Muere repentinamente otro denunciante del proveedor de Boeing: había encontrado un defecto de fabricación grave

El exauditor de calidad Joshua Dean, encargado de las inspecciones de Spirit AeroSystems, proveedor del fabricante de aviones Boeing, ha muerto a causa de una infección repentina que contrajo hace apenas dos semanas. El fallecido, un hombre estadounidense de 46 años, era uno de los denunciantes que habían advertido defectos de fabricación graves en la aeronave 737 MAX, que ya protagonizó un incidente el pasado mes de enero por el que hubo varios despidos.

Cabe recordar que hace apenas unas semanas fue hallado muerto un exempleado de Boeing tras testificar contra la compañía, por lo que esta sería la segunda muerte vinculada a la multinacional norteamericana en menos dos meses.

Hallado muerto un exempleado de Boeing tras testificar contra la compañía

Denuncia a Spirit AeroSystems

El hallazgo de Dean se remonta a octubre de 2022, cuando detectó perforaciones en el mamparo de presión de popa en el citado modelo de avión. Asimismo, tras su despido, el Dean aseguró haber pasado por alto otra imperfección durante el proceso de revisión, esta vez en un defecto de fabricación en los anclajes que unen la aleta de cola con el fuselaje.

Con esta información en su mano, el exauditor presentó una denuncia de seguridad ante la Administración Federal de Aviación (FAA): "Después de que me despidieron, Spirit AeroSystems [inicialmente] no hizo nada para informar a la FAA ni al público", escribió en su queja, a raíz de la cual se inició una investigación.

Meses más tarde, la FFA respondió a Dean con una carta en la que le informaban de que habían completado el informe y, pese a no especificarse los resultados del mismo, vino a confirmar que sus acusaciones "tenían fundamento", recoge el The Seattle Times.

Boeing despide al responsable de los aviones 737 Max tras el incidente aéreo de enero

Segundo fallecido en dos meses

Joshua Dean es el segundo fallecido vinculado a Boeing en las últimas semanas, después de que John Barnett (62), un antiguo empleado de Boeing conocido por haber criticado públicamente los estándares de producción de la compañía, muriese a causa de un presunto suicidio.

Previamente a su jubilación, Barnett, con experiencia como gerente de calidad en una planta de Boeing en North Charleston (Carolina del Sur), testificó contra el fabricante asegurando que había acelerado la producción de sus aviones 787 Dreamliner, poniendo en riesgo la seguridad de los pasajeros.