Educación en Catalunya

El agujero de la orientación escolar: "Me costó mucho encontrar apoyo para hacer FP; como mis notas no eran malas creían que era una pérdida de talento"

Alumnos de FP de Grado Medio y de Bachillerato relatan sus experiencias tras pasar de 4º de la ESO a la educación posobligatoria

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Alumnado de FP durante un examen, el curso pasado en Barcelona.

Alumnado de FP durante un examen, el curso pasado en Barcelona. / JORDI OTIX

Helena López

Helena López

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Esta misma semana, la bibliotecaria escolar María Pousa aseguraba en una entrevista en este diario que los niños dicen cosas muy interesantes, que hay que escucharles más. Eso -preguntarles, pero sobre todo escucharles- es lo que han hecho durante meses las investigadoras Aina Tarabini y Judith Jacovkis. 68 entrevistas cuyo resultado se recoge en el libro 'Perdidos por el camino: desigualdades en las transiciones educativas después de la ESO', publicado por la Fundació Bofill y presentado este jueves en la librería Ona, en Barcelona. Voces de alumnos de FP de Grado Medio y de Bachillerato que explican su transición de 4º de la ESO a la educación posobligatoria y muestran sin tapujos las lagunas del sistema.

La investigadora Aina Tarabini aboga por un sistema con educación universal hasta los 18 años

Un sistema que a ojos de Taribini debería ser "universal hasta los 18 años" ya que, pese a que en Catalunya la educación no es obligatoria hasta los 18, "según el estándar social, sí lo es", añadía Ismael Palacín durante la presentación de la obra. "Dejar de estudiar antes de los 18 años se paga carísimo, está muy penalizado. Nadie va a ningún lado con el título de ESO", prosigue el director de la Bofill. Tarabini asiente, y añade que "si cambias solo la obligatoriedad, no basta; tienes que garantizar esa universalización".

"Para hacer bachillerato no te hace falta casi ni solicitud, mientras que para acceder a un Grado Medio a veces es un calvario de trámites"

El relato de los jóvenes resulta revelador. Laura, estudiante de un ciclo de Estética, explica que le costó mucho encontrar apoyo de su entorno para hacer un Grado Medio. "Como no tenía notas malas, pensaban que era una pérdida de talento. Como me esforzaba por estudiar y me iba más o menos bien me decían que con Bachillerato podría tener más salidas", apunta la joven.

Impacto de la separación por niveles

Daniel, estudiante de Electromécanica de vehículos, explica su experiencia en la ESO: "Si los profes creían que un alumno estaba preparado para Bachillerato le ponían en un grupo que se pasaba el día estudiando. Al resto nos ponían en grupos más bajos y nos preparaban para los ciclos". El relato de Yanire, de Bachillerato científico, es similar (aunque visto desde el otro lado): "Había mucha diferencia entre los grupos. Todo el mundo sabía que si estabas en el A harías Bachillerato científico. Si estabas en el B, social. Si estabas en el C, ciclos".

La jerarquía descrita por Yanire se encuentra en prácticamente todos los testimonios en mayor o menor medida. "El conocimiento teórico está más prestigiado que el práctico y el rendimiento en materias consideradas más teóricas condiciona la autoimagen que tienen los mismos chicos sobre su valor educativo", apunta Tarabini. "El alumnado percibe una etiqueta por parte del profesorado en función de su relación y resultados hacia los dos tipos de conocimientos", añade.

Una jerarquía que deriva en que la elección del Bachillerato es concebido como la única vía del éxito, además de ser la más sencilla. "Yo nunca me planteé hacer FP. Creo que el Bachillerato está más bien visto. En la ESO siempre se hablaba de Bachillerato como si fuera mejor, y creo que eso me ha influido", explica Olga, estudiante de Bachillerato artístico.

Había mucha diferencia entre los grupos. Todo el mundo sabía que si estabas en el A harías bachillerato científico. Si estabas en el B, social. Si estabas en el C, ciclos

"El sistema no da facilidades para seguir hacia la vía profesional. Para hacer Bachillerato no te hace falta casi ni solicitud de admisión, mientras que para acceder a un Grado Medio a veces es un calvario de trámites. Además, la mayoría de centros de ESO tienen Bachillerato, así que son los estudiantes de FP, no los otros, los que tienen que ir a otro centro, solicitar la admisión...". Esta declaración, recogida en el libro, no es de ningún estudiante sino de un "responsable político del Departament d'Educación", según le citan las autoras.

La dificultad de elegir la Formación Profesional, mucho más amplia, también es señalada por muchos de los jóvenes que aparecen en el estudio, que coinciden en que eligen Bachillerato para "ganar tiempo" -al fin y al cabo tienen solo 16 años- para decir qué quieren ser de mayores. "Al principio yo estaba convencido de hacer FP, pero empecé a investigar más, y había demasiadas opciones, y empecé a dudar bastante sobre qué hacer y el profe me dijo que tirara hacia Bachillerato (...). Era mucha información, y la nota de corte me dificultó porque suspendía bastante", reconoce Silvio, estudiante de Bachillerato artístico.

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