Gestión hídrica

El Govern obliga a las operadoras a auditar el agua perdida en fugas: "La herencia de esta sequía será la revolución de la eficiencia"

Solo 35 de las 112 operadoras obligadas a ello han publicado la cantidad de agua que derrocha por fugas o fraude

Fugas, redes antiguas y poco ahorro: un tercio de los municipios catalanes aún gasta más agua de la permitida

Una fuga de agua en Portbou

Una fuga de agua en Portbou / ACN

Guillem Costa

Guillem Costa

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La Agència Catalana de l'Aigua (ACA) pone presión a los ayuntamientos y las operadoras de agua y les exige "más ambición" para que remedien el problema de las fugas. La ley obliga a las compañías que dan servicio a más de 5.000 clientes, sean públicas o privadas, a realizar una auditoría de eficiencia hídrica y así documentar cuánta agua se pierde. No obstante, hasta la fecha, solo 35 de las 112 operadoras obligadas a ella han presentado la documentación.

"Estos datos eran ilocalizables", ha admitido Jordi Molist , jefe del área de abastecimiento de agua de la ACA, durante la Jornada Ambiental de la Universitat de Barcelona organizada por la Familia Torres. El objetivo es que, a partir de este marco legal, se pueda conocer de forma concreta qué cantidad de agua se desperdicia por la baja eficacia de las redes de distribución.

"En 2024 deberíamos ver las calles abiertas en todos los municipios por las obras de mejora de las redes"

— Jordi Molist, ACA

Molist ha asegurado que una de las "grandes revoluciones" de esta sequía será la eficiencia: "Es un tema que teníamos olvidado, pero después de los límites que impone el plan de sequía, hemos observado un cambio de paradigma". El dirigente de la ACA considera que, al recibir sanciones por consumir más de la cuenta, nació una gran preocupación por este tema. "Algunas localidades que pierden un 30% o un 40% del agua enseguida se dieron cuenta de que no podían cumplir con el tope establecido", subraya.

Por esta razón, tres de cada cuatro municipios catalanes se han apuntado a la línea de subvenciones sacada (tras varios retrasos) por el Govern. Jamás se había invertido tanto dinero en resolver este problema. "Podemos hablar de la revolución de la eficiencia, sobre todo en zonas rurales", ha afirmado Molist. En las grandes ciudades, la eficiencia media se acerca al 80%. Pero en pequeños pueblos rurales o núcleos con urbanizaciones, muchos de ellos sin conexión a la red de suministro en alta, los porcentajes bajan de forma preocupante.

Calles abiertas

"En 2024, si todo va bien, deberíamos ver las calles abiertas en todos los pueblos y ciudades", ha comentado Molist en referencia a las obras que se han de afrontar para reparar tuberías antiguas y poco eficientes. Abordar la baja eficacia ha sido la gran novedad de esta crisis hídrica sin precedentes respecto a la oferta de agua. En cambio, para Molist, en cuanto a la demanda, el principal giro es la "aceptación del agua regenerada" como recurso apto para llegar a los grifos de los hogares.

"Ya hace tiempo que agricultores y empresas nos la piden, pero el siguiente paso ha sido elaborar agua potable a partir del agua depurada con el proyecto de recirculación del río Llobregat, por donde a menudo ha circulado más agua residual tratada que agua del caudal natural", constata el encargado del abastecimiento en la ACA. La "fabricación del agua" la ha llevado a cabo la empresa públicoprivada Aigües de Barcelona.

En estos momentos, ya se trabaja para que este mismo sistema que ha recibido premios europeos a la innovación se ponga en marcha en el río Muga, para abastecer a Figueres. Después, la tarea pendiente es hacerlo realidad en el ámbito del Besòs, cosa que aseguraría el suministro metropolitano.

En la sequía de 2008, según Molist, los grandes aprendizajes fueron otros y ya están consolidados: por un lado, se logró reducir el consumo doméstico y se aceptó el uso de agua de mar, a través de la desalinizadora de El Prat de Llobregat, una infraestructura que ahora se ha erigido como esencial. Anna Barnadas, secretaria general de Acció Climàtica, recuerda que esta es la sequía más dura a la que se ha enfrentado Catalunya: "El cambio climático agrava estas situaciones y las convierte en más duraderas e intensas".

Si las operadoras que no han hecho las auditorías las presentan y las obras subvencionadas por la ACA empiezan, dentro de pocos años, la eficiencia debería ser una asignatura aprobada en Catalunya.