proyecto pionero

El Govern planta en Amposta la semilla de la nueva atención a los dependientes

Servicios sociales y CAP coordinados para atender pacientes crónicos en casa: Salut y Drets Socials quieren replicar en toda Catalunya el modelo de la capital del Montsià

Barcelona 25/11/2020 Acompañamos a Grey Escorcia , una trabajadora del Servicio de Atención a Domicilio (SAD) del Ayuntamiento de Barcelona que atiende a personas con dependencia que viven solas y que necesitan apoyo para tareas domésticas En la foto con Catalina Cobo FOTO de FERRAN NADEU

Barcelona 25/11/2020 Acompañamos a Grey Escorcia , una trabajadora del Servicio de Atención a Domicilio (SAD) del Ayuntamiento de Barcelona que atiende a personas con dependencia que viven solas y que necesitan apoyo para tareas domésticas En la foto con Catalina Cobo FOTO de FERRAN NADEU / FERRAN NADEU

Elisenda Colell

Elisenda Colell

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"Estamos convencidos de que la forma en la que trabajamos aquí está evitando visitas a urgencias, al hospital y reingresos de nuestros pacientes", sostiene Núria Brunet, enfermera del Centro de Atención Primaria (CAP) de Amposta y gestora de casos de pacientes complejos y enfermedades crónicas avanzadas.

Hace nueve años que Brunet trabaja codo con codo con Mercè Príncep, trabajadora social del Ayuntamiento de Amposta. "Si no cuidamos a los cuidadores, en vez de tener un paciente tendremos dos", ha dicho Príncep este miércoles en rueda de prensa ante los 'consellers' de Drets Socials, Carles Campuzano, y de Salut, Manel Balcells. Ambos se han trasladado hasta la ciudad de les Terres de l'Ebre para presentar la semilla del nuevo modelo de atención social y sanitaria en Catalunya. "Hemos decidido empezar el despliege efectivo de este modelo en Amposta porque aquí ya existe una experiencia ejemplar", ha explicado Balsells.

El acto ha servido para dar el pistoletazo de salida al proyecto de la atención integrada sociosanitaria, que a lo largo de este año se va a implantar en siete territorios distintos: Prat de Llobregat, Barcelona, Manresa, Osona, Garrotxa, Ripollès y Gironès. En cuanto se vea y se estudie su desarrollo, se va ir aplicando a toda la geografía catalana a través de una agencia propia.

Para entender cómo funcionará el proyecto es esencial entender cómo se trabaja hoy en Amposta, un proyecto que nació desde la voluntad de los profesionales que trabajan con los mayores dependientes. "Fue en 2014. Nos dimos cuenta que estábamos trabajando de forma separada, duplicando información y no nos conocíamos. Íbamos a los domicilios de los enfermos y nos decían 'la semana pasada nos hicieron las mismas preguntas'. Ahí reflexionamos: no estábamos haciendo bien nuestro trabajo, no dábamos una atención de calidad y estábamos desperdiciando recursos", relata Brunet.

Visitas conjuntas

Desde entonces los profesionales decidieron ir a visitar juntos a sus pacientes. "Vemos las necesidades sociales y de salud dentro de casa, valoramos conjuntamente los casos, buscamos los recursos más adecuados...", sigue Brunet. Ella ahora es 'coordinadora de casos'. Es decir, se encarga de gestionar el millar de enfermos crónicos (la mayoría dementes de la tercera edad). Eso significa conectar a los distintos profesionales, conocer al dedillo el estado de los pacientes, ir a visitarlos al hospital si deben ingresar y pactar con el centro hospitalario los traslados a casa. "A veces hemos pedido al hospital que alargaran el ingreso para que los servicios que los enfermos iban a necesitar al volver a casa tras recibir el alta estuvieran activados", sigue. Habla, por ejemplo, de disponer de un trabajador del servicio público de cuidados a domicilio, el SAD.

Intercambio de expedientes

Pero uno de los elementos clave de la atención social y sanitaria integrada es una aplicación que usan los trabajadores de este servicio. Se llama Salut + Social y sirve para intercambiar expedientes e informes desde los servicios sociales al CAP y viceversa. "Nos sirve de puente y nos permite una comunicación fluida y confidencial para comentar la situación de las personas", detalla.

Una medida de coordinación que el 'conseller' Balcells ha puesto como ejemplo, augurando que el modelo se va a replicar en todos los centros sanitarios y servicios sociales de Catalunya. "Esta aplicación es la semilla de los sistemas complementarios que seguramente terminarán siendo obligatorios más o menos por todo el territorio, aunque la gobernanza no tiene porqué ser igual en todos ellos", ha seguido el 'conseller' de Salut.

Cuidar a los cuidadores

Otra de las experiencias de éxito del modelo de Amposta es la Escuela de Cuidadores, un espacio donde las personas que cuidan a los dependientes se pueden reunir y hablar de sus problemáticas. El proyecto se inició en 2017 con el apoyo de la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzhéimer de Amposta. "Debemos evitar la sobrecarga del cuidador, darle los apoyos que necesita", sigue Brunet.

Esto no quita el trabajo que hacen los trabajadores sociales de los Centros de Atención Primaria. "En este proyecto no entran todos los pacientes con dependencia. Ellos también se encargan de colaborar con los servicios sociales, pero su labor es más de acompañamiento, de derivación", subraya Brunet.

El reto demográfico

¿Qué cambiará ahora en Amposta? La idea, según han expresado los 'consellers', es que el proyecto que ya existe en este territorio se amplíe y se evalúe. El Govern se ha comprometido a aportar un millón de euros a este territorio (y a todos en los que se va aplicar), que hasta ahora funcionaba con la buena fe de los profesionales y el apoyo del ayuntamiento.

La idea es que lleven muchos más casos (por ejemplo menores con discapacidad o casos de residencias), tengan más personal, y que esta forma de trabajar se extienda por todas las Terres de l'Ebre. "Es la política más relevante de ámbito social y sanitario que tiene el país y que tratamos de impulsar desde los años ochenta", ha explicado Campuzano, que ha avisado de que el envejecimiento de la población es el principal reto al que se enfrenta Catalunya en las próximas décadas. "En 2030, el 30% de los catalanes tendrán más de 65 años", ha advertido Campuzano.

Los profesionales, sin embargo, piden más recursos. "Reducir las listas de espera para las residencias, para los centros de día, para acceder a un cuidador público", enumera Brunet. Esta profesional también pide que estos empleados puedan trabajar más horas con los pacientes. "Ahora solo pueden estar una hora al día, y en fines de semana no hay nada... imagínate qué ocurre con los pacientes que no tienen a nadie que les cuide", se ha quejado Brunet.

El Servicio de Atención a Domicilio es una de las grandes piedras en el zapato de la 'conselleria' de Drets Socials. "Este año reduciremos a la mitad las listas de espera con los nuevos presupuestos", se ha comprometido el 'conseller' Campuzano.