Los pantanos del Ter-Llobregat remontan del 14% al 22% de su capacidad en apenas dos meses

Las lluvias primaverales se están convirtiendo en providencial balón de oxígeno para los pantanos de las cuencas internas catalanas. El pasado 8 de marzo, los embalses del sistema Ter Llobregat tocaron fondo, al situarse en apenas un 14,71% de su capacidad. Casi dos meses más tarde, tras encadenar varios episodios de lluvia, han remontado hasta superar el 22%. Ocho puntos en solo ocho semanas. Cabe decir que tres de ellos han aumentado desde el lunes de esta semana.

Todo ello brinda un margen que, teniendo en cuenta que el temporal de esta semana y el deshielo aún deben hacerse notar en la situación de los pantanos, ha llevado a que el Govern estudie la próxima semana si finalmente se levanta la fase de emergencia.

Superado el umbral de la emergencia

A día de hoy, Susqueda (Osor) se encuentra al 26,69%; la Baells (Cercs), al 32,97%; la Llosa del Cavall (Navès), al 22,40, y Sant Ponç (Clariana de Caerdener), al 31%. En total, acumulan 136 hectómetros cúbicos (hm3). La fase de emergencia se activa cuando las reservas de estos dos ríos disminuyen por debajo de los 100 hm3.

De hecho, tras flexibilizar en abril las multas y suavizar las restricciones que pesan sobre las piscinas, este jueves el Govern ya ha rebajado un grado en la escala de alertas por sequía –al pasar de excepcionalidad a alerta– en la cabecera del río Llobregat. Según se ha publicado este jueves en el Diari Oficial de la Generalitat de Catalunya, las precipitaciones caídas durante el mes de marzo (no las de los últimos días) han permitido aliviar las medidas antisequía en 23 municipios que dependen del río Llobregat.

El último episodio ha registrado nieves abundantes en el Pirineo –con puntos en los que cayeron desde 100 a 150 mm en las cotas altas–. En el conjunto del territorio, el lunes fue el día más lluvioso de los últimos dos años y medio.

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