Arrestados en Madrid los ladrones que hicieron estallar cajeros Bankinter en Barcelona

Los Mossos d’Esquadra, la Policía Nacional y la Guardia Civil, en una investigación conjunta, han detenido a 14 jóvenes, de entre 20 y 30 años, que se habían especializado en hacer estallar los cajeros automáticos, sobre todo de la entidad Bankinter, tal como avanzó este diario. Están detrás de una decena de golpes, cuatro de estos perpetrados en Catalunya en junio y setiembre de 2022, que les han reportado unos 600.000 euros de beneficio. Solo cuatro de los investigados han ingresado en prisión preventivamente. 

Los arrestados actuaban en dos grupos criminales distintos –había rotación de sus miembros– y pertenecen a los barrios de Villaverde y Usera de Madrid. Al poner el foco sobre ellos, a los investigadores les llamó la atención la convicción que mostraban, sobre todo los más jóvenes, en querer llevar ese estilo de vida delincuencial, una opción dulcificada en la ficción por películas como 'Hasta el cielo' (2020), de Daniel Calparsoro, con Miguel Herrán y Carolina Yuste en los papeles protagonistas. 

Esa película, en concreto, está inspirada en grupos de ladrones que practican el 'alunizaje', un método criminal acuñado en España que consiste en robar un coche –todoterrenos o familiares de Range Rover, BMW o Audi–, estamparlo marcha atrás contra el escaparate de un negocio cerrado y robar los objetos de valor que hay en el interior del local. El choque destroza puertas o ventanales y deja el paso abierto a los delincuentes que, a pesar de la alarma y el estruendo que generan, disponen de un buen puñado de minutos para entrar, coger cuanto puedan y darse a la fuga. 

Los policías, al ver cómo actuaban los grupos que estaban reventando cajeros, intuyeron que tenían que ser también 'aluniceros', ha explicado el subinspector Isidoro Barbero, jefe de la Unitat Central de Multirreincidents de los Mossos. No se equivocaban. Entre los investigados se acumulan los antecedentes por delitos de alunizaje. En esta investigación, sin embargo, los agentes los han detenido por poner bombas en los cajeros automáticos con el método del 'slide pizza' (corte de pizza, en inglés). 

Tal como muestran las imágenes distribuidas por los Mossos, lo que hacían era introducir por la ranura de los billetes una bomba y hacerla estallar cuando estaba dentro. Así reventaron dos cajeros en Santa Coloma de Gramenet y Barcelona, en junio de 2022, y también en Barcelona y Sant Boi de Llobregat, en setiembre de 2022.

Para huir, en ambas ocasiones, condujeron tras ambos golpes hasta Sant Cugat del Vallès, donde cambiaron de coche. Uno de los vehículos abandonados fue rociado con un extintor –para ocultar restos biológicos que permitieran identificarlos– y al segundo le prendieron fuego. 

Robos con fuerza y con violencia

La investigación de los tres cuerpos policiales ha acreditado que además de la decena de cajeros atacados, entre Catalunya, Andalucía, Comunidad Valenciana y Comunidad de Madrid, estos sospechosos también protagonizaron dos robos con fuerza y dos robos violentos. Para estos dos últimos, se disfrazaron de policías de paisano, mostrando acreditaciones falsas. 

El 24 de abril se llevó a cabo un dispositivo de explotación conjunta de los tres cuerpos policiales en el que se realizaron 23 registros en domicilios de Madrid, Toledo, Leganés, Málaga, Navalcarnero y Santo Domingo de Caudilla (Toledo ).

En las entradas se intervino pólvora y material pirotécnico para fabricar explosivos, cerca de 42.000 euros en metálico, de los que 6.000 estaban coloreados con tinta de seguridad, procedente de los sistemas de protección de los cajeros. También se hallaron armas cortas, como un revólver, y largas, como un rifle.

Los policías desconocen qué materiales usaban para provocar las detonaciones pero no era una mezcla de gases como las que habían usado otros grupos recientemente. Pero sospechan que los trozos de 'pizza' –la carga explosiva– que introducían a través de la billetera los preparaba un especialista que colaboraba con los dos grupos y que usaba pólvora procedente de material pirotécnico a la venta en el mercado. Una vez colocado el artefacto, que empujaban con un bastón emulando el palo que introduce la pizza en el horno, lo hacían estallar a través de un impulso eléctrico. Es un modo de proceder arriesgado para la integridad de los propios ladrones.

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