Informe anual

Salud mental, segregación y pobreza: los retos de la infancia en Catalunya

El Síndic de Greuges presenta en el Parlament un informe que vuelve a incidir en las enormes diferencias sociales que sufren los niños catalanes

Los trastornos de salud mental aumentan un 25% entre los menores de edad y hay más de 500 familias que necesitan una vivienda de forma urgente

Las escuelas infantiles públicas y privadas serán gratuitas para los niños de dos años

Las escuelas infantiles públicas y privadas serán gratuitas para los niños de dos años / El Periódico

Elisenda Colell

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Los derechos de la infancia no están garantizados en Catalunya. O no lo están en su totalidad. A pesar del aumento del presupuesto de la Generalitat en políticas de infancia, "no hay una mejora significativa", en palabras del Síndic de Greuges, Rafael Ribó, que este martes ha presentado en el Parlament el informe anual sobre los derechos de la infancia en Catalunya. La pobreza infantil crece, también lo hace la mala salud mental. Vuelven a preocupar la segregación escolar y el pésimo modelo de inclusión educativa. Nada nuevo, pero sin resolver otra vez.

En 2020, la Generalitat se gastó 6.329,71 millones de euros en políticas de infancia, la mayor inversión de la última década. Sin embargo, este dinero apenas ha servido para frenar las desigualdades y ofrecer igualdad de oportunidades a los niños y adolescentes que viven en Catalunya. Al revés. "La pandemia ha dificultado el acceso a derechos como la salud, la educación o el bienestar", ha sentenciado el Síndic.

El informe de Ribó se divide en cinco grandes aspectos. Y el primero que detalla es la pobreza. El 33,4% de los niños catalanes son pobres, una cifra jamás superada, ni durante el crack financiero de 2008. Si bien es cierto que hay 44.000 niños que viven en familias que cobran la renta garantizada de ciudadanía, resulta evidente que esta ayuda no llega a todos los hogares necesitados. Es por ello que el Síndic, en el informe, pide una ayuda de suficiencia para cada niño en Catalunya y más prestaciones sociales frente a la pobreza infantil.

Mala salud mental

De hecho, la pobreza de los niños es la piedra angular que está haciendo tambalear el resto de los derechos de la infancia. Por ejemplo el sanitario. Según los datos que arroja el informe, los usuarios de los servicios ambulatorios de salud mental infantil y juvenil se ha incrementado un 26%, se ha duplicado la probabilidad de sufrir un trastorno de salud mental, los intentos de suicidio también se han duplicado y los centros ambulatorios han detectado un 21% más casos de trastorno alimentario.

"Dada la falta de recursos suficientes, se tiende a priorizar la atención de los casos en fases más agudas, en detrimento de la prevención y la detección precoz, y en medicalizar y patologizar situaciones de malestar que podrían ser atendidas y trabajadas a medio y largo plazo con un trabajo terapéutico", critica el informe. De hecho, el Síndic señala que los niños que viven en familias con menos ingresos presentan "una evolución más negativa" que el resto.

Viviendas adecuadas

Otro derecho vulnerado es el de la vivienda. Según el Síndic la mesa de vivienda de emergencia de Catalunya tiene conocimiento de más de 597 familias con menores que esperan una vivienda social de emergencia. Sin embargo, aquí habría que contar las mesas similares de las cuatro capitales de provincia, y otros municipios metropolitanos. Y los que viven en pisos hacinados, en naves okupas o solares que no tienen esos derechos. En sus recomendaciones, la sindicatura insiste en garantizar viviendas de emergencia "en condiciones adecuadas", excluyendo pensiones o centros de acogida temporal.

Educación, para algunos

Gran parte del informe también está dedicado al derecho a la escolarización. El Síndic vuelve a insistir una vez más en el drama de la segregación escolar, que lastra a cientos de estudiantes por condicionantes sociales. Denuncia que el pacto contra la segregación escolar, firmado por el Govern, se está implementando con demora, y no se están desplegando los instrumentos previstos como el nuevo decreto de admisión ni se ha elaborado memoria económica.

También se dedica un buen espacio del texto a hablar del fallido intento de la escuela inclusiva, para aquellos alumnos con necesidades educativas especiales. Durante este año, y por falta de recursos en la escuela ordinaria, las familias que escolarizan a sus hijos en centros de educación especial ha aumentado un 14,3%. Otro drama escolar es el estancamiento de la tasa de abandono prematuro de los estudios, que sigue en el 17%, superior a la media española y europea.

El Síndic vuelve a insistir, además, en la falta de becas comedor en los institutos que hacen la jornada compactada, y que han eliminado los comedores escolares. Han comparado los alumnos que tenían beca comedor en sexto de primaria con los que la tienen en cuanto llegan a primero de la ESO. Tres cuartas partes la han perdido en cuanto llegan a la secundaria.

Finalmente, el Síndic detecta una cierta dejadez de funciones en cuanto a la violencia que sufren los menores, especialmente en el ámbito escolar. En el informe, dicen tener constancia de un relativo aumento de agresiones contra niños por su orientación sexual o identidad sexual, así como su origen, pero en la mayoría de casos no se activan los protocolos para atajarlo. Además, suben las agresiones sexuales contra los menores y ya representan cerca de la mitad del total de casos denunciados, al menos durante el primer trimestre de 2021.