Tormenta de granizo

La lección tras el cierre de la AP-7: Trànsit mejorará la información y cortará en puntos en los que se pueda evitar el colapso

El Ministerio de Transportes defiende que la retirada del granizo de la AP-7 se hizo en el "mínimo tiempo imprescindible"

Tormentas acompañadas de granizo y nieve dejan paisajes blancos en zonas del Vallès y Maresme

La nieve y el granizo obligan a cortar la AP-7

La nieve y el granizo obligan a cortar la AP-7 / Albert Segura / ACN

Carlos Márquez Daniel

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El primer mandamiento de la seguridad vial dice que la integridad de las personas pasa por encima de cualquier otra consideración. Bajo esa premisa, el Servei Català de Trànsit (SCT) tomó el sábado por la tarde una decisión muy poco popular: cerrar la AP-7 durante cinco horas entre Llinars del Vallès y Sant Celoni en ambos sentidos a consecuencia de una granizada que dejó el firme impracticable.

El SCT asegura que antepuso la posibilidad de un siniestro múltiple y dice que no abrió un carril para drenar el tráfico porque tras la piedra llegaron la lluvia y las placas de hielo

En la memoria del gestor público, el siniestro que se produjo en febrero de 2022 en la C-32 entre Calella y Pineda tras una tormenta similar: 50 vehículos implicados y cuatro heridos graves. Trànsit lamenta la aciaga tarde que pasaron el sábado miles de conductores. Y aunque defiende su manejo de la situación, se marca dos tareas pendientes: mejorar los canales de información y cortar y desviar el tráfico en puntos más alejados en los que los conductores puedan tener alternativas claras para evitar el embrollo.

Accidente C-32

Imagen del siniestro en la C-32, en febrero de 2022, tras una tormenta muy similar a la del sábado / Archivo

El pasado sábado se optó por la prevención. Pero como suele pasar en estas situaciones, por un lado está el operativo que tiene unos objetivos concretos, y por el otro, los afectados, que en este caso se quejaron amargamente de falta de información, respuesta lenta y ausencia de efectivos para poder recuperar la carretera cuanto antes.

Ramon Lamiel, director del SCT, ha tenido a bien atender a este diario para reproducir, aclarar y ver qué lecciones deja lo sucedido en la AP-7.

"Tenemos que hacer los cortes en lugares en los que se pueda derivar hacia otras vías de alta capacidad"

Ramon Lamiel

— Director del Servei Català de Trànsit

"Desde el primer minuto teníamos muy claro que no podía volver a pasar lo de hace dos años", sostiene. Con ese antecedente, primero se intentó, tras el corte, abrir un carril por sentido y así poder drenar el tráfico. La teoría era que los vehículos, sobre todo los camiones, pudieran deshacer el granizo y limpiar el asfalto.

"Pero las patrullas de los Mossos d'Esquadra vieron que eso no sucedía. La piedra quedaba chafada, y justo entonces se puso a llover y se formó una placa de hielo. Ante esta situación, se decidió cortar los dos sentidos para evitar posibles siniestros múltiples", resume Lamiel.

Este punto de la narración, y antes de hablar sobre cómo actuaron las máquinas quitanieves, es un buen momento para hablar del margen de mejora. El director de Trànsit explica que la información llega a los conductores a través de Twitter y los paneles informativos. Esas son las vías que controla el SCT. En esta última herramienta está previsto realizar una prueba piloto de "mensajes variables" en los que se informe, en puntos en los que hay que decidir qué camino tomar, sobre las posibles alternativas ante un suceso que pueda alterar el correcto funcionamiento de una arteria. Pero también está la radio y los navegadores. Para lo primero, la cosa fluye bien y los datos llegan de manera ágil y actualizada. Para lo segundo, hay margen de mejora y la cosa va por barrios.

La AP-7, vacía, durante el corte del pasado sábado

La AP-7, vacía, durante el corte del pasado sábado / Albert Segura (ACN)

En el caso de la aplicación Waze, relata Lamiel, la Administración pública está en conversaciones con esta 'app' para que incluya "paneles de información virtual", es decir, que Trànsit se convierta en proveedor de datos para que los usuarios reciban los avisos en su teléfono. Lo mismo se quiere hacer con Tom Tom, aunque el mecanismo es más complicado, y con Google, empresa con la que no han conseguido todavía reunirse. Meta final: que todos los conductores, de un modo u otro, conozcan el estado de la carretera, de manera que cualquier afectación les permita planificar mejor la ruta.

La Administración está en negociaciones para mejorar los datos que llegan a través de los navegadores

Por un lado, la comunicación de problemas. Por el otro, la importancia del punto de corte. Mossos y Trànsit se han visto este mismo lunes para abordar esta cuestión. Una vez se toma la decisión de guillotinar una autopista, la prioridad es que sean los menos posibles los que caigan en la involuntaria trampa. "Tenemos que ser más incisivos y contundentes a la hora de realizar los cortes de carretera. Hay que hacerlos más arriba, en lugares en los que se pueda derivar hacia otras vías de alta capacidad", comparte Lamiel. Piensen en los cortes en Barcelona a consecuencia de una manifestación, pensados para que la circulación busque otros afluentes. Pues lo mismo, pero a lo bestia.

A toro pasado todos somos Manolete, pero aquí lo bueno es que el SCT tendrá que volver a la plaza para enfrentarse a su particular Islero. Y si sucede lo mismo en la AP-7, se puede actuar de otra forma: "Los que subían en dirección a Girona se podían desviar por la C-60 para que fueran a la C-32. Y los que bajaban, por Maçanet (C-35 y N-II) y también hacia la C-32. O incluso más, arriba, a la altura del aeropuerto de Girona, a través de la A-2). Es decir, que el tajo de la arteria sea más grande pero que el 'bypass' garantice mejor la circulación. Así las cosas, con una comunicación eficaz y cortes más eficientes, la afectación debería ser menor.

Máquinas y palas

Pero volvamos a los hechos. Nos habíamos quedado con el corte completo, sin opción de abrir un carril y el suelo con placas de hielo. Era el turno de las máquinas quitanieve del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, titular de la AP-7. Venían desde Granollers. La que tenía que actuar en sentido sur de la autopista lo tenía fácil porque llegó en dirección contraria y con la calzada liberada. Tardó, dice Lamiel, 20 minutos.

Tráfico intenso en la AP7 en abril de 2023.

Tráfico intenso en la AP-7, en abril de 2023 / MANU MITRU

La que debía intervenir en el otro ramal, dirección Girona, tuvo que atravesar por el arcén la columna de vehículos parados. Tardó el doble, justifica el director del SCT, por un pequeño choque entre dos coches que dificultó su avance.

Sobre el hecho de que se viera a agentes de policía picando el suelo con palas, una imagen peculiar, el responsable de Trànsit asegura que así lo decidió un sargento de Mossos "porque la máquina no terminaba de romper el hielo y estaba claro que no se dejaría pasar a nadie hasta que la autopista estuviera en condiciones". En total, fueron cuatro horas de corte en sentido sur y cinco horas hacia el norte.

Ojo con el clima

Sobre si hubo improvisación, Lamiel se muestra contundente: "En absoluto. Teníamos la experiencia de hace dos años, cuando la situación era muy similar, y teníamos muy claro que lo que se quería evitar era una situación de accidentes múltiples". Lo que sí que no sabían, porque no había una alerta específica, es que se produciría semejante granizada.

Los hechos meteorológicos extraordinarios, de hecho, son un nuevo elemento a tener en cuenta en la seguridad vial. "Nos tenemos que preparar, no solo para situaciones como la del sábado, también para inundaciones o golpes de calor", señala Lamiel. En estos casos, insiste, la información juega un papel muy relevante para prevenir sobre el uso de determinadas carreteras. Pero también se puede llegar a determinados colectivos, prosigue el director de Trànsit, como ciclistas o motoristas, para que no usen una vía concreta muy expuesta al sol en momentos de calor extremo. Movilidad a la carta para que la siniestralidad vaya a la baja. Y también para que la afectación sea menor. "Lamentamos mucho lo ocurrido el sábado, pero si se hubiera producido un siniestro múltiple, el cierre habría sido mucho más largo".

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