La guerra contra el narco

Persecución a toda velocidad en el mar: la Guardia Civil atrapa seis narcolanchas

¿Quién mató a los guardias de Barbate?

Persecución de narcolanchas por la Guardia Civil en Huelva

Juan José Fernández

Juan José Fernández

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Con el recuerdo del asesinato de dos guardias civiles en Barbate reavivado por recientes novedades en el caso, una operación del Servicio Marítimo del instituto armado se ha saldado este sábado con seis narcolanchas atrapadas en carreras y abordajes en las costas de Huelva.

A toda velocidad han corrido en el mar guardias y narcos, como se aprecia en el vídeo. Las persecuciones comenzaron al ser avistadas en la costa dos de las narcolanchas, embarcaciones semirrígidas que, como la mayoría de las intervenidas, llevaban cuatro motores. Cuando se vieron detectadas, las lanchas de los narcos se dieron a la fuga rápidamente. Durante la persecución, la Guardia Civil avistó a otras cuatro de estas lanchas en mar abierto.

A partir de ahí, se ha dado la secuencia habitual: embarcaciones con potentes motores fueraborda y tripulaciones alineadas como en cabalgadura saltando sobre las olas. Como en tantas otras persecuciones, cuando se han visto perdidos, los tripulantes han ido soltando fardos de la carga en el agua. Fuentes próximas a la operación refieren que en esta ocasión los narcos no se han resistido con embestidas a la lancha de los guardias, si bien sí han intentado, en vano, cruces y otras medidas de distracción y de retraso para proteger la fuga de las lanchas principales.

11 toneladas

Como consecuencia de la operación han sido detenidos siete pilotos y tripulantes, todos ellos de la misma organización criminal, dedicada al transporte de cannabis entre la costa marroquí y la española. Han sido aprehendidos 293 fardos de hachís. La droga incautada ha pesado en total 11,4 toneladas. Se trata de uno de los golpes marítimos al narcotráfico más destacados en Andalucía en lo que va de año.

La presión policial de patrullas marítimas de la Guardia Civil en el área del Estrecho hace que los portes de los narcos se desplacen hacia el este, buscando fondeaderos malagueños, y hacia el oeste, tratando de beneficiarse de la intrincada red de caños del Guadalquivir y su desembocadura o las playas más abiertas de la costa de Huelva.