Estudiantes de la UPC crean un vídeo de realidad virtual para hacer sentir la LGTBIfobia: "Hay muchos estudiantes que la niegan"

Unos jóvenes están sentados en la biblioteca de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC), a punto de hacer un examen. "Espero aprobar con tus apuntes", dice una compañera. De repente, otros estudiantes lanzan hojas de papel e insultos hacia uno de ellos. "Mariquita", "gallina", "¿de dónde has sacado esta ropa?". Así empieza un vídeo de realidad virtual que han diseñado unos alumnos de la UPC para concienciar contra el odio hacia el colectivo LGTBI y que se ha presentado con motivo de la celebración, este viernes 17 de mayo, del día mundial contra la LGTBIfobia.

Lo curioso es que para ver el vídeo hay que ponerse unas gafas de realidad aumentada. Eso provoca que el espectador sienta que es él quien está recibiendo esos ataques de odio. "Ya no es un tema de normalización, es que hay alumnos que niegan la violencia machista, la violencia contra el colectivo LGTBI y que asumen las tesis de la ultraderecha. Creemos que de esta forma se pueden sentir más interpelados", explica Esteve Torrents, estudiante de Telecomunicaciones y representante del Consell de l'Estudiantat de esta universidad.

Hace seis meses que los alumnos que integran el Consell de l'Estudiantat de la UPC están trabajando con la empresa Seeds XR para elaborar un vídeo de realidad aumentada con motivo del Día Mundial contra la LGTBfobia. "Ya llevamos algunos años en la universidad y cuesta mucho visibilizar todo esto. Pensamos que de esta forma la gente puede empatizar mucho más con lo que está ocurriendo", explica Torrents. La ola reaccionaria también está presente en el campus. Una gran mayoría de los estudiantes de la UPC son hombres. "Las personas LGTBI nos rodeamos de gente como nosotros, nos movemos en burbujas. Pero cuando sales de esos círculos vemos un movimiento social bastante contrario a lo que nosotros pensamos. No estamos acostumbrados", sigue Torrent.

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Estudiantes reaccionarios

A las redes sociales del Consell, que colaboran en la organización de actos como el 8M, cada vez llegan más mensajes reaccionarios a través de la redes sociales. Pero también lo ven en vivo. "Entre los estudiantes de primero hemos oído cosas que te hacen pensar que hay que poner en marcha más iniciativas como esta", explica Paula Gutiérrez, estudiante de Ingeniería Civil y miembro del Consell. Son comentarios del estilo "¿y por qué no hay el día del hombre, el día del empoderamiento masculino?", "¿de qué sirve el 8M?".

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"En los grados más antiguos, más clasicos, como Náutica, Ingeniería de Caminos... hay una mayor presencia de hombres, de ideas políticas conservadoras. Ellos no se van a acercar a la lucha y al activismo LGTBI y necesitamos acercarnos a ellos para que no dejen pasar ni una", insiste Torrents.

El 22 de mayo se presentará este proyecto a todos los estudiantes, y a partir de entonces las gafas de realidad virtual estarán disponibles en todas las bibliotecas de la UPC. "Creemos que es una forma atractiva de hacer llegar este mensaje, a través de la tecnología que atrae a muchos jóvenes", explica Germán Sáez, subdirector de promoción de la Escuela Técnica Superior de Ingenería de la Telecomunicación. Propone que el proyecto debería ir más allá del campus. "Hay que llegar a los institutos, a la secundaria", insiste el hombre.

La calle, lugar hostil

Jon Etxalar, estudiante de Arquitectura y uno de los actores del vídeo, agradece la iniciativa. "Sobre todo porque sitúa a las víctimas como empoderadas, las víctimas confrontan los ataques. Y a la vez no es naïf, no termina como un cuento de hadas, es muy realista", agradecía. Jon está acostumbrado a vivir los ataques. "Para mí las calles son un sitio hostil. De tener que correr en un autobús hasta no estar tranquilo en una terraza. He aprendido a ponerme los cascos y pasar de todo, pero claro que he tenido miedo por mi integridad", confiesa.

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Torrents explica que a los 16 años vivió acoso hasta el punto de salir corriendo por miedo a una paliza. "Estábamos en el andén con el que era mi 'rollo', nos estábamos dando besos y vino un chico con un coche y nos llamó 'mariquitas'. Mi compañero les plantó cara, yo me asusté", cuenta el chico. Los agresores volvieron a pasar. Volvieron a insultar. El chico volvió a plantar cara. "Los otros salieron del coche hacia nosotros y suerte que entramos corriendo al tren", recuerda. Agradece el apoyo de amigos y familia. "Si no, seguro que tendría secuelas. Aunque desde entonces a mí me cuesta mucho responder a una agresión. Yo siempre paso", añade.

Gutiérrez sufre el acoso de su familia desde que esta sabe que la chica es lesbiana. "Se meten con mi forma de vestir, de comportarme... implícitamente es como si quisieran cambiarme. Lo paso bastante mal", revela.

Pau Arguiz, delegado del Centro de la Imagen y la Tecnología Multimedia, se considera un "privilegiado". "Es fuerte que mi privilegio sea no haber vivido situaciones de violencia y acoso, pensar que tengo mucha suerte porque a mí no me ha tocado". Para quien sí lo haya vivido o lo esté viviendo, Etxalar aporta su solución. "Tienes que estar seguro de lo que eres, de quién y cómo quieres ser. Cuando ocurre, sigues viviendo violencia claro pero es distinto. Yo dejé de tener miedo. No quiero que me peguen, es que no me viene bien tener que aguantar esto".