Accidentes de tráfico investigados como crímenes: así trabaja la unidad especializada de los Mossos

"La investigación de un accidente de tráfico es como un juego de ajedrez, sólo ves el jaque mate final, pero nuestro trabajo consiste en echar la vista atrás y entender cómo se ha llegado hasta aquí", explica el agente de los Mossos d' Esquadra Toni Domènech, uno de los integrantes de la Unidad de Investigación de Accidentes de Tráfico de la Región Policial Central. Este es un departamento del área de tráfico especializado en la indagación de las causas que se esconden detrás de los siniestros más graves que se producen en la región. Desde la reforma del Código Penal en 2019, su papel se ha convertido en cada vez más relevante, teniendo en cuenta que las penas por delitos cometidos en accidentes de tráfico son más duras y, en algunos casos, la investigación detrás de un accidente se asemeja a la de un crimen.

La labor de reconstrucción de los siniestros viarios permite determinar posibles responsabilidades penales

El jefe del área regional de tráfico de la Catalunya central, Francesc Parra, destaca que se está abandonando la idea de que un accidente es algo fortuito. "En la mayoría de los accidentes, interviene el factor humano, no ocurren porque sí". El inspector explica que, desde la última modificación del Código Penal, los siniestros viarios en los que se produce la muerte o lesiones graves de una persona fácilmente "pueden acabar derivando en un procedimiento penal, puesto que muchas conductas temerarias al volante ya están tipificadas como delito". En este sentido, remarca que el atestado que elaboran los Mossos a partir del trabajo de investigación "es clave" para determinar las causas que han provocado un accidente y tiene mucho peso en la decisión final de un proceso judicial.

"La investigación también tiene un poder reparador para los familiares de las víctimas, que necesitan entender el accidente"

El trabajo del equipo de la Unidad de Investigación de Accidentes de Tráfico comienza cada vez que se produce un accidente en alguna de las carreteras del área que cubren, que, en el caso de la Catalunya Central, incluye las comarcas del Bages, Anoia, Moianès , el Solsonès, el Berguedà, Osona y el Lluçanès. "Por la emisora, nos alertan de que ha habido un accidente y, si vemos que es grave, activamos a los investigadores", destaca la jefa de la Unidad de Investigación de Accidentes de Tráfico, Alícia Fontanet. Una vez llegan al lugar de los hechos, señala que "cada accidente es un mundo". Lo importante, afirma, "es no perder de vista que lo primero es la asistencia a las personas y actuar con la máxima rapidez para poder restablecer la circulación del resto de vehículos".

"En la mayoría de los accidentes, interviene el factor humano, no ocurren porque sí"

Una de las investigadoras de la unidad que participa en el trabajo de investigación a pie de carretera, Isabel Maldonado, subraya que el primer paso es "medir todos los indicios que se encuentran en la vía y que nos ayudarán a realizar la reconstrucción de accidente". Una de las principales tareas consiste en marcar las posiciones finales de los vehículos con unas cruces de colores sobre el asfalto y tomar unas fotografías cenitales con una pértiga que posteriormente servirán para simular el escenario del accidente a partir de un programa informático. También resalta que es importante hablar con las personas implicadas, siempre que sea posible, así como con el resto de cuerpos de emergencias "que pueden tener información relevante sobre cómo ha ido el accidente".

Reconstruir el accidente

Una vez recogida la información en el lugar de los hechos, comienza el trabajo de reconstruir el accidente. Uno de los agentes especializado en este ámbito, Toni Domènech, indica que en esta fase se analiza cuál era la dirección de los vehículos o qué movimientos han realizado antes del impacto. Para obtener estos datos, los agentes utilizan diferentes vías, como dirigirse a las grúas para escanear los vehículos en 3D para ver los tamaños de deformación y la participación de energía en el impacto. "A partir de ahí, se aplican técnicas propias de la ingeniería mecánica para ver la velocidad en la que circulaban los vehículos u otros factores como la distancia de frenado", apunta.

Domènech también destaca que cada vez más vehículos cuentan con el sistema EDR, que es una herramienta que permite guardar los datos del accidente. "A diferencia de la caja negra del avión, que graba voces e imágenes, este aparato nos ofrece datos técnicos sobre el vehículo, como la velocidad, el régimen de motor, el grado de giro del volante, si aceleraba o frenaba en el momento del accidente". En este sentido, considera que es un mecanismo que ayuda mucho a resolver las principales dudas en cualquier investigación de un accidente en la que "se llegan a unas conclusiones objetivables y fidedignas a la realidad gracias a los avances tecnológicos".

Fontanet asegura que, en la mayoría de los casos, se llega a unas conclusiones que "son demostrables científicamente". De hecho, un denominador común en todos los accidentes es, según la jefa de la Unidad de Investigación de Accidentes de Tráfico, el hecho de que son "multicausales, son un conjunto de circunstancias que acaban provocando y, en algunos casos, hay concurrencia de responsabilidades, aunque la decisión final la tiene el juez, una vez se le entrega el atestado”. Fontanet también remarca que la investigación de los accidentes no sólo sirve como prueba de peso en un procedimiento penal, "también tiene un poder reparador para los familiares de las víctimas, que necesitan entender el accidente".

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