200 inquilinos protestan ante una inmobiliaria de Barcelona por una "estafa" de 200.000 euros

"Cuando encontramos el piso, la inmobiliaria Rentaz nos dijo que teníamos que pagar 1.340 euros de honorarios porque el propietario era una persona física. Pero cuando fuimos a firmar el alquiler vimos que la propiedad era una empresa, Tizisa SA. Le trasladamos nuestras dudas a la inmobiliaria porque no era una persona física como nos dijeron. Nos respondieron que siempre lo hacían así, y que si no queríamos, nos quedábamos sin contrato". Júlia Martínez es una de las 400 inquilinas de Barcelona afectadas por lo que el Sindicat de Llogateres considera "una estafa". Unos 200 vecinos se han presentado este martes frente a la sede de esta empresa, en el Passatge dels Camps Elisis de la capital catalana, para que les devuelvan el dinero.

El artículo 20 de la Ley de Arrendamientos Urbanos establece que las empresas que alquilan pisos deben pagar los honorarios que cobran las inmobiliarias. Pero hay 200 vecinos, que viven en 30 pisos de Barcelona propiedad de la familia Monleón-Pagés, que han tenido que pagar los honorarios de la inmobiliaria cuando no les correspondía. Es lo que asumen desde el Sindicat de Llogateres de Barcelona, que cree que en total puede haber 400 inquilinos afectados en más de un centenar de pisos, que podrían haber pagado 200.000 euros ilegítimos. "Este agente de la propiedad está redoblando la estafa, se salta la ley y desatiende sus responsabilidades", se ha quejado el portavoz del sindicato, Enric Aragonés.

Esta mañana los 200 inquilinos que se han organizado han protestado frente a la sede de Rentaz en Barcelona. La idea era hacerles llegar un documento con todas sus firmar para iniciar negociaciones y que les devuelvan el dinero. Pero la empresa no les ha abierto la puerta. "No descartamos empezar otros trámites judiciales", dicen desde el sindicato.

Desperfectos y fugas de gas

En la protesta también ha intervenido Patricia, otra vecina afectada que vive con su pareja en un piso de esta propiedad en Barcelona. "Teníamos un agujero en el techo, humedades, grietas... no hay mantenimiento, hay mucha suciedad e incluso hemos tenido fugas de gas. Se hace muy difícil vivir ahí aunque nunca hemos dejado de pagar el alquiler. Ni la inmobiliaria ni la propiedad se hacen cargo de los desperfectos. Es muy peligroso", ha explicado. Una situación que para el Sindicat de Llogateres es especialmente grave. "Esta gente incumple sus responsabilidades, no hace reparaciones y los pisos no están en buen estado. Es su responsabilidad abrirnos la puerta cuando queremos hablar con ellos", ha insistido Aragonés.

Prohibir los honorarios por ley

El caso de esta empresa es especialmente grave, aunque el Sindicat de Llogateres considera que hay que revisar al completo cómo se cobran los honorarios por parte de las inmobiliarias. Se calculan en base al 10% de lo que los inquilinos pagan al año de alquiler, además del 21% de IVA. En Barcelona, dicen, de media serían unos 1.500 euros. Una cantidad "desorbitada", apuntan, teniendo en cuenta que estas empresas asumen las funciones del propietario y actúan en favor de sus intereses y no como un intermediario neutral. "Hay que prohibir que repercutan sobre los inquilinos, independientemente de quien sea la propiedad", reclama el sindicato. "Esto lo podemos evitar, puede dejar de ser así si se incluye y se aprueba la Ley Estatal de vivienda", ha añadido Aragonés.