Sector estratégico

Barcelona da un salto adelante con el desarrollo de nuevos chips avanzados

El superordenador de Barcelona posiciona a España y Catalunya como líderes de Europa

Un ejemplo de 'Sargantana', la nueva generación de chips de código abierto desarrollados en Barcelona

Un ejemplo de 'Sargantana', la nueva generación de chips de código abierto desarrollados en Barcelona / BSC - CNS

Carles Planas Bou

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Barcelona ha dado un paso adelante para posicionarse como un polo de innovación especializado en el diseño de semiconductores, un material indispensable para todo tipo de tecnología. Este miércoles, el Barcelona Supercomputing Center - Centro Nacional de Supercomputación (BSC-CNS) ha presentado un nuevo chip avanzado que supone un "importante avance para aconseguir la soberanía tecnológica europea".

Apodado 'Sargantana', esta tercera generación de procesadores de código abierto es uno de los "más avanzados de Europa a nivel académico" y el primero de su familia en superar un gigahercio de potencia. Que sean de código abierto significa que todo el mundo, desde empresas a instituciones públicas, puede acceder a ellos de forma gratuita. Según Miquel Moretó, coordinador del proyecto, eso permite "una nueva era de innovación a través de la colaboración abierta".

Esta generación de semiconductores de altas prestaciones, financiada con las ayudas de España y de los fondos europeos, es la primera de este tipo desarrollada íntegramente en el país. Se basan en RISC-V, una arquitectura de 'software' libre que ven como una "revolución" y que, aseguran, "será vital para garantizar la soberanía tecnológica y mantener la competitividad industrial europea", según ha valorado Mateo Valero, director del BSC.

Autonomía estratégica

El modelo de 'Sargantana' quiere consolidarse como una alternativa a las grandes multinacionales tecnológicas que, como la taiwanesa TSMC o la estadounidense Nvidia, dominan ese mercado estratégico. Durante décadas, la Unión Europea (UE) ha dependido de los chips fabricados en Estados Unidos, Taiwán, China o Japón, una dependencia que ha mermado sus intereses.

Es por eso que Bruselas pidió al BSC "liderar el desarrollo científico" de unos chips "libres y locales" con la suficiente potencia para sustentar nuevos avances en campos cada vez más importantes como la inteligencia artificial (IA), la computación cuántica, el llamado internet de las cosas o el sector del automóvil.

El Centro Nacional de Supercomputación ha respondido a esa petición europea con el impulso de la nueva generación 'Sargantana'. Aunque de momento se destinarán a la investigación y no a dispositivos como ordenadores o móviles, estos chips experimentales tienen la misión de impulsar la autonomía de España y Europa para que puedan competir en el mercado global. Barcelona está en el centro del impulso a un sector crucial para la economía que "aportará gran valor a la cadena productiva".