Educación en Catalunya

Más de un mes sin profesor en segundo de bachillerato: "Es un despropósito que provoca desigualdad en la selectividad"

El curso ya ha terminado para estos alumnos, pero la mayoría de institutos ofrecen estas semanas clases de repaso para intentar recuperar las horas perdidas

La falta de profesores sustitutos, nuevo foco de tensión en los institutos catalanes

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Estudiante preparando la selectividad en la biblioteca Jaume Fuster de Barcelona el 1 de junio del 2023.

Estudiante preparando la selectividad en la biblioteca Jaume Fuster de Barcelona el 1 de junio del 2023. / RICARD CUGAT

Helena López

Helena López

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Pese a que la denominación oficial desde hace más de 20 años -segundo de bachillerato- parece querer ocultarlo, nadie pone en duda que el último curso de bachillerato sigue siendo, en la práctica, un Curso de Orientación Universitaria (el COU de los 'boomers'). "Toda la programación se enfoca a la preparación de la selectividad y cada clase perdida, una sola, ya te trastoca. No conozco a ningún profesor al que le hayan sobrado horas", señala el coordinador de bachillerato de un instituto de Barcelona que terminó las clases el pasado 6 de mayo y los exámenes de recuperación este martes, pero que entre el viernes pasado y hasta el 27 de mayo ofrece a su alumnado de segundo de bachillerato clases de preparación de la selectividad "en horario normal", de ocho a dos y media. "Son clases que en principio no tendríamos que dar, pero que la mayoría de institutos organizan para recuperar las horas perdidas. Hay centros que han estado dos meses y medio sin profesor de Latín o un mes sin profesor de Matemáticas, asignaturas troncales en la selectividad", añade este coordinador, quien tiene muy claro que el problema no son las bajas de los docentes, sino que las bolsas de sustitutos están vacías por la crisis de vocación docente.

En el caso de su instituto, este curso el principal problema lo han tenido con Latín, troncal de modalidad de la que tiene que examinarse todo el alumnado de Humanístico. "Por cuestiones de salud, el profesor de clásico ha fallado muchísimo en un año decisivo, y no cogía una baja larga porque, al no haber sustitutos, mejor dar el 60% de las clases que ninguna", lamenta el coordinador de bachillerato. Una historia que se repite en infinidad de institutos públicos de toda Catalunya.

Los institutos recurren a profesores que "saben algo" de la materia o a los docentes de baja que preparan dosieres desde casa

"Es un despropósito que pone a estos alumnos en desigualdad de condiciones respecto a los que van a la concertada o a la privada, que gestionan las sustituciones de otra manera", se indigna la directora de un instituto del Baix Llobregat, quien comparte su caso concreto. "Física y Química son casi imposibles de cubrir. Como hemos podido nos hemos ido alternando con profesores de guardia que conocen algo la materia, pero no avanzan; de Geografía estuvimos sin profesor casi un mes y de la optativa de Geología el titular cogió la baja el 1 de diciembre y no pusieron a nadie hasta el 8 de enero", enumera la directora, cuestionando también que las bajas tengan que ser de mínimo una semana para cubrirlas. "Al no ser automático, es un drama, y cada clase perdida cuenta", reitera.

Desde el instituto La Llauna de Badalona denuncian que la situación se repite todos los años. Este curso el problema más grave lo han tenido con Biología y Economía (dos meses sin profesor). Con Matemáticas han hecho una carambola para ampliar los contratos a dos personas que tenían media jornada y "sabían matemáticas", docentes de Tecnología y Física y Química para intentar no repetir la experiencia de curso pasado. En aquella ocasión, el alumnado pasó semanas sin profesor de Matemáticas, de baja y sin sustituto. Como guinda, no pudo acompañarles el día del examen de selectividad, lo que hizo que lo pasaron mal, ya que "ir con tu profesor referente te da seguridad", señala una docente del centro.

Una ausencia que impactó en los resultados, los más bajos en Matemáticas de los últimos años. "Muchos alumnos habían tirado de profesores particulares con mucho esfuerzo de sus familias, lo que supuso una presión añadida a esos chavales, que no querían fallar a sus padres", prosigue la docente, quien recuerda dolida a decenas de chavales llorando tras el examen por una situación injusta.

Desde el ampa del instituto Les Aimerigues de Terrassa (Vallès Occidental), coinciden con lo relatado por los docentes de Barcelona, el Baix Llobregat y Badalona. En el caso de este centro de Terrassa, los alumnos de segundo de bachillerato han estado dos meses sin un profesor de Física, entre el final del segundo trimestre y el principio del tercero. "Han intentado darle las guardias a los profesores que saben algo de la materia y los profesores enfermos desde casa preparan dosieres si su salud se lo permite, pero esa no es la solución", explican desde la asociación de familias, quienes insisten en que les consta que desde el instituto "hacen todo lo que pueden".

Toda la programación se enfoca a la preparación de la selectividad y cada clase perdida, una sola, te trastoca; no conozco a ningún profesor al que le hayan sobrado horas

Jubilaciones sin relevo

"La solución pasa por hacer la docencia más atractiva", remacha la portavoz de las familias de Les Aimerigues, convencida de que si un matemático en la empresa privada tiene unas condiciones infinitamente mejores que en un instituto no se planteará dar el salto a la docencia y es ahí donde hay que mirar.

Desde la La Pepeta, la plataforma de afas de la escuela pública de Terrassa, la semana pasada hicieron público un comunicado denunciando esta falta estructural de docentes y haciendo un llamamiento a que los profesionales que puedan, entren en el sistema.

Más casos. La directora de un instituto de Montcada i Reixac (Vallès Occidental) cuenta que la situación crítica en su caso la vivieron a principios de febrero, en el momento que un profesor de Literatura y Lengua Castellana se jubiló y una profesora de la misma materia cogió una baja, pasaban los días y no aparecían sustitutos, ni para la vacante ni para la sustitución.

"Los primeros días, el profesor jubilado dio una pauta para los profesores de guardia, pero a medida que pasaba el tiempo eso no se podía sostener", explica la directora. Finalmente, encontraron a un docente "dando voces por los grupos de whatsapp". "Alguien con cero experiencia y que no había pasado ningún filtro a cargo de grupos en un momento clave como la preparación de la selectividad, pero no había alternativa", añade la profesora quien insiste, como el resto de docentes consultados, en la necesidad de un debate profundo sobre la "pérdida del prestigio del docente". ¿Por qué la gente ya no quiere dedicarse a esto? 

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