Colectivos vulnerables

Los chabolistas de Montcada se quedan en las barracas esperando que el consistorio inicie el trámite judicial

Montcada da 48 horas a un grupo de chabolistas para que abandonen sus barracas

La vida en el barraquismo eterno de Montcada: "Antes veníamos los domingos a hacer barbacoas; ahora vivimos aquí"

Los habitantes de las chabolas de Montcada hablan con los agentes de la Policía Local.

Los habitantes de las chabolas de Montcada hablan con los agentes de la Policía Local. / JORDI OTIX

Elisenda Colell

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"¿Qué vamos a hacer? ¿Dónde iremos sino?", se pregunta Wuilian Quishpe, uno de los habitantes de asentamiento chabolista del ubicadas en la parcela del Torrent de la Vallençana (Montcada y Reixach). Este martes, los habitantes de la chabola se han plantado ante la petición municipal de abandonar el terreno. El pasado viernes les dieron 48 horas para abandonar sus precarias casas de lata y madera. "Pero les hemos dicho que no nos vamos, que no tenemos adónde ir", explica Luis, otro habitante. Los agentes de la Policía Local se han limitado a poner por escrito su decisión, a la espera que sea un juez quien termine echándoles del lugar.

"Yo no quiero vivir aquí sin agua, sin luz", decía Luis Beltran. La visita de los agentes locales coincidía con una fuerte lluvia que ha vuelto a embarrar el terreno. "Yo solo rezo para que deje de llover", reconocía hace unos días Ester, otra chabolista. El problema, dicen, es que no tienen adónde ir. "No nos ofrecen nada, nos dicen que nos vayamos y ya. Antes de dormir en la calle me quedo con mi huerto", reconoce Luis. Es por ello que esta mañana se han plantado. "Hemos dicho entre todos que no nos iremos", añadía Wuilian.

Los agentes se han limitado a firmar un 'recibí', que en muchos casos, literalmente, ha terminado en papel mojado por el diluvio durante el día. Un papel en el que se advierte que les han hecho llegar la resolución de desalojo, motivada por motivos medioambientales y sanitarios, pero que ellos no quieren irse. Por lo tanto, deberá ser un juez quien se posicione. Además, la propiedad del terreno no parece ser partidaria de echarles. A pesar de los requerimientos del ayuntamiento de Montcada, no han tramitado ni una petición de desahucio.

Los habitantes de las chabolas de Montcada firman, uno por uno, el documento conforme se quedan a pesar que el ayuntamiento les quiere desalojar.

Los habitantes de las chabolas de Montcada firman, uno por uno, el documento conforme se quedan a pesar que el ayuntamiento les quiere desalojar. / JORDI OTIX

Desde el pasado mes de octubre de 2023, la Policía Local de Montcada ha ido viendo como un nuevo campamento de chabolas a orillas del río Besós ha ido creciendo de forma incesante. Hoy son más de una decena de familias que viven en este solar, sin luz, sin agua y sin las mínimas garantías higiénicas. Hace unas semanas lo explicaban en un reportaje de El Periódico en el que sus habitantes hacían constar que no querían vivir en aquellas condiciones, que se habían visto obligados a construir sus chabolas después de ser desahuciados de sus viviendas y quedarse n la calle. El último informe de la Policía Local es del seis de mayo.

La semana pasada, los diferentes habitantes de las chabolas recibieron una notificación en la que se les informaba que este viernes iban a ser desalojados. En la notificación, firmada por el alcalde de Montcada, se explicita el riesgo al medio ambiente y a la salud que conlleva vivir en dichas condiciones. Recuerda el incendio mortal de enero de 2022 y que ese no es un hogar digno. Sin embargo, el documento se limita a decir que los afectados deben acudir a los servicios sociales para que les atiendan.

El pasado viernes, los agentes de la Policía Local, junto a miembros de la ADF y del propio alcalde desmontaron y retiraron las chabolas donde, a aquella hora, no vivía nadie. "Hay una familia que se ha quedado sin casa: yo les dije que vinieran pntuales pero no estaban", explicaba Ester, una de las inquilinas que se ha encarado a las autoridades. "Les he dicho que a ver donde está la orden judicial", seguía Ester. Ella lleva seis meses esperando un piso de la mesa de emergencia social, después de ser desahuciada. "No estoy aquí por gusto".

Los agentes les comunicaron que en 48 horas debían abandonar el lugar. Pero ellos se han negado. "Nos quedaremos aquí, yo no tengo adónde ir", insiste Wuilian. "El problema es que nos quieren echar pero no nos dan un lugar más digno donde vivir, nos tiran a la calle como perros", se queja Carlos, otro inquilino que es padre de una niña recién nacida. Luis confía en que, en cuanto entre un juez en el asunto, el caso se va a eternizar. "Y si no, ya me tengo mirado otro sitio donde hacer una casita", cuenta el hondureño. "Es que no tenemos otra, si no nos dan alternativa iremos vagando de un sitio a otro pero no vamos a desaparecer", añade Ester.

Hace exactamente dos años, la Generalitat, el Ayuntamiento de Montcada, la Diputación de Barcelona y el Consorci del Besòs se conjuraron para acabar con el chabolismo en esta zona. Lo hicieron a raíz de la muerte de una pareja en un incendio. El ayuntamiento insiste en que lo unico que está haciendo es tratando de evitar que estos asentamientos vayan a más, pero señala en que llevan meses esperando una inversión social de la Generalitat que se haga cargo de una vivienda para todos los afectados.