Los falsificadores se lanzan al filón de las monedas de 2 euros: son indetectables y no dejan rastro

En agosto de 2022 agentes de los Mossos d'Esquadra encontraron 4,3 millones de euros falsos en billetes de 500 en una mochila escondida en una zona boscosa de Cervelló. Ese hallazgo permitió iniciar una investigación conjunta de Mossos d'Esquadra y Policía Nacional que culminó un año después con la desarticulación de una de las mayores redes de falsificación de billetes de Europa.

Gracias a la 'matrícula' de los billetes se pudo detener al impresor en Altea (Alicante), que había estado en prisión 13 años atrás por antecedentes similares, así como a otras cinco personas acusadas de pertenecer a una banda de albaneses que falsificaba y distribuía moneda falsa en una nave de la población alicantina de La Nucia, en la que se descubrieron máquinas industriales de impresión. En total los agentes requisaron unos 8 millones de billetes fraudulentos.

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En Catalunya, los Mossos señalan que la aparición de moneda falsa es más habitual en el Área Metropolitana –por su nutrida población–, aunque en los últimos meses también se han detectado pequeños laboratorios en la zona de Tarragona. Además, el jefe de la Unidad Central de Falsificación de Moneda de los Mossos, el subinspector Sergi Sánchez, explica que las bandas de delincuentes acostumbran a diversificar las actuaciones delictivas, como el tráfico de drogas, de seres humanos o de armas, incluyendo también la distribución de moneda falsa. "Es una actividad más", ha asegurado Sánchez.

Un millón de euros en monedas falsas

Sin embargo, estos grupos criminales no suelen fabricar el dinero fraudulento, ya que para ello se necesita cierta logística. Para billetes hace falta una impresora pero, para monedas, una infraestructura más grande. Es lo que se encontraron agentes de Mossos y de Policía cuando, semanas atrás, cerca de Toledo, desmantelaron el mayor taller de fabricación de monedas falsas de 2 euros en España y el más importante de Europa en la última década.

En aquella ocasión se detuvo a 10 personas de origen chino que lograban el material por internet y ensamblaban monedas en un taller metalúrgico en una nave industrial en la provincia de Toledo, después de haber tenido un local similar en Barcelona. El grupo se dedicaba a la falsificación desde 2018. Los investigados distribuían las monedas falsas en salones de juegos y casinos, además de usarlas en compras o devoluciones en comercios de la comunidad china. A simple vista no se distinguen de las auténticas y se necesita un imán para detectarlas.

Los agentes requisaron medio millón de monedas de dos euros, suma que asciende a un millón de euros. Sánchez explica que es "poco habitual" falsificar moneda, ya que se necesita una nave industrial con maquinaria específica para su impresión. Además, el beneficio puede ser menor: "Si fabrico un billete de 500 y lo vendo a un 10% de su valor, gano 450 euros, de lo que descuento los materiales. El precio de las monedas falsas era de 80 céntimos por unidad y su material, más caro y difícil de conseguir, por lo que tuvieron que producir muchas".

El subinspector explica que el proceso de falsificación de las monedas es más laborioso, ya que se debe hacer por las dos caras y por el lateral. Sin embargo, la ventaja respecto a los billetes es que son más difíciles de detectar por su enorme similitud con las auténticas. Las primeras denuncias llegaron por responsables de las empresas que cuentan la recaudación en casinos, que las descubrieron al vaciar las tragaperras, por lo que se desconoce cuándo se cometió el fraude. 

Denunciar siempre

Los responsables de Mossos remarcan la importancia de la investigación para requisar estas monedas, ya que puede haber muchas más en circulación. También alertan de que es delito intentar desprenderse de un billete falso recibido y piden a la población que denuncien cualquier moneda falsa que les llegue para poner cerco a los grupos criminales que distribuyen el dinero. En este sentido, destacan que es normal que "por una moneda de 2 euros falsa" no se presente denuncia, pero que es importante para seguir el rastro, igual que cuando un cajero automático recibe un billete fraudulento.

De hecho, los falsificadores cada vez están más especializados gracias a la aparición de mejores impresoras y a la facilidad con la que consiguen los materiales, como tinta o papel de billetes. Además, hay grupos de fuera de España que se dedican a mejorar técnicamente estas falsificaciones para conseguir eludir los controles de las tiendas.

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