Educación

Tu hijo no sabe qué estudiar después de selectividad. Así le puedes ayudar

El 50% de alumnos de 4º de la ESO solo se plantean 10 profesiones por la falta de orientación escolar

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La orientación es fundamental para el éxito laboral, pero falla en España, donde apenas hay un profesional para 750 alumnos

Una alumna de primero de bachillerato de Barcelona, en la prueba piloto de selectividad, el pasado mes de marzo.

Una alumna de primero de bachillerato de Barcelona, en la prueba piloto de selectividad, el pasado mes de marzo. / Alberto Paredes / Europa Presas

Olga Pereda

Olga Pereda

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A escasos días de que los estudiantes de bachillerato se presenten a las temidas pruebas de selectividad (denominadas PAU en Catalunya), en los hogares solo hay un tema de conversación: "Y ahora, ¿qué? ¿Qué vas a estudiar?". La pregunta es honesta, pero está mal formulada y llega tarde. La orientación y el acompañamiento académico y profesional no debe empezar en bachillerato (tampoco en 4º de ESO), sino en el primer curso de secundaria. ¿Cómo? Se lo preguntamos a los expertos.  

No hables de los trabajos, sino sobre las potencialidades de tu hijo

No hables de los trabajos, sino sobre las potencialidades de tu hijo

"¿Qué quieres estudiar?" es la primera pregunta que se hace a los chicos y las chicas. Aquí empieza el fallo. Carlos Javier González, profesor de filosofía y orientador de bachillerato del colegio San Gabriel (Madrid), apuesta por cambiar la pregunta y darle un cariz socrático: "¿Quién soy yo y qué deseos tengo?". Los orientadores no deben, en su opinión, ser oráculos sino "acompañantes". "Nuestra misión no es dirigir, sino acercarnos a ellos y acompañarlos. También desde el punto de vista psicoemocional".

Elena Ibáñez, investigadora sobre los empleos del futuro, fundadora de Singularity Express y autora del ensayo '¿Tú hijo aún no sabe qué estudiar?' (editorial Larousse), insiste en que, a la hora de ayudar a los hijos para encontrar su camino académico y profesional, la pregunta no debe ser "¿qué puestos de trabajo hay y en cuáles encaja mi hijo?", sino "¿qué potencial tiene mi hijo y qué trabajos con futuro encajan con él?".

"El criterio de la empleabilidad y las salidas profesionales no debe ser el único que sirva para orientar a nuestros hijos. Debemos tener muy en cuenta sus intereses y capacidades, debe existir una clara motivación porque una profesión puede tener mucho futuro, pero si no le interesa va a dejar los estudios. De ahí, la alta tasa de abandono universitario", explica la divulgadora.

Faltan orientadores: hay uno por cada 750 estudiantes

Faltan orientadores: hay uno por cada 750 estudiantes

La orientación académica y profesional es un factor determinante para el futuro de los estudiantes de secundaria. Sin embargo, sigue siendo una asignatura pendiente en España. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) establece que los centros educativos deben contar con, al menos, un orientador por cada 250 estudiantes. España está lejos de alcanzar esta cifra ya que, de media, hay un orientador por cada 750 alumnos, según el informe anual Xcelence, un modelo de orientación desarrollado por la Fundación Bertelsmann. Otra cifra del estudio de Bertelsmann que no invita al entusiasmo es que apenas la mitad de los estudiantes de ESO, bachillerato y FP tienen claro qué quieren estudiar en etapas posteriores.

El 33% de los que entran en la universidad la abandonan

El 33% de los que entran en la universidad la abandonan

Las lagunas en orientación tienen serias consecuencias. La primera, el abandono universitario. El informe 'Datos y cifras del sistema universitario español', del Ministerio de Universidades cifra en un 33% la tasa de abandono de los estudios superiores, aunque con una diferencia muy destacada entre universidades presenciales (26%) y no presenciales (64%). La rama que sufre más abandono es Artes y Humanidades (43%), seguida de Ingeniería y Arquitectura (40%). Los cambios de grado tienen una tasa mucho más moderada, 12%, y apenas hay diferencias entre los centros presenciales y los no presenciales. 

El informe de Bertelsmann añade que alrededor un 30% de los <strong>estudiantes de FP no finalizan sus estudios</strong> durante el periodo previsto y, entre las causas, está el abandono o el cambio de ciclo. "La mayor parte de estas bajas se producen por <strong>falta de información sobre la oferta educativa postobligatoria</strong> y la falta de análisis y madurez en la toma de decisiones académicas y profesionales de los estudiantes. Estas situaciones se podrían corregir de forma eficaz reforzando la orientación que reciben durante la etapa de secundaria", concluye el informe. 

Urge adelantar la orientación a 1º de ESO

Urge adelantar la orientación a 1º de ESO

La orientación tiene dos etapas. La primera es la de explorar y la segunda, tomar la decisión. La primera debe comenzar en 1º de ESO, algo que brilla por su ausencia en España a pesar de que todos los expertos en educación así lo recomiendan. Si la orientación comienza en bachillerato se llega tarde por un motivo fundamental: son cursos en los que hay que enfocarse en sacar buenas notas, explica Ibáñez.

Cuando tu hijo da el salto de primaria a secundaria es hora de comenzar la labor de orientación. La oferta de estudios y profesiones es inmensa, pero hay dos certezas: tu hijo va a trabajar con tecnología, así que toca ponerse al día. La segunda, añade la divulgadora, es que los puestos profesionales pierden terreno frente a los roles profesionales. "El objetivo de la orientación va más allá de ayudar a elegir los estudios profesionales. El objetivo es mostrarles qué áreas con alta demanda están más alineadas con su propósito, con lo que les mueve", subraya.

Hay 3.200 grados. Si te ves desbordado, pide ayuda profesional

Hay 3.200 grados. Si te ves desbordado, pide ayuda profesional

El libro de Ibáñez deja clara una cosa. El mundo laboral actual no tiene nada que ver con el hace años. El número de profesiones y ramas del conocimiento es de tal envergadura que muchos padres y madres se sienten, lógicamente, desbordados. Solo en la universidad hay más de 3.200 grados. “Cuando quieras ayudar a tu hijo a elegir estudios y trabajos, no empieces hablándole de estudios y trabajos. Averigua antes cómo descubrir sus talentos”, recomienda. “Antes se elegía carrera sin tanta parafernalia”, dirán en muchas casas. Error. “La realidad actual es todo menos simple”, recuerda la experta.

La orientación no puede ser que consista en dos visitas a centros laborales durante ESO y un par de charlas de profesionales. “Es una tragedia”, se lamenta la fundadora de Singularity Express. “Conocer a los hijos e hijas incluye saber sus aptitudes cognitivas, su inteligencia emocional, su manera de ser y su capacidad para programar”, concluye Ibáñez, que recomienda a los padres y las madres pedir ayuda profesional para encaminar la orientación académica y laboral de sus hijos.

Los alumnos también 'fallan'

Los alumnos también 'fallan'

La orientación falla en España, y la culpa es de todos: sistema educativo y familias. Los alumnos y alumnas no se libran, también tienen también puntos flacos. El primero, según la autora de '¿Tú hijo aún no sabe qué estudiar?', son sus altos niveles de exigencia, que les lleva a ser "muy conscientes de sus derechos pero no tanto de sus deberes". La consecuencia es la frustración que sienten cuando no consiguen sus objetivos. La segunda, es la gratificación inmediata, algo que han interiorizado de la mano de internet y las redes sociales. “La vida adulta y profesional no implica, precisamente, gratificación inmediata", concluye la experta.

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