Derechos LGTBI

Exilio LGTBI: "Nos fuimos de Chile para que nos reconocieran como madres de nuestro niño"

Parejas de lesbianas que vienen a inseminarse a España y luego sus países no las reconocen como madres

El poliamor desde dentro: "No somos un matrimonio más uno, somos tres y estamos felices"

Cristina y Cecilia se instalaron en Barcelona después de que la legislación chilena no reconociera su maternidad

Cristina y Cecilia celebran su boda en Navás, en 2012, antes de mudarse a Chile.

Cristina y Cecilia celebran su boda en Navás, en 2012, antes de mudarse a Chile. / CEDIDA

Alba Mármol

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Para ser reconocidas como madres de su hijo Marc, Cecilia y Cristina acabaron dejando Chile, que entonces no reconocía el matrimonio LGTBI, y se instalaron en Barcelona. La suya es una historia más sobre las muchas dificultades con las que las parejas de lesbianas se encuentran a la hora de ser madres. Ellas era conscientes de los obstáculos. Aun así, en 2019 decidieron tener un hijo, por lo que acudieron a una clínica chilena de reproducción asistida. “Sabíamos que tendríamos que librar una batalla legal”, lamenta Cristina.

La pareja se había casado en 2012 en un pueblo cercano a Barcelona, pero se fue a vivir a Chile, el país de procedencia de Cecilia, por razones laborales. Al poco de llegar, fueron a registrar su matrimonio, pero las autoridades chilenas les denegaron la petición. "Solo se podían registrar los matrimonios del extranjero que son heterosexuales", cuenta Cristina. Aun así, decidieron iniciar su embarazo en el país andino. "Siempre decimos que el proceso de la reproducción asistida fue muy fácil, lo que se complicó fue el reconocimiento", dice Cristina. Además, a diferencia de España, donde la donación es anónima, en Chile podían conocer la voz y hasta ver una foto del donante.

Recurso al Constitucional

Antes de que naciera su hijo, Cecilia y Cristina pidieron el registro civil e iniciaron un recurso al Tribunal Constitucional de Chile, que admitió la causa. Sin embargo, perdieron por un voto, "aunque la sentencia fue muy polémica”, afirma Cristina. “A ojos de todo el mundo ambas éramos las madres de Marc, pero legalmente no”, añade. Tampoco pudieron optar por la vía de la adopción, que solo se permitía con el matrimonio.

Para Cristina, ser la única madre legal era una responsabilidad que le suponía una “presión enorme”, sobre todo en su día a día. "Por ejemplo, si Marc coge fiebre en la guardería en Barcelona, las educadoras pueden llamar a Cecilia para que les dé permiso para que se tome un medicamento. En Chile no. Yo era la única que podía recogerlo en el colegio, por ejemplo. Cecilia solo podía hacerlo con mi autorización", cuenta.

Agotar todas las vías legales

Cuando Marc llegó al mundo, coincidiendo con la pandemia del coronavirus y un futuro demasiado incierto, volvieron definitivamente a España, donde ambas son reconocidas como madres. “Agotamos todas las vías legales en Chile. Todo el mundo decía que no”, insiste.

En 2021, Chile legalizó el matrimonio igualitario y hace menos de un mes terminaron los trámites para el reconocimiento legal de Cecilia como madre de Marc, que ya tiene 3 años. “Nos habría encantado que hubiera funcionado en Chile, pero ahora ya es tarde”, lamenta Cristina. En julio de 2022 presentaron una demanda contra Chile ante el Sistema Interamericano de Derechos Humanos por vulnerar sus derechos como familia y los de Marc. “Lo vamos a luchar hasta el final. Ahora ya es una cuestión de activismo. Y no se trata de un caso aislado”, manifiesta.