Faltan enfermeras

Salut empezará a vacunar también los festivos ante el retraso acumulado

La subdirectora general de Promoción de la Salut de la Generalitat, Carmen Cabezas, reconoce un "exceso de optimismo" en los plazos de administración de las dosis.

Considera que uno de los problemas es la escasez de personal de enfermería en el mercado, por lo que el Govern debe pagar jornadas complementarias.

Alba Vergés y Carmen Cabezas con las vacunas contra el coronavirus.

Alba Vergés y Carmen Cabezas con las vacunas contra el coronavirus.

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Hay vacuna, hay dosis disponibles, pero faltan elementos en la cadena que retrasan la operación de vacunación 'Warp Speed' (denominada así en Estados Unidos por asociarse a la 'Velocidad de la Luz') a la catalana. Hay luz, pero no velocidad. La falta de personal de enfermería que pueda administrar las dosis de la vacuna contra el coronavirus es uno de los motivos principales por los que el Departament de Salut de la Generalitat de Catalunya no puede alcanzar el ritmo de vacunación deseado. Así lo ha manifestado en una entrevista a TV3, Carmen Canezas, subdirectora general de Promoció de la Salut de la Generalitat, quien ha desvelado que a partir de ahora vacunarán todos los días de la semana, incluyendo los festivos, para alcanzar el ritmo idóneo.

Cabezas considera que "a lo mejor fuimos demasiado optimistas en el término de tiempo, no consideramos esta semana de preparación". Desde la Generalitat reconocen que sí estaban preparados, pero que se encontraron con el escollo de que "no hay enfermeras en el mercado para poder contratar", por lo que tienen que pagar jornadas complementarias. Además, con la intención de vacunar todos los días, hará falta más personal sanitario.

También ha destacado que el hecho de que la agencia del medicamento europea avanzara la aprobación de la vacuna de Pfizer al 21 de diciembre, provocó que las previsiones de empezar a vacunar la semana del 4 de enero no sirvieran, y eso obligara a acelerar los plazos. Hasta hoy en Catalunya solo 7.774 personas se han vacunado, de las 60.000 que estaban previstas. Un 12,96%.

A estas alturas, la Generalitat contaba con tener vacunadas en dos semanas a las 104.000 personas que viven y trabajan en las 1.408 residencias de la comunidad.

Datos en aumento

Mientras, la pandemia no da tregua en Catalunya: el riesgo de rebrote, que mide el potencial de crecimiento del coronavirus, ha experimentado un aumento de 54 puntos en una sola jornada, situándose en 422, y la velocidad de propagación (Rt) de la COVID-19 alcanza ya el 1,1.

Con más de 1.480 nuevos contagios y 45 fallecimientos en las últimas 24 horas, la situación en los hospitales también es alarmante, con 81 nuevos ingresos, hasta un total de 1.940, y 12 pacientes más en las ucis, en las que ya hay 385 enfermos. Desde el inicio de la pandemia, en marzo de este 2020, Cataluña ha registrado 405.124 infectados de COVID y 17.191 fallecimientos.

Entre las explicaciones para el retraso, Salut aduce el hecho de que muchas neveras para transportar las vacunas quedaron atrapadas en el túnel de Calais durante el cierre fronterizo con el Reino Unido. Son las neveras que la farmacéutica Pfizer pide que se utilicen para mantener en buen estado las dosis de la vacuna y que sirven para repartirlas a todos los centros de vacunación. 

A ello se suman otra cuestiones, como el hecho de que los equipos de vacunación no han estado plenamente operativos estos días, en parte por coincidir en fechas navideñas, o que en muchos casos se necesite el consentimiento de los familiares para vacunar a la gente mayor que vive en residencias. El día 1 de enero, por ejemplo, en Catalunya solo se vacunó a dos personas.

Tres años a este paso

Ante esta situación, los expertos sanitarios urgen a la Generalitat a acelerar la campaña de vacunación. Àlex Arenas, profesor de física computacional de la Universidad Rovira i Virgili (URV) de Tarragona, asegura que la actual estrategia "es muy lenta" y que si se administran 60.000 vacunas semanales se tardarían 3 años en poner las dos dosis de la vacuna de Pfizer a 5 millones de personas en Catalunya. "Podríamos adquirir muchas vacunas de Oxford-AstraZeneca y apretar el acelerador", sostiene el científico.

El experto en estadística Gerard Giménez i Adsuar considera que "no se puede tolerar" que Cataluña avance a un ritmo tan lento de vacunación: "Tenemos que vacunar como si nos fuera la vida, porque nos va", asegura en Twitter. También el infectólogo Robert Güerri se ha mostrado crítico con la gestión de las vacunas, tanto la del Gobierno central como la del catalán, y ha pronosticado que los errores en esa planificación se plasmarán en dos oleadas más de la epidemia.

"Si no tenemos claro que hemos de vacunar, y que tenemos que hacerlo de forma masiva y lo más rápido y contundente posible, tendremos una tercera ola, que será muy dura, en dos o tres semanas. Y si no actuamos rápido, también una cuarta y una quinta", ha declarado.