Fenómeno viral

Halloween dispara la fiebre por 'El juego del calamar'

Los monos rojos de la serie de Netflix son uno de los disfraces más demandados, así como el de 'La Casa de Papel'

Trabajadora de Party Fiesta muestra un disfraz de La Casa de Papel.

Trabajadora de Party Fiesta muestra un disfraz de La Casa de Papel. / RAFA VÁZQUEZ

Cristina Prieto

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El mono rojo vuelve a ser el disfraz del año. Tanto por Carnaval como, en estas fechas, por Halloween, este atuendo será la estrella indiscutible en todo el mundo, el más demandado por jóvenes –y no tan jóvenes– para las fiestas que se harán a lo largo de la próxima semana de cara al puente de Todos los Santos, y Pontevedra no iba a ser menos, hasta el punto de que se están agotando en toda la ciudad.

Como suele suceder, el origen de esta fiebre es la televisión. Si en los últimos años los monos rojos fueron los líderes indiscutibles de los disfraces por la serie 'La Casa de Papel', desde hace unas semanas lo son por otra serie: 'El juego del calamar'. Las dos producciones tienen muchas cosas en común, empezando por la popularidad que alcanzaron con millones de reproducciones a través de la plataforma Netflix y acabando por el vestuario de sus personajes. En la ficción española, los miembros de la banda de 'El Profesor' visten mono rojo y caretas de Dalí, mientras que en la coreana, los vigilantes del juego llevan también mono rojo y caretas negras con tres símbolos diferentes: un círculo, un cuadrado o un triángulo.

Un abrigo y una máscara

Ante la creciente demanda y la falta de stock en la mayoría de las tiendas especializadas, los fans de estas series han optado por reciclar el mono rojo de 'La Casa de Papel' y adquirir solamente la careta de 'El juego del calamar' para seguir a la moda este año. Pero además, en la ficción coreana hay otros dos posibles disfraces: el del líder, que consiste principalmente en un abrigo negro con capucha y una máscara también negra, y el chándal de color verde botella que utilizan los “jugadores”. Ambos están siendo muy demandados, sobre todo en grandes superficies. Además, en el caso del chándal verde, tiene que ir complementado con unas zapatillas blancas impolutas de la marca Vans, que también han visto cómo crecía su demanda a raíz del éxito de la serie, llegando a agotarse en muchas tiendas.

“Nos sorprendió mucho que la gente nos pidiera sobre todo el disfraz de 'El juego del calamar'. Por ahora no tenemos disponible la careta, pero muchos clientes compran el mono rojo de 'La Casa de Papel' y nos cuentan que se fabrican la careta en casa, con goma eva”, explican desde la tienda Party Fiesta, en Benito Corbal, especializada en todo tipo de elementos para fiestas y celebraciones.

Falta de stock

El principal problema, como sucede también en otros sectores, es con algunos proveedores. Ya sea por el Brexit, como por el covid, los cierres de algunas fábricas o la crisis que hay desde hace meses con algunos materiales, como el plástico, en algunas de las tiendas de la ciudad que comercializan elementos y disfraces para fiestas están notando la falta de stock, especialmente en todo lo relacionado con la fiebre de 'El juego del calamar'. Aunque la ficción coreana está recomendada para mayores de 16 años y la mayoría de los menores de esa edad realmente no han visto la serie, su popularidad a través de las redes sociales ha hecho que todo el mundo hable de ella y que los jóvenes quieran vestirse como los protagonistas y realizar algunos de los juegos infantiles que se ven en ella, pero sin el fatal desenlace, por supuesto.

“La Casa de Papel sigue siendo de lo más demandado, aunque 'El juego del calamar sea la moda”, apuntan desde Party Fiesta, donde también señalan que muchos clientes siguen optando por clásicos como vampiros, brujas o esqueletos para disfrazarse este Samaín, así como el de Harley Quinn.

Fáciles de cambiar

Calabazas, arañas o murciélagos son los disfraces más demandados este Halloween para los más pequeños. Tal y como apuntan desde Party Fiesta, se buscan sobre todo trajes que sean fáciles de cambiar, incluso solo partes de arriba, sin pantalones. “Después del año difícil que pasamos por la pandemia, ahora desde los colegios parece que están animando mucho a los niños a que se disfracen y a que disfruten de la fiesta. Notamos mucha demanda para niños pequeños”, comentan en el establecimiento.

Pero no solo los más pequeños tienen ganas de fiesta, sino que los adultos están mostrando un gran interés tanto por los disfraces como por diferentes elementos de decoración en las últimas semanas.

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