Pruebas de acceso a la universidad

"Este examen es un regalo": termina una de las selectividades más plácidas de los últimos años

"¡Rusia es culpable!", del fascista Ramón Serrano Suñer, en el examen de Historia

El ocaso de los libros, la expansión "caníbal" de internet y Netflix, en la selectividad

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A1-176290623.jpg / ZOWY VOETEN

Helena López

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Viernes, último día de la selectividad, y el último examen de la fase general, el de Lengua y literatura catalana, ha sido, según cuentan varios jóvenes a la salida, "súper fácil, un regalo". "¡Que empiece el verano!". "Esta noche, ¡a celebrarlo!". El temor que recorría los pasillos de las facultades el día anterior, tras el examen de Historia -"no puede ser todo tan bonito, seguro que en el de Catalán, se pasan"- resultó ser infundado.

La última prueba obligatoria de las PAU 2023 -que ha tenido como protagonistas a Mercè Rodoreda y la llegada del hombre a la Luna-, no ha provocado ni quejas ni polémicas. Todo lo contrario, a los chavales les han hecho los ojos chiribitas al leer las preguntas sobre 'La plaça del Diamant', obra que tanto (y tan bien) habían trabajado en clase. Ese clásico entre los clásicos; como ya pasó el miércoles, con 'Nada', en el examen de Lengua castellana y literatura.

El contrapunto -siempre lo hay- lo han puesto las pruebas de la fase específica (la que permite subir nota, nunca bajarla) de Matemáticas aplicadas a las Ciencias Sociales y Fundamentos Artísticos. "Un drama", según las definían algunos estudiantes, dispuestos ya a olvidar las penas esta noche en una de las fiestas más esperadas de sus (cortas) vidas.

La prueba de Catalán ha incluido también preguntas sobre textos de Joan Puig i Ferreter, Jesús Moncada y Lara Bonilla. Esta última, con un fragmento de 'Fins a la Lluna i més enllà', donde relata la carrera espacial entre rusos y americanos. Del Sputnik 1 al Apollo 11. "Exponed, en un máximo de cincuenta palabras, por qué en el artículo se afirma que la misión del Apollo 11 tenía un alcance científico limitado".

Lágrimas tras las 'Mates'

Los puntos negros de la selectividad que este viernes termina, a ojos de sus protagonistas una selectividad sin demasiados sobresaltos, incluso "tirada" para los más optimistas (hay prácticamente unanimidad en que Castellano, Historia, Inglés y Catalán han sido "más que asumibles"), han sido los examen de especialidad de Física, Matemáticas aplicadas a las Ciencias Sociales y Fundamentos Artísticos; pruebas que los alumnos han definido como "una pasada de difícil", "en plan, imposible sacar buena nota". Pero esas piedras en los zapatos no empañan la valoración global. En general, la sensación ha sido positiva: una de las selectividades más plácidas de los últimos años.

Han puesto el broche final a las PAU 2023, a las 15.00 horas, los exámenes de Biología, Economía de Empresa, Diseño y Tecnología Industrial.

Estudiantes de la Selectividad, esta semana en la UPF.

Estudiantes de la Selectividad, esta semana en la UPF. / ZOWY VOETEN

Ahora, a celebrarlo y a esperar pasando los nervios como se pueda hasta el 22, día en el que se publicarán las notas y se confirmará si la percepción de los estudiantes estaba justificada.

Código contra el acoso

Prácticamente la única novedad de la selectividad de este año -que sigue el mismo modelo desde el 2010-, ha sido la introducción de un código de conducta para prevenir cualquier forma de acoso; después de que en marzo la comisión organizadora de las PAU cesara como coordinador de la selectividad a un profesor de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) que había sido suspendido de empleo y sueldo por presunto abuso de autoridad. El nuevo código de conducta, que han tenido que leer y firmar los más de 2.000 profesionales que participan en la organización de las PAU, señala que los examinadores han de velar por "la prevención de cualquier forma de acoso psicológico, de acoso laboral, sexual, por razón de sexo o de orientación sexual; expresión o identidad de género, así como tener una actuación diligente cuando se detecte un caso".

Una vez pasada la Selectividad 2023 -cuando salgan las notas y las notas de corte- tocará hablar de la del 2024, hoy por hoy completamente en el aire para desespero de docentes, familias y estudiantes de primero de Bachillerato, después de la convocatoria de elecciones generales anticipadas para el próximo 23 de julio. El Ministerio de Educación anunció la semana pasada que "guardaba en un cajón" el borrador del real decreto que regula la nueva selectividad, cuya aplicación iba a comenzar en junio de 2024, algo en lo que, de hecho, nadie confiaba. Todo dependerá del resultado de los comicios, y el candidato del Partido Popular ya ha advertido de que, si gobierna, suprimirá la ley educativa conocida por el nombre de la ministra que la impulsó, Isabel Celaá.

La nueva 'sele', ¿para cuándo?

En principio, la nueva selectividad, pensada en la actual lógica competencial de los nuevos currículums, se iba a desplegar de forma definitiva en junio del 2028, pero en junio del 2024 se tenían que ir incluyendo pruebas competenciales "de manera gradual".

Más allá de los (encallados) cambios en la forma de las pruebas, no son pocas las voces tanto entre profesores de Bachillerato como entre familias de alumnos, que señalan que la propia existencia de la selectividad -cuya nota, hoy por hoy tiene un peso del 40% para la nota de acceso a la universidad- es "anacrónica, injusta e innecesaria", tras el esfuerzo hecho en el Bachillerato, "donde los chicos ya han demostrado sus conocimientos". "La gestión del estrés que provoca jugarse el futuro en un solo examen castiga, por ejemplo, a los alumnos con cargas: no son pocos los que tienen que cuidar de sus hermanos pequeños, por ejemplo, doblemente castigados", señalan.