Apoyos para los dependientes

El Gobierno impulsa un 'nuevo modelo de cuidados' con más ayuda a domicilio y mejores condiciones laborales

El Ejecutivo quiere "revalorizar" la atención a los dependientes y que las personas mayores sean atendidas en su domicilio el mayor tiempo posible

La enfermera Alda Recas coordinará el Comité de Cuidados del Ministerio Sanidad: "Es el momento de visibilizarnos"

Una residencia de ancianos

Una residencia de ancianos

Patricia Martín

Patricia Martín

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El Gobierno presentará en las "próximas semanas" dos iniciativas encaminadas a poner en marcha un 'nuevo modelo de cuidados'. Por un lado, aprobará una estrategia 2024-2030 que desinstitucionalizará los cuidados y será la "hoja de ruta" de ese "modelo diferente"; y, por otro lado, reformará la ley de dependencia, según ha anunciado este miércoles el ministro de Derechos Sociales, Pablo Bustinduy en el acto 'Cuidados con derechos', en el que también ha participado la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.

El objetivo del Gobierno es llevar a cabo la "revolución pendiente" del Estado del bienestar, consistente en revalorizar los cuidados e impulsar "lo que quiere el 90% de la gente" cuando se hace mayor y dependiente: ser atendido en su domicilio el mayor tiempo posible. Por tanto, el llamado 'nuevo modelo de cuidados' tiene una doble meta: mejorar las condiciones laborales de las personas que cuidan y, al mismo tiempo, dar respuesta a las necesidades de los mayores y las personas dependientes en su entorno cercano.

Sin embargo, como han reconocido ambos ministros, no es un "camino fácil". Las trabajadoras del sector, porque un 80% son mujeres, o bien trabajan sin contrato y, por tanto, sin derechos laborales o, cuando no están en la economía sumergida, tienen unos salarios un 40% más bajos. Además, el 40% son migrantes, muchas de ellas en situación administrativa irregular.

El apoyo familiar

Los cuidados se sustentan, además, mayormente en las familias, en esos hijos -y sobre todo hijas- que cuidan de sus padres o los abuelos que recogen a los niños del colegio o se ocupan de ellos cuando están enfermos. Ese apoyo sin ningún tipo de reconocimiento y salario. Y, para facilitar la conciliación laboral y familiar haría falta, según ha reconocido Díaz, una reforma de los "tiempos del trabajo" que lleva pendiente desde la pasada legislatura.

En esa etapa sí salió adelante, pero después de muchas tensiones y negociaciones, una reforma de las residencias de ancianos, que también se denominó 'nuevo modelo de cuidados' destinada a poner fin a las macroresidencias y crear espacios más hogareños, con grupos de convivencia de 15 personas, más personal y más habitaciones individuales.

La teleasistencia

El acuerdo está en fase de implementación y ahora se quiere ir un paso más allá y apostar por medidas que permitan a la persona dependiente permanecer en sus casas o entornos cercanos, con un impulso de "la teleasistencia, la asistencia en domicilio, los centros de día y un ecosistema de apoyos", según ha explicado Bustinduy. "No estamos planteando la desaparición absoluta de las residencias pero sí ir a un modelo que plantee un equilibrio que prolongue la vida de manera más autónoma. Se trata de una transición a un modelo más humano y que responde a una demanda social abrumadora", ha indicado.

A su vez, Díaz ha asegurado que en el plazo de seis meses se va a poner en marcha una normativa destinada a desarrollar la seguridad y la prevención de los riesgos laborales de las empleadas del hogar. "Seremos el primer país del mundo en el que la salud de las trabajadoras del hogar dependa de la esfera pública", ha subrayado.