Educación en Catalunya

La sequía impacta en la escuela: entra en el currículum y deja gimnasios sin ducha

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Carteles en el lavabo de una escuela de Santa Coloma de Gramenet.

Carteles en el lavabo de una escuela de Santa Coloma de Gramenet. / MANU MITRU

Helena López

Helena López

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En el instituto escuela La Tordera de Santa Maria de Palautordera (Vallès Oriental) la tradición marca que son las familias de segundo de primaria las encargadas de construir con sus manos (e ideas) el Rey Carnestoltes. Este año ha sido Reina y con un tema muy claro: el agua. Crearon una trabajada Reina Carnestoltes convertida en una suerte de diosa pagana de la lluvia llegada desde Pandora, con una enorme gota en la hebilla del cinturón para concienciar a los pequeños sobre la sequía, y cuya invocación funcionó tanto que remojó precisamente la jornada de Carnaval.

Carteles en todos los lavabos de los centros educativos catalanes recuerdan la importancia de ahorrar agua

La sequía se ha colado este curso en las escuelas e institutos catalanes de mil maneras (con mayor o menor intensidad), ya que el colegio (por suerte) difícilmente es ajeno a las cuestiones que marcan no solo la agenda, sino el día a día (y el futuro) de los niños. El IE La Tordera no es en absoluto el único cuyo Carnaval giró alrededor de la sequía [además de la Reina del Agua, el alumnado de infantil se disfrazó de gotas de lluvia, de nubes, de rayos...]. En la escuela Dovella, en el barrio del Clot, en Barcelona, los niños de cuarto de primaria son los encargados de elaborar al monarca que manda al alumnado acudir al colegio en pijama o con un zapato de cada. Este año lo hicieron también azul y recordaba la importancia de ahorrar agua por el bien común.

En el caso del alumnado de cuarto de primaria de la Dovella, además, el trabajo alrededor del agua está atravesando gran parte de su día a día. Todo empezó porque, de manera casual, los niños observaron los carteles en el metro y en los quioscos, de "emergencia por sequía" y lo comentaron en clase.

"Les dije que me enviaran fotos de dónde los habían visto, por qué estaban allí... y surgió una primera pregunta ¿el agua siempre es buena? A partir de ahí empezamos a pensar en la relación entre los humanos y el agua, las consecuencias y salieron una serie de subtemas: tsunamis, inundaciones, sequía, la contaminación del agua, los seres que viven en el agua y dependen del agua, qué plantas necesitan más agua para vivir, cuáles no", relata Natàlia Gamarra, tutora del grupo, quien, a partir de ahí, les preguntó qué querían saber sobre la relación de los humanos con el agua. De ahí surgió toda otra serie de preguntas, que están intentando resolver desde las distintas materias.

La sequía se ha colado en el currículum de todas las edades, de infantil a secundaria

La sequía, por ejemplo, a partir de noticias en la prensa. Calcularon también su huella hídrica y ahora inician un trabajo interdisciplinario para calcular el agua que gasta el colegio para exponerlo después al resto de grupos junto a posibles medidas a tomar como grupo. El trabajo por proyectos era eso.

Más allá de los proyectos, en algunos casos, en paralelo, los currículums competenciales, de hecho, han abierto la puerta a infinidad de experiencias similares, tanto en primaria como en secundaria. En el IES Investigador Blanxart de Terrassa (Vallès Occidental), por ejemplo, los alumnos de primero de ESO hacen un proyecto sobre el cambio climático y qué podemos hacer para evitarlo, donde se habla de las consecuencias de este, como la sequía. Y en el proyecto de tercero, trabajan sobre el efecto del cambio climático en la meteorología y analizan datos relacionas con la sequía.

"¿Por qué la riera no tiene agua?"

Basta una rápida encuesta para concluir que el trabajo de concienciación -y de comprensión del mundo- se hace desde infantil y primaria, en clase, en los lavabos y en las fiestas, tanto en los colegios más innovadores como en los más tradicionales. Otro ejemplo: Examen de 'Medi' de tercero de primaria (8 años) sobre el ciclo del agua en el IE Pallerola de Sant Celoni: "El día que fuimos a ver en qué estado se encontraba la riera de Pertegàs. ¡Nos dimos cuentos de que faltaba agua! Ahora que ya estás hecho un experto en el tema, explica por qué crees que la riera no tiene agua; explica las consecuencias que eso conlleva y propón dos recomendaciones para, entre todos, hacer un buen uso del agua".

También en el IE Pallerola, en secundaria, todos los grupos de primero de ESO hacen un proyecto que se llama 'Convención salvemos la tierra' en el que se tratan diferentes problemáticas medioambientales, entre ellos tanto la contaminación de agua como la escasez de agua dulce.

Acciones concretas

Además del impacto en el currículum, los centros catalanes han iniciado acciones concretas, como colgar carteles en todos los lavabos concienciando al alumnado de la importancia de no derrochar agua o colocar bridas en los grifos para que efectivamente caiga menos agua o recoger agua de la lluvia (la poquísima que cae), para regalar los huertos escolares, heridos en algunos casos de muerte por las restricciones.

Algunas escuelas han colocado bridas en los grifos para ahorrar agua

Eduard Vidal i Terrés, director de la Escola FEP Sant Ramon, en Barcelona, apunta que en su centro todos los grifos tienen temporizador -es decir, todos se apagan solos- y que ahora lo que se plantean es dar un paso más y reducir el tiempo.

"Concienciar a los niños en un consumo responsable del agua tiene un valor altísimo" para promover cambios en las familias"

Anna Simó

— Consellera d'Educació

De hecho en esta escuela hace varios años que dieron un paso que algunos centros están dando también ahora: eliminar las duchas después de la clase de educación física.  Forman parte de la red Escoles Més Sostenibles de Barcelona y, además del delegado de clase, cada grupo de I-3 a cuarto de ESO tiene un 'Capità Mongeta', el encargado de confirmar entre otras cosas que no se derrocha agua, equipo que forma un 'Eskamot Verd', encargados de velar por las buenas prácticas para el cuidado del planeta.

La consellera d'Educació, Anna Simó, ha subrayado "concienciar a los niños en un consumo responsable del agua" tiene un valor "altísimo" para "promover cambios en las familias" hacia un "estilo de vida responsable y sostenible" ante el "contexto actual de sequía extrema que estamos sufriendo". Simó ha visitado este viernes, acompañada del conseller d'Acció Climàtica, David Mascort, la escuela Salvat Papasseit, de Santa Coloma de Gramenet (Barcelona), para conocer su programa sobre ahorro de agua.