Tribunales

Un juez de Barcelona investiga a siete mossos acusados de la detención ilegal de un marroquí gay

Una agente que presenció los hechos interpuso una denuncia ante la división de Asuntos Internos del cuerpo policial

¿Qué son delitos de odio según el Código Penal?

Archivo - Dos agentes de Mossos d'Esquadra (Recurso)

Archivo - Dos agentes de Mossos d'Esquadra (Recurso) / EUROPA PRESS - Archivo

J. G. Albalat

J. G. Albalat

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El juez de Barcelona Joaquín Aguirre está investigando a siete agentes de los Mossos d’Esquadra por los presuntos delitos de detención ilegal y de odio y discriminación contra un hombre gay de origen marroquí que el 8 de noviembre de 2021 protagonizó un altercado en un bar del distrito del Eixample de Barcelona, según las fuentes jurídicas y judiciales consultadas por EL PERIÓDICO. La polémica actuación policial fue denunciada meses después por una de las agentes que participó (por ahora también imputada) ante Asuntos Internos de los mismos Mossos. La semana pasada declararon varios de los implicados.

El incidente se produjo en un local nocturno. El propietario llamó a los Mossos d’Esquadra alertando de que un hombre de origen marroquí estaba fuera de sí y había roto un dedo a una mujer que no quiso presentar denuncia porque era amiga de la persona que estaba protagonizando el altercado. Tras rebajarse la tensión en el bar, los agentes se marcharon, pero, al cabo de unos minutos, siempre según las mismas fuentes, el dueño del establecimiento volvió a contactar con la policía porque la misma persona había quemado a un cliente en la cara con un cigarrillo

Tres patrullas

Cuando la patrulla policial llegó al bar del Eixample, se encontró con el hombre, visiblemente alterado y con actitud agresiva, reducido en el suelo por el propietario del local. “Estaba como loco”, recuerda el dueño. Al lugar se dirigieron hasta tres patrullas de la policía de la Generalitat con sus respectivos agentes: seis en total. Los policías consiguieron esposar al tipo y lo introdujeron en uno de sus vehículos. “Tuvieron paciencia con él”, insistió el propietario del establecimiento.

Al mostrarse agresivo, a parte de los dos agentes de ese coche, un tercer policía se colocó en el asiento de atrás, junto con el hombre retenido. En el interior del coche es donde, según fuentes jurídicas, el retenido recibió insultos homófobos y se le contuvo a la fuerza, recibiendo algún golpe. Además, vomitó en el coche.

En la calle

Tres minutos y medio duró el trayecto. Los mossos no condujeron al perjudicado a ninguna comisaría y lo dejaron en la calle. Los agentes han declarado que lo hicieron bajar del coche patrulla en el lugar donde, según su versión, el hombre les indició que vivía su pareja. Por esa razón, el juez imputa el presunto delito de detención ilegal. El delito de odio está vinculado a la actitud discriminatoria hacia la víctima del suceso.

No es hasta meses después, en julio de 2022, cuando una agente que iba en ese vehículo policial –y que se encontraba haciendo prácticas– decidió denunciar los hechos ante la división de Asuntos Internos de los Mossos, que ha llegado a detener a algunos de los agentes implicados, que han pasado a disposición judicial.

Investigado un cabo

A partir de ahí, empezó el procedimiento que está instruyendo el titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Barcelona, Joaquín Aguirre, y del que se encarga la fiscalía contra el odio y la discriminación. La abogada penalista Valentina Mazzoni, que defiende a uno de los policías, ha declinado hacer declaraciones, al igual que la acusación del colectivo Iridia.

Además de los seis agentes que actuaron en el incidente, también figura como investigado un cabo del cuerpo. La mossa que denunció ante Asuntos Internos a sus compañeros aseguró que había comunicado a este mando policial lo que había ocurrido en el coche. Sin embargo, el cabo lo niega rotundamente. Tres de los policías imputados no participaron en los hechos e iban en otros vehículos, por lo que desconocen qué sucedió en el coche en el que viajaba el retenido. Por esta razón, es posible que el numero de investigados se reduzca. Los dos principales inculpados se han acogido a su derecho a no declarar, mientras que la agente que denunció el caso ante Asuntos Internos, por ahora también imputada, ha ratificado su versión.

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