Los vecinos vuelven al edificio desalojado de madrugada en Llagostera después de una inspección favorable

Los vecinos del número 12 de la calle Sant Pere en el centro de Llagostera (Gironès) han podido regresar este sábado al mediodía a casa, después de que el Ayuntamiento haya inspeccionado el edificio y considere que "no hay peligro". Doce personas fueron desalojadas preventivamente de madrugada, cuando se desprendió un trozo de falso techo en la habitación de un piso de la segunda planta. Uno de los cuatro inquilinos, Bully Yatabarr, agradeció que nadie estuviera en el dormitorio donde bajó los escombros porque, según dijo, "si hubiera habido alguien durmiendo, habría muerto". Los escombros todavía están sobre la cama. En estos momentos, y por indicación del arquitecto municipal que ha revisado el inmueble, se están apuntalando algunas estancias del edificio para aumentar la seguridad de los vecinos.

Según informaron los Bomberos de la Generalitat, el aviso de este siniestro se recibió a pocos minutos de las doce de la noche. Hasta el punto del accidente se desplazaron cinco dotaciones de los Bomberos, que consideraron que el piso donde se desprendió el falso techo y el de al lado precisaban atención técnica. De los treinta vecinos evacuados, una veintena pudieron regresar a casa dos horas más tarde y doce tuvieron que pasar la noche en el pabellón municipal.

Inspección favorable

Este sábado por la mañana, tal y como detallan fuentes municipales, el arquitecto y el arquitecto técnico municipales -acompañados del alcalde de Llagostera, Narcís Llinàs- se han desplazado hasta el edificio para efectuar la inspección técnica, que ha resultado favorable. Desde el Ayuntamiento "no hay peligro" y que, por eso, se ha permitido a los inquilinos regresar a sus casas. Lo que sí se está haciendo, como medida preventiva, es apuntalar algunas estancias del blog que se consideran más frágiles.

Mustafá Auurir es uno de los vecinos que ha tenido que ser desalojado. En su piso, les están apuntalando el baño. "Nos han dicho que hay que poner estos puntales, pero es algo raro vivir así", aseveró. Tras el accidente, Auurir querría cambiarse de piso porque dice tener "miedo", pero que "a pesar de los peligros" no dejarán el bloque porque no disponen de ninguna alternativa.

Vecinos con miedo

En la puerta de al lado, donde ha habido el desprendimiento del falso techo en un dormitorio con literas, el inquilino Bully Iatabarr agradece que sus tres compañeros de piso estuvieran en el comedor con él. "Si hubiera habido alguien durmiendo, habría muerto", dice convencido. Sobre la camilla todavía se pueden ver todos los escombros apilados. Yatabarr también tiene miedo: "Habría que arreglar el edificio antes de que volviéramos a vivir allí porque tenemos miedo de estar aquí".

En el primer piso, Zacarías Rhia ha podido pasar la noche en casa después de tener que salir deprisa de madrugada. "Vamos a buscar otro piso porque aquí no podemos vivir, todo el mundo tiene miedo", ha dicho.

Desde el Ayuntamiento explican que aparte de apuntalar el edificio, ya se han puesto en contacto con el propietario del inmueble para que "tome medidas para que el edificio no se convierta en un peligro para la gente que vive en él".