La educación en Catalunya

La Academia Cultura de L'Hospitalet libra su penúltima batalla contra el cierre

Las familias se niegan a matricular a sus hijos en los barracones del Maria Miret ni en el Instituto Fontseré

Reclaman al Govern que modifique un decreto que permita la integración de la escuela en la red pública

Escuela Academia Cultura de L'Hospitalet, lucha contra el cierre

Escuela Academia Cultura de L'Hospitalet, lucha contra el cierre / RICARD CUGAT

Montse Baraza

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Las familias y profesores de la Academia Cultura de L'Hospitalet de Llobregat, un colegio concertado en el que estudian 319 alumnos de infantil, primaria y ESO, se resisten al cierre. Este jueves librarán en el Parlament una nueva batalla para conseguir que el Govern acepte la solución que les permitiría asegurar la continuidad del centro, integrado en la red de escuelas públicas. Esta solución, y así lo planteará En Comú Podem a través de una moción, pasa por modificar el decreto ley 10/2019 que regula la integración de escuelas a la red pública de la Generalitat. Una modificación que introduciría el supuesto de excepcionalidad por necesidades de escolarización, que se da en el caso de L'Hospitalet. De esta manera se respetaría el espíritu del decreto y se evitaría un eventual alud de peticiones de centros concertados para pasar a ser públicos, al tiempo que daría al Govern ese margen para atender casos excepcionales como el de L'Hospitalet.

Para todos los afectados, desde familias y profesores (estos a las puertas de quedar sin empleo), pasando por todos los partidos, con excepción de ERC, representados en el ayuntamiento de la segunda ciudad de Catalunya, esta sería la solución más fácil. Manel Pulido, de CCOO, explica que esto permitiría que la Academia Cultura pudiera seguir con su actividad en el actual edificio provisionalmente mientras se construye la escuela pública que está proyectada en el solar de la calle de Mas que ahora ocupan unos barracones.

El Departament d'Educació no lo ve así. Pese a que en mayo de 2021 el entonces 'conseller' Josep Bargalló aceptó una moratoria de un año para iniciar los trámites para incorporar la escuela a la red pública, el pasado diciembre un informe de Patrimonio --"que nadie ha visto", según apunta Pulido-- señaló que el edificio de la Academia Cultura no reunía las condiciones para pasar a ser escuela pública. Un informe técnico cifró en tres millones el coste de las obras para transformarlo, por lo que el Departament, ya con Josep Gonzàlez-Cambray al frente, descartó la integración y dio por inevitable el cierre. Familias y docentes coinciden en que no vale la pena invertir tres millones en un edificio viejo, pero insisten en que podrían continuar en el viejo hasta que estuviera construido el nuevo de la calle Mas.

La solución que plantea Educació es que los 60 niños de infantil y los 154 de primaria pasen a los barracones que el próximo septiembre dejan libres los alumnos de la escuela Ernest Lluch, que estrenarán finalmente edificio. En el solar que ocupan los barracones se debe construir la nueva escuela Maria Miret, pero el concejal de Educación de L'Hospitalet, David Quirós, ya avisa de que será imposible hacer las obras con los niños en los barracones.

Por lo que respecta a los 103 alumnos de secundaria, Educació los envía a más de un kilómetro de distancia, al Instituto Eduard Fontseré, un centro de alta complejidad para el que, según advierte Pulido, la incorporación de ese centenar de alumnos va a ser un problema; un problema de espacio que impedirá que pueda seguir atendiendo a su alumnado como hasta ahora. "Si este plan sigue adelante, los problemas los veremos el curso que viene", avisa Pulido.

Problemas en ciernes

Estos problemas u otros, porque, según explica Quirós, las familias de la Academia Cultura no quieren matricular a sus hijos ni en los barracones del Maria Miret ni el en Instituto Fontseré. "¿Qué hará entonces Educació? ¿Dónde matriculará a esos niños? ¿Obligará a las familias a escolarizar a sus hijos donde no quieren? ¿Mantendrá una escuela (la Maria Miret) sin alumnado?", se pregunta Quirós, que avanza que solo ha habido cinco preinscripciones para cursar P3 en el Maria Miret, donde, apunta, las familias que fueron a las puertas abiertas fueron recibidos por la directora de la escuela Ernest Lluch, pero no pudieron conocer ni el proyecto educativo del Maria Miret ni a su equipo directivo, porque aún no está contratado.

"Se trata de encontrar una solución política a un problema técnico. Modificar el decreto para posibilitar el traspaso del centro a la red pública y que el informe de Patrimoni no sea vinculante", argumenta Pulido, que recuerda que Educació no tuvo tantos problemas para incorporar a la red pública a la Escuela Projecte, un centro concertado de Sarrià "sin las necesidades de escolarización de L'Hospitalet", denuncia el dirigente sindical.

La responsable de Educación del PSC, la diputada Esther Niubó, le da la razón. "Modificar el decreto es posible si hay voluntad política, pero no parece que la haya", afirma. Los socialistas darán apoyo a la moción de los 'comuns' con un añadido: "instar a un acuerdo de gobierno para la integración inmediata de la Academia Cultura en el marco de esta tramitación legislativa". Las comunidad educativa de la Academia estará el jueves a las puertas del Parlament, cruzando los dedos y esperando que sí haya esa voluntad.

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