Fenómeno meteorológico

La tormenta solar más "extrema" en 20 años amenaza satélites, redes eléctricas y comunicaciones

Avistamiento de auroras boreales en Catalunya por una tormenta geomagnética "severa"

Auroras boreales en Catalunya: las mejores imágenes en las redes

El Periódico /Agencias

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La tormenta solar más poderosa en más de dos décadas azotó la Tierra este viernes, provocando espectaculares auroras polares y amenazando con posibles interrupciones en satélites y redes eléctricas mientras persista durante el fin de semana. La primera de varias eyecciones de masa coronal (CMEs por su sigla en inglés), grandes emisiones de plasma y campos magnéticos desde el Sol, se produjo poco después de las 16H00 GMT, según la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos.

La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha certificado el fenómeno anunciando en sus redes sociales: "Se están observando auroras polares a latitudes muy bajas del hemisferio norte, incluida España". Los expertos de la AEMET han explicado que "las auroras aparecen por la interacción entre el viento solar y el campo magnético de la Tierra. El viento solar es más fuerte en momentos cercanos a la máxima actividad solar, que se produce en ciclos de entre 10 y 12 años".

El 24 de enero de 2012 se registró una tormenta solar de clase M 8,7. Fue entonces la mayor tormenta geomagnética registrada desde 2005. La fuerza de las erupciones solares se clasifica de forma asecendente con las letras A, B, C, M y X y números del 1 al 9. Aquella fue, por tanto, de una muy alta intensidad.

Hasta el momento, el fenómeno de este tipo más grave de los registrados tuvo lugar en 1859 y fue bautizado como Evento Carrington, por el astrónomo que lo describió. La erupción de masa solar produjo un estallido electromagnético que afectó al telégrafo de todo el hemisferio norte de la Tierra.

La NASA lleva desde el día 9 anunciando llamaradas intensas con afectación magnética en la zona inferior del sol. Se trata de la mancha solar AR3664. A lo largo de esta semana ha emitido llamaradas de intensidad variable, pero el pasado 9 de mayo soltó una de clase X, o sea, la más intensa.

Por su parte, la NOAA ha categorizado la tormenta geomagnética como "extrema", con el grado G4. Para esa entidad científica, hay cuatro grados 'G'. Estamos por tanto bajo una tormenta solar de la máxima intensidad, la primera desde que en octubre de 2003 varias erupciones solares causaron apagones en Suecia y daños en la infraestructura energética en Sudáfrica. Se espera que más oleadas impacten el planeta en los próximos días.

Cielos bíblicos

Desde el viernes las redes sociales se han llenado de fotos de auroras captadas en el norte de Europa y Australasia. "¡Acabamos de despertar a los niños para vean la aurora boreal en el patio trasero! Es claramente visible", dijo a la AFP Iain Mansfield, miembro de un centro de estudios en Hertford, Gran Bretaña. Otros como el fotógrafó Sean O' Riordan reportaron en X fotografías de "cielos absolutamente bíblicos en Tasmania a las 4:00 a.m."

En España, la AEMET anunció la pasada noche que "actualmente estamos cerca del máximo de actividad solar".

La aurora boreal de este viernes, vista desde Sabadell.

La aurora boreal de este viernes, vista desde Sabadell. / ACN

Las autoridades pidieron a operadores de satélites, aerolíneas y a encargados de redes eléctricas que tomaran medidas de precaución ante posibles perturbaciones causadas por cambios en el campo magnético de la Tierra. La Administración Federal de Aviación (FAA) de Estados Unidos dijo sin embargo que "no anticipa ningún impacto significativo en el sistema de espacio aéreo del país".

A diferencia de las erupciones solares, que viajan a la velocidad de la luz y son capaces de alcanzar la Tierra en ocho minutos, las CMEs viajan a un ritmo más lento, de 800 km por segundo. Los meteorólogos esperan poder precisar mejor el impacto que tendrán cuando se encuentren a una distancia de 1,6 millones de kilómetros.

Llamarada solar que ha provocado la tormenta magnética de grandes dimensiones que durará todo el fin de semana.

Llamarada solar que ha provocado la tormenta magnética de grandes dimensiones que durará todo el fin de semana. / NASA / AP

Los campos magnéticos asociados con las tormentas geomagnéticas inducen corrientes en los conductores largos, incluidos los cables de energía, lo que puede provocar apagones. También pueden producirse impactos en la comunicación por radio de alta frecuencia, GPS, en naves espaciales y satélites. Incluso podrían verse afectadas las palomas y otras especies que tienen brújulas biológicas.

Salgan esta noche y miren

Pero también pueden traer otros efectos, como la aparición de auroras polares -conocidas como auroras boreales o australes, dependiendo del hemisferio- en lugares donde normalmente no son visibles. Mathew Owens, profesor de física espacial en la Universidad de Reading, dijo a la AFP que los efectos se sentirían principalmente en las latitudes norte y sur del planeta. El alcance exacto dependerá de la fuerza final de la tormenta.

Una aurora boreal es visible esta noche desde gran parte de España

Una aurora boreal es visible esta noche desde gran parte de España / Observatorio de Calar Alto

"El norte de Canadá, Escocia y ese tipo de lugares van a tener buenas auroras; creo que podemos afirmarlo con seguridad", dijo, y añadió que la situación puede repetirse en el hemisferio sur. "Mi consejo es que salgan esta noche y miren, porque si ven la aurora, es algo espectacular", continuó. En Estados Unidos, este fenómeno podría observarse en la región más al norte de estados como California y Alabama.

Brent Gordon, de los servicios meteorológicos espaciales del NOAA, sugiere que las personas intenten tomar fotografías nocturnas con sus celulares, incluso si la aurora no es perceptible a simple vista. "Te sorprendería lo que puede verse en la foto" captada con los celulares más modernos, afirmó.

Las autoridades recomiendan a la población mantener las medidas regulares frente a posibles apagones, como tener a mano linternas, baterías y radios meteorológicas. La mayor tormenta solar de la que se tenga registro es el "evento de Carrington", de 1859: destruyó la red de telégrafos en Estados Unidos, propinó descargas eléctricas y la aurora boreal fue visible en latitudes inéditas, hasta América Central.