En la provincia de Barcelona

Alerta por el riesgo de retrasos en los entierros e inscripciones en los registros civiles catalanes

El nuevo modelo de gestión concentra los trámites de varias poblaciones en una sola oficina, cuando antes, con los jueces de paz, estaban repartidos

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La natalidad en España se desploma con un nuevo mínimo: ni 330.000 nacimientos en 2022

Las dependencias del Registro Civil de Sabadell, con decenas de expedientes.

Las dependencias del Registro Civil de Sabadell, con decenas de expedientes. / MANU MITRU

J. G. Albalat

J. G. Albalat

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"Hola, ¡¡hoy todavía no tenemos ninguna licencia (de entierro)!! ¿Pasa alguna cosa?". Este 'whatsapp' fue remitido a las 13.44 horas por la directora de una funeraria a un letrado de la Administración de justicia encargado de un registro civil de una localidad de la provincia de Barcelona. A los pocos minutos insistía aludiendo a los fallecidos pendientes de entierro: "Son para esta tarde. El funcionario contestó: "Estoy liado con un expediente, a ver si en un momento puedo ponerme y firmar".

El registro de Sabadell ha pasado de atender a 216.650 habitantes a 322.417

El nuevo modelo de gestión de este servicio empezó a implantarse en 2021 en algunas ciudades y en la actualidad se está desplegando en toda la provincia de Barcelona. Las tareas que antes hacían varios registros locales, que estaban a cargo de jueces de paz, se acumulan ahora en una sola oficina dirigida por un letrado de la Administración de justicia. El riego de caos es evidente y existe una posibilidad real de retrasos en entierros e inscripciones en general, como matrimonios o nuevas nacionalidades.

Los registros civiles en España tramitaron entre el 2 de enero y el 22 de junio de este año 481.166 inscripciones de nacimientos, fallecimientos, nacionalidades y matrimonio. De ese total, 72.466 corresponden a Catalunya, la mayoría de la provincia de Barcelona, por su población. La ley de los registros civiles que modificó su funcionamiento y su estructura se remonta a 2011, pero su despliegue no empezó hasta 10 años más tarde, en 2021. La previsión es completar su aplicación en septiembre del 2025, según apuntó hace unos meses el Ministerio de Justicia.

Con un reglamento anticuado

"A fecha de hoy no hay un reglamento nuevo, por lo que debe aplicarse el de 1958, ya desfasado. La aplicación de una ley administrativa sin el oportuno reglamento supone un absoluto disparate desde un punto de vista jurício", asegura Iván Fructuoso, responsable del Registro Civil de Sadadell. "A nivel organizativo, compaginar la labor de un juzgado y del registro civil puede ocasionar graves disfunciones en la expedición de las licencias de entierro y en la autorización de matrimonios. Yo mismo he llegado a firmar licencias de entierro a horas intempestivas para no tener que hacerlo al día siguiente y evitar asi que las familias deban prolongar el sufrimiento y dolor", recuerda.

El objetivo del Gobierno español era reorganizar estas oficinas y dotarlas de los medios necesarios, entre ellos informáticos, para que este servicio público fuera más eficiente y ágil. Pero también hay otra motivación, no menos importate: su desjudicialización. Los registros estaban comandados por un juez y un letrado de la Administración de justicia. Con el nuevo modelo, este último funcionario es el único responsable. Ha desaparecido del organigrama la figura del juez.

Los letrados de la Administración de justicia de los registros, que no cobran por esa labor, denuncian que no dan abasto por la acumulación de asuntos y porque, además, compaginan esa labor con la del juzgado al que estan asignados. "Debería separarse las funciones y ampliarse la plantilla", sostiene Frructuoso.

Concentración de funciones

La saturación del servicio se debe a que la estrenada estructura centraliza los trámites en los registros de las localidades que son cabeza de partido judicial, como Sabadell, Terrassa, Rubí, Cerdanyola o Martorell (Barcelona es diferente y existen tres registros civiles). En Sabadell, por ejemplo, se ha pasado de atender a 216.650 habitantes a 322.417, al incorporarse poblaciones cercanas, como Santa Perpètua de la Mogoda, Castellar del Vallès, Sant Quirze del Vallès y otras cinco. En estos municipios siguen abiertas las dependencias con unos pocos funcionarios para iniciar los trámites que se concluyen en Sabadell, donde se encuentra el letrado de la Administracion de justicia.

En Terrassa, la situación es similar, al ampliarse el radio de acción de su registro a Matadepera o Viladecavalls, entre otros (de una población de 223.627 se ha pasado a 250.398). "El registro civil funcionaba muy bien, con el esfuerzo de todos, pero la situación es de estrés absoluto. Es evidente que se necesitaba un cambio porque el sistema era anticuado, pero como se está amplicando es un desastre", afirma Julian Terroba, el responsable de este registro.

El registro de Cerdanyola atenderá a 180.586 personas (antes 57.855), al sumar ciudades como Ripollet, Montcada o Barberà del Vallès o Badía.

El caso de Rubí también es sangrante, pues a parte de los habitantes de dicha localidad se añaden los de Sant Cugat del Vallès que, además, cuenta con el Hospital General de Catalunya, y Castellbisbal del Vallès. En total: 184.107 habitantes, cuando antes Rubí cubría las necesidades de 78.591 vecinos.

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