Éxodo vacacional

Consejos para que tu hijo viaje seguro en el coche este verano

La mejor ubicación para los niños y las niñas es el asiento central de la parte trasera

Usar correctamente los sistemas de retención infantil evitaría el 75% de las muertes y el 90% de las lesiones graves

SEGURIDAD COCHE SILLA DE NIÑOS BEBES CINTURON

SEGURIDAD COCHE SILLA DE NIÑOS BEBES CINTURON / agencia

Olga Pereda

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El 1% de las personas que fallecieron en un siniestro de tráfico en 2020 eran menores de 14 años, según las estadísticas de la Dirección General de Tráfico (DGT). Puede parecer un porcentaje reducido. Y, efectivamente, lo es en términos matemáticos. Pero detrás de esa cifra se esconde un drama: 17 niños muertos. La mayoría (siete) eran peatones; otros seis viajaban en vehículos (dos de ellos iban en bicicleta y uno lo hacía en un ciclomotor) y los otros cuatro restantes iban conduciendo a pesar de no tener edad para poder hacerlo. 

Las lesiones infantiles que se producen en carretera son muy graves. Hasta los dos años, las más frecuentes son las de cuello, generadas por la fragilidad de la columna vertebral. Entre los 2 y los 4 años, las de cabeza porque las vértebras no son suficientemente fuertes. Y entre los 4 y los 10, las de abdomen dado el riesgo de sufrir hemorragias internas o lesiones abdominales. La DGT asegura que usar correctamente los sistemas de retención infantil (portabebés, sillitas o elevadores) puede llegar a evitar el 75% de las muertes y hasta un 90% de las lesiones graves.

No usar correctamente el sistema de retención infantil comporta una infracción grave: multa de 200 euros y retirada de cuatro puntos del carnet

La ley obliga a que todos los menores de edad, cuya altura sea igual o inferior a 1,35 metros, usen un sistema de retención infantil. Además, deben viajar en los asientos traseros salvo tres excepciones: que el coche no tenga asientos traseros o los tenga pero sea imposible poner un sistema de retención infantil o que las plazas traseras ya estén ocupadas por menores.

La realidad es que no todos los niños y niñas viajan seguros. El reciente informe ‘Seguridad vial infantil en el automóvil. ¿Viajan nuestros hijos siempre seguros?’, de la Fundación Mapfre, muestra que casi todos los padres son conscientes de la importancia de que los bebés (de 40 a 86 centímetros) viajen en portabebés mirando hacia atrás o capazos homologados. Pero a medida que el niño crece aumenta la percepción errónea que tienen muchos progenitores respecto al uso de las sillitas, ya sean sillas con respaldo o elevadores sin respaldo.

Hasta que el niño mide 1,35 metros es obligatorio que viaje sentado en una silla homologada (se llaman también elevadores con respaldo para la cabeza). La recomendación oficial es que siga viajando así hasta que su altura sea de 150 metros. El 41% de los encuestados en el informe de Mapfre piensan que el elevador con respaldo es recomendable (en lugar de obligatorio) hasta los 1,35 metros.

Las madres y los padres conductores también suspenden cuando se les pregunta cuál es el lugar más seguro para que viaje un niño. Solo el 38,8% ofrece la respuesta correcta: la posición central del asiento trasero, que es donde más protección existe en caso de impacto lateral y vuelco.

Ante la pregunta “¿protege más el elevador con respaldo que sin respaldo?”, el 87% de los progenitores la responde de manera incorrecta. Los técnicos de la Fundación Mapfre recuerdan que el elevador con respaldo -que se conoce habitualmente como sillita infantil- reduce el riesgo de daño en la cabeza y evita el contacto del menor con el lateral del vehículo.

A contramarcha

El informe destaca que las sillitas infantiles tienen que ser homologadas y estar bien instaladas (a ser posible con el sistema Isofix) y deben ir mirando hacia atrás, como mínimo, hasta que el menor tiene 4 años. Legalmente, los menores pueden viajar mirando hacia delante a partir de los 15 meses (o 10 kilos de peso) pero la recomendación de los técnicos de Mapfre es esperar hasta que cumplan los 4 años.

La última reforma legal de tráfico (aprobada en marzo de este año) pone el acento en la obligatoriedad de utilizar correctamente los sistemas de retención infantil. No hacerlo comporta una infracción grave: multa de 200 euros y retirada de cuatro puntos del carnet. Sin embargo, el informe de Mapfre recoge un dato escalofriante de la DGT. En el primer trimestre de 2021, los agentes detectaron solo en una semana a 192 niños y niñas viajando sin usar los sistemas de retención infantil. En abril de 2022 se repitió la campaña y el número de menores que no viajaban correctamente aumentó hasta los 280 solo en una semana.

La importancia de dar ejemplo

Los técnicos de la DGT insisten en que el ejemplo de los padres y las madres es vital. “Durante la infancia, gran parte del aprendizaje se adquiere de un modo observacional, lo que quiere decir que los niños imitarán la conducta y gestos de sus padres. No hay que olvidarse nunca de ponerse el cinturón, es obligatorio para todos”, recuerdan.

A pesar de que sigue siendo un drama que 17 niños mueran al año en carretera, la siniestralidad infantil ha bajado considerablemente desde la década de los 90. Concretamente, ha disminuido en un 90% (de 307 en 1990 a 32 a 2019).

Cuidado con los trayectos cortos

El éxodo vacacional no es el único momento en el que hay ser especialmente puntilloso con la seguridad vial infantil. La DGT recuerda a padres y madres que vigilen especialmente los trayectos cortos, dado que son donde hay un mayor número de siniestros y errores de colocación.

Jamás le dejes solo en un coche

Otra advertencia importantísima para los progenitores conductores es que jamás dejen a sus hijos solos en un coche. El doctor Valero Sebastián Barberán, miembro del comité de promoción de la salud de la Asociación Española de Pediatría (AEP), insiste en que no hay que hacerlo nunca, bajo ninguna circunstancia. “Aunque sea para hacer un recado de pocos minutos”, insiste.

Tanto la AEP como la Fundación Mapfre aseguran que que durante un día soleado con una temperatura exterior de unos 25 grados, en el interior de un coche se pueden superar los 40. Dejar bajadas un poco las ventanillas no ayuda precisamente. En esas circunstancias, un menor que permanezca solo en el coche durante 10 minutos seguidos tiene muchas posibilidades de sufrir un golpe de calor, que se manifiesta con mareos, vómitos, dolor de cabeza y taquicardia. “A diferencia de la insolación, en los golpes de calor la piel está seca y caliente”, recuerdan los pediatras.

Los menores de 5 años son los más vulnerables a los golpes de calor, algo que se debe, explican la AEP, a que su temperatura corporal se incrementa mucho más rápido que en un adulto y su sistema respiratorio se encuentra todavía en desarrollo. Para que el niño se recupere, los pediatras recomiendan tumbar al menor en un lugar fresco, aflojarle la ropa, ofrecerle agua y ponerle compresas frías. Después hay que trasladarle a un centro sanitarios para un chequeo.

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