Entrevista

María Pousa: "Una biblioteca escolar no debe tener toda la colección de Geronimo Stilton"

Galicia es referente en el impulso a las bibliotecas escolares, con un plan de mejora iniciado hace 20 años que ha llegado ya al 80% de los centros. Pousa, una de sus arquitectas, tiene claro el camino a seguir: "aprender a leer o a escribir es algo que no se acaba nunca"

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María Pousa Rodríguez, asesora de la red de bibliotecas escolares de Galicia.

María Pousa Rodríguez, asesora de la red de bibliotecas escolares de Galicia. / FERRAN NADEU

Helena López

Helena López

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-Denos envidia. ¿Qué porcentaje de escuelas en Galicia tiene biblioteca?

-La ley dice que todo centro educativo debe tener una biblioteca escolar donde se trabaje la lectura, la escritura y la alfabetización mediática e informacional.

-¿Y pasa? En Catalunya la ley también lo dice y casi la mitad de centros no la tiene.

 -Todos los centros educativos de Galicia cuentan con una biblioteca. Más desarrollada o menos desarrollada, pero la hay. Esa cultura existe. Pero existe porque se hizo una apuesta. El curso que viene hará 20 años que se creó el primer plan de mejora para 25 centros. 

-¿Empezaron por 25?

-Sí, cada año se hace una convocatoria para 25 centros. Ahora mismo son 850. Este programa supera ya el 80% de los centros educativos de Galicia de primaria, secundaria, FP, centros de educación especial, conservatorios de música…

"Las bibliotecas escolares hay que espulgarlas cada año, y esa es quizá una de las batallas más rudas"

-¿Cómo tiene que ser una biblioteca escolar?

-Centralizada. Un espacio diáfano. Lo que no puede ser una biblioteca escolar es un aula; no puede tener 25 sillas y 25 pupitres, porque entonces estás replicando el espacio de un aula. La semana pasada en la jornada de Bibliotech [encuentro organizado por la Fundació Bofill que trajo a Pousa a Barcelona], los niños dijeron cosas muy poderosas. Hay que escucharles más. Una niña dijo que a ella le gustaba ir a la biblioteca porque era un sitio distinto al aula. Lo que una biblioteca tiene que ser es un espacio de encuentro, de seguridad, en el que puedan trabajar juntos de una manera diferente a como lo hacen en el aula. Tiene que haber un mobiliario muy versátil, espacios de lectura informal... Otro niño decía que lo que más me gustaba de la biblioteca era el sofá. 

"La biblioteca escolar lo que tiene que hacer es promover la educación literaria"

-¿Estas bibliotecas están abiertas todo el día, también por las tardes, a la hora del patio...?

-A la hora del patio funcionan muy bien, sobre todo en los institutos. Son espacios que invitan a estar como tú quieres estar. Porque a lo mejor hay niños y niñas que quieren estar solos, y ahí encuentran un sitio en el que estar solos y coger un libro...

-Esa biblioteca ideal tiene que tener pantallas, ¿pero el libro físico tiene que ser la base? No hablo de enciclopedias, pero…

-¡No, no, las enciclopedias ya han salido! Bueno, alguna aún queda. Es un trabajo constante, de pico y pala. Todos los años hay que espulgar las bibliotecas, y quizá es una de las batallas más rudas que tienen que afrontar los equipos de biblioteca, porque hay profesores que creen que lo de tirar un libro es pecado mortal. 

Una biblioteca escolar no puede ser un aula con 25 sillas y 25 pupitres

-Y no lo es…

-¡No! Siempre hay alguien del equipo a quien no le importa y yo siempre digo 'que lo haga esa persona y los demás no miráis'. Pero sí, el libro físico es el sostén de la biblioteca; pero luego lo que tiene que haber son herramientas que nos ayuden a acceder a la información. Hoy en día al renovarse los espacios se han quitado los ordenadores de mesa y se ha ido hacia los portátiles y lo que se hace desde los equipos de biblioteca es bajar al alumnado desde las distintas aulas para hacer unos trabajos de alfabetización informacional. Ese es un pilar muy importante. La biblioteca tiene que llegar donde quizá no lleguen los tutores. Enseñar cómo aprender a buscar en la red, páginas seguras, dónde buscar fotos y música libre de derechos… Cuando entraron los audiovisuales, la radio… alfabetizarlos mediáticamente, que aprendan todo el trabajo que hay detrás de un podcast...  

María Pousa, experta gallega en bibliotecas escolares.

María Pousa, experta gallega en bibliotecas escolares. / FERRAN NADEU

-¿Cómo impacta la biblioteca en la escuela?

-En Galicia, los 'consellos' con menos de 5.000 habitantes no tienen por qué tener una biblioteca pública, y en la mayoría no la hay, pero sí hay una biblioteca escolar. Ahí cumple una función social. Ahora la mayoría de bibliotecas escolares tienen también una sección de adultos, para las familias y el profesorado. Es la biblioteca para toda la comunidad educativa.

-Quizá esa sea una diferencia, con Catalunya, que se escuda en que en prácticamente todo el territorio hay bibliotecas públicas. 

-Eso también pasó en Galicia, sobre todo en las ciudades; pero no tienen nada que ver. Los centros educativos tienen un público cautivo; la biblioteca escolar llega a todos los niños y niñas. En cambio, para ir a una biblioteca pública les tienen que llevar sus padres, y habrá casos en que lo hagan y otros en los que no. Además, se abren vasos comunicantes. Se entendió que no son espacios incompatibles, sino complementarios. 

Un cómic es mucho más complicado de leer que un libro

-Otra función importante es la mediación lectora.

-Las familias leemos mucho a los niños mientras no saben leer, pero cuando aprenden a leer les dejamos solos. Hay que leerles en el instituto. Hay que acompañar. Si un niño solo lee cómic, hay que intentar ofrecerle otras cosas, pero tampoco hay que obsesionarse con eso. 

El error es que cuando ya decodifican el texto, que eso no quiere decir saber leer, les dejamos abandonados

-Lo de solo leer cómics, ¿es por pereza?

-¡No! Eso es un prejuicio. A mí me parece increíble; un cómic es mucho más complicado de leer que un libro. Lees un libro y la composición te la haces en tu cabeza, pero lees un cómic y entre las líneas cinéticas, las onomatopeyas, las expresiones de los personajes… 

-Pero entiendo que el papel de las bibliotecas es ofrecerles alternativas.

-Exacto. Una biblioteca escolar no ha de tener toda la colección de Geronimo Stilton, con todos mis respetos hacia Geronimo Stilton. Puedes tener dos, porque los van a querer, pero para las colecciones tienen la biblioteca pública. La biblioteca escolar tiene que tener lo mejor; porque habrá niños y niñas que solo lleguen a lectura de excelencia porque se la ofrece su biblioteca escolar. Desde la biblioteca escolar lo que se tiene que promover es la educación literaria. 

-Y si el niño te pide Geronimo, ¿qué haces?

-Le preguntas por qué le gusta Geronimo. ¿Te gusta porque es investigador? Tienes que aprender a conocerles y a escuchares. Pero para recomendar tienes que tener un bagaje de leer, de ir a las librerías, de ver lo que hay…

-¿Las lecturas obligatorias matan el placer por la lectura?

-Las lecturas obligatorias no existen. Las únicas que existen son las de segundo de bachillerato. El placer por la lectura debe empezar desde la base. Y a veces esa base no está en casa, pero sí desde los tres años en la escuela. La base es leerles todos los días, seleccionarles lecturas que les gusten, hacer ese acompañamiento... El error es que cuando ya decodifican el texto, que eso no quiere decir saber leer, les dejamos abandonados y no les ayudamos a crecer como lectores. Y crecer como lectores es crecer en la comprensión lectora. Y ese trabajo se tiene que hacer a lo largo de toda la vida escolar, no solo con el alumnado que tenga dificultades. Aprender a leer o a escribir es algo que no se acaba nunca y hay que acompañarlo y hacer esa mediación siempre.

-No sé si conoce el plan piloto en Catalunya, que empieza con 35…

-Galicia empezó por 25, pero hace 20 años; son realidades diferentes.

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