, Rosselló y la Roca del Vallès y encontraron 3.000 euros en efectivo, 650 dólares, y seis coches que usaba esta banda, además de dos armas de aire comprimido.

La operación empezó el pasado 25 de enero tras el secuestro de un hombre en el centro de Lleida. La víctima fue retenida durante dos días, recibió agresiones físicas y amenazas, algunas de ellas con arma de fuego, y fue trasladado en al menos dos ocasiones a distintas naves industriales gestionadas por los secuestradores. 

La policía descubrió que dos días antes del rapto, los secuestradores estaban en una de las naves industriales ocupadas donde cultivaban y preparaban marihuana para su distribución en el mercado ilícito. Entonces se produjo un narcoasalto y se llevaron la droga preparada para vender. 

Secuestro por deslealtad

Los investigadores creen que la nada que se encargaba de cultivar y distribuir la marihuana a nivel internacional sospechaba de empleados de las naves en las que se almacenaba la droga y les culpaban de facilitar información para el asalto. Por eso, secuestraron a un hombre al que acusaron de deslealtad y a cambio de su liberación pedían el valor de la droga sustraída, que ascendía a unos 200.000 euros. 

De no hacer efectivo el pago, los secuestradores amenazaron con la muerte del hombre. Para dar credibilidad a sus amenazas, sometieron a la víctima a numerosas agresiones físicas y enviaron a su entorno cercano, imágenes del rehén maniatado y pies con signos claros de las lesiones.

Tras dos días de cautiverio, los secuestradores liberaron a la víctima con el compromiso de que conseguiría información sobre el paradero de un tercero al que culpaban de haber orquestado el asalto y posterior robo del cargamento de marihuana. A lo largo de los posteriores días, la víctima siguió recibiendo amenazas para que no denunciara.

Los Mossos empezaron a investigar y en los meses siguientes hicieron dos operaciones en las que encontraron 55 y 60 kilos de marihuana en Girona y el Port de Suert en marzo y abril. Finalmente el pasado 28 de mayo se detuvo a los miembros de la banda que presuntamente tenían 4 naves industriales ocupadas en Lleida, y operaban a través de 5 empresas de logística, constituidas con apariencia de legalidad. 

Droga autóctona

En concreto, almacenaban marihuana cultivada en Catalunya que pagaban a diferentes proveedores. Una vez en sus naves, la depositaban en envoltorios y paquetes dentro de cajas que escondían en palés enteros con otros productos legales como freidoras. Cargaban la mercancía dentro de camiones alquilados con chóferes subcontratados, ajenos al transporte ilícito que llevaban a cabo, y la distribuían por Europa.

Muchos de estos conductores no formaban parte del entramado criminal, sino que eran utilizados como mero instrumento de transporte, tuvieran o no conocimiento de droga que llevaban. Sin embargo, los conductores eran monitorizados a través de geolocalizadores y acompañados de forma discreta por miembros de la escala intermedia de la organización, quienes hacían las transacciones en los países de destino.

Para encubrir y enmascarar el tráfico encubierto de drogas que ejercía la empresa de transportes, sus miembros falseaban la documentación relativa a la carga (CMR) usando sellos y estampas fraudulentos para dotar de veracidad a los paquetes en caso de que alguna autoridad policial o fiscal, detuviera el cargamento. Podían variar entre utilizar los documentos de las empresas que ellos gestionaban, o bien utilizar otras empresas conocidas de distribución y venta de productos electrónicos o de bricolaje.

El cómputo total de droga intervenida durante la investigación asciende a 393 kg. La estimación del valor de la marihuana intervenida en el mercado ilícito en Catalunya asciende a cerca de 2,5 millones de euros, precio que puede llegar a duplicarse o triplicarse en el mercado ilícito europeo. El destino final de la mercancía ilícita era Alemania, Francia, Italia y Rumanía.