Educación en Catalunya

Victoria escolar en el Poblenou: Gabriel podrá quedarse en el instituto del barrio, con sus amigos

"Sufrirá sin sus amigos": la historia de Gabriel, el niño separado de sus compañeros por tener necesidades educativas especiales

Barcelona 19/06/2023 Gabriel Cáceres (en el centro de la imagen con gafas), un alumno de sexto de primaria de la Escola la Llacuna del Poblenou, con NEE necesidades educativas especiales le han asignado un instituto no adscrito y alejado de su entorno. Los compañeros y compañeras de clase han escrito una carta al Consorci d’Educació para que su amigo se quede en un instituto de referencia. Foto de Ferran Nadeu

Barcelona 19/06/2023 Gabriel Cáceres (en el centro de la imagen con gafas), un alumno de sexto de primaria de la Escola la Llacuna del Poblenou, con NEE necesidades educativas especiales le han asignado un instituto no adscrito y alejado de su entorno. Los compañeros y compañeras de clase han escrito una carta al Consorci d’Educació para que su amigo se quede en un instituto de referencia. Foto de Ferran Nadeu / Ferran Nadeu

Helena López

Helena López

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El proceso ha sido largo, pero finalmente Gabriel ha recibido la confirmación de la noticia más esperada. El Consorci d'Educació de Barcelona ha atendido la tierna carta de sus compañeros de clase (también a las recomendaciones de los profesionales y al sentido común) y, finalmente, podrá empezar en septiembre en El Joncar, instituto del barrio, junto a muchos de sus compañeros del cole.

La noticia, en junio, de que enviaban a Gabriel -alumno de sexto de primaria de la escuela pública La Llacuna del Poblenou- al instituto Salvador Espriu [centro no adscrito y en otro barrio] impactó en toda el aula. Como recogió este diario, la clase de los Camaleons no podían entender que mandaran a su amigo de toda la vida (que, entre otra quien a los 3 años diagnosticaron una alteración cromosómica rara as cosas, hace que se desoriente socialmente) a un instituto en El Clot, donde acudiría solo, ya que la mayoría de sus compañeros habían entrado, en alguna de sus primeras opciones, en los tres institutos del barrio.

El mensaje que aquella incomprensible decisión de la administración mandaba a los Camaleons era claro: a los niños 'distintos' se les separa. Hoy, en cambio, los chavales reciben otro bien distinto: no callar ante las injusticias y luchar por revertirlas da frutos. 'De vegades ens en sortim', que cantaban Manel. La emotiva y combativa misiva que firmaba toda la clase, en la que pedían al consorcio que repensara su decisión ["como conocemos a Gabriel, sabemos que sufrirá sin el apoyo de sus amigos", decían] ha funcionado.

Proceso complejo

El envío de Gabriel al Salvador Espriu se debía a la política del Consorci d'Educació de Barcelona encaminada a redistribuir al alumnado con necesidades educativas especiales entre todos los centros de la ciudad ["para que no se concentren todos en unos pocos considerados de referencia y hacer que todas las escuelas sean realmente inclusivas", argumenta una voz del consorcio].

El proceso de preinscripción cuenta con dos listas, la de los alumnos llamados "ordinarios" -sin dificultades conocidas- y la de los alumnos con necesidades educativas especiales A y B (por cuestiones físicas o intelectuales o por cuestiones socioeconómicas) y están pensadas con el objetivo de que todos los centros asuman un porcentaje de niños y niñas con necesidades, y redistribuir, así, la complejidad. Esta medida, efectivamente, ha logrado reducir significativamente la segregación escolar en Barcelona. En ocasiones, sin embargo, cuando el número de alumnos con necesidades educativas que desearía acudir a un centro es mayor al número de plazas reservadas para estos en el mismo, pueden producirse situaciones injustas como la de Gabriel, que finalmente se ha resuelto satisfactoriamente.

Al ser preguntado en su día -tras la polémica primera asignación- por la cuestión, fuentes del Consorci aseguraban que estudiarían el caso. "Estamos comprometidos con la distribución de los alumnos con necesidades especiales, pero también, por supuesto, con el bienestar de estos niños. Somos flexibles; si hay un informe del EAP (los equipos de asesoramiento y orientación psicopedagógica) señalando que un niño no puede separarse de sus compañeros lo respetamos", respondían. Así ha sido. Aunque han tardado en hacerlo oficial (la confirmación de la plaza en El Joncar, que por su proyecto educativo es el centro de referencia para los alumnos de La Llacuna), no les ha llegado hasta esta semana.

Además de en casa de Gabriel, por supuesto, el final feliz de esta historia ha supuesto una gran alegría para toda la clase, tanto para los niños y niñas que seguirán estudiando junto a su amigo, como para sus familias. Gabriel es un niño muy querido en un grupo muy unido. "El suyo es un caso de éxito de la escuela inclusiva", decía Alejandro Cáceres, padre de Gabriel, durante su batalla por intentar que su hijo mayor no se desvinculara de sus compañeros. "Durante todos estos años sus compañeros han sido la muleta que necesitaba para avanzar; ahora no se la podemos quitar”, subrayaba.

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