Residencias
Una doctora confirma en la Asamblea de Madrid el protocolo para no derivar ancianos al hospital
La sanitaria que en una llamada difundida por EL PERIÓDICO confesó que no podía ingresar a una residente ratifica en sede parlamentaria la existencia del triaje
La encargada de medicalizar las residencias en Madrid admite que no tenía contrato y que su empresa no dispone del personal necesario
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Audio de la llamada en la que se comunica a Ramona Carvajal que su madre no puede ser ingresada en el hospital. / periodico
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El Periódico
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Mirthaines Castro, la doctora de una residencia al sur de Madrid que en una llamada telefónica difundida por EL PERIÓDICO reconoció que no podía derivar a una anciana agonizante al hospital porque había un protocolo de triaje, ha confirmado este viernes en la Asamblea de Madrid la existencia de dicha orden para priorizar a los enfermos con menos patologías, debido el colapso que sufrieron las unidades de cuidados intensivos (ucis) en la región durante el primer azote de la pandemia.
“Me dijeron [en el hospital de Parla, al que pertenecía la residencia ella donde trabajaba] que derivara al que tuviera fiebre, síntomas respiratorios, pudiera andar, que tuviera una dependencia leve o moderada y sin comorbilidad avanzada”, ha explicado en la comisión de investigación destinada a arrojar luz sobre lo que sucedió en las residencias de mayores de la Comunidad de Madrid de marzo a julio, cuando se calculan que fallecieron casi 6.000 ancianos infectados de covid.
En la llamada desvelada por este diario y que sirvió para demostrar que existía dicho protocolo, Castro explicó a Ramona Carvajal que no podía derivar a su madre, que falleció 17 días después, a un centro hospitalario porque “no tenía criterios de derivación”, unas pautas que en la conversación tachó de “ilógicas” dado que la mayoría de ancianos en residencias tienen enfermedades asociadas como hipertensión o diabetes. Este protocolo provocó que muchos mayores murieran sin recibir cuidados intensivos.
El colapso
La doctora Castro ha explicado hoy en la Asamblea que dada la orden de la Comunidad de Madrid, ella comunicó al centro sanitario de referencia que llevaría ella misma a los enfermos en su coche y “la respuesta del hospital fue que estarían dos días sentados en una silla y no serían atendidos porque estaban colapsados”. “Entonces, seguí el protocolo y llamando, llamando y llamando”, ha señalado, además de confesar que se sintió “abandonada” por las administraciones, “agobiada, triste y con sentimientos de impotencia”.
El Consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, reconoció en junio que se envió a los centros sociosanitarios el protocolo de no derivación pero señaló que se hizo por “error” y que sólo era un “borrador”.
Asimismo, la doctora Castro ha ratificado que durante la primera ola no tuvieron test PCR para confirmar la infección por covid y la dificultad de reacción en aquellos días, dado que muchos ancianos sufrían convulsiones o hipoglucemia que no se sabía que eran provocados por el coronavirus.
La ‘operación bicho’
Previamente, ha comparecido en la comisión de investigación la persona a la que la Comunidad de Madrid encargó medicalizar las residencias ante la imposibilidad de atender a todos los ancianos en los hospitales, Encarnación Burgueño. La también directora de la empresa Cardio Líder, ha explicado que la situación en los geriátricos era dantesca: "Tuvimos que firmar certificados de defunción porque hubo residencias donde había fallecidos de dos y tres días antes sin certificar", ha señalado, además de contar que en algunos centros había personal que dormía en el suelo y otros donde hacía 10 días que no llegaba un médico.
Burgueño ha reconocido que su empresa no tenía empleados para medicalizar las residencias, que es autónoma con un título de “auxiliar de enfermería” y que trabajó sin contrato, por lo que la Comunidad de Madrid nunca le ha pagado. Su trabajo se desarrolló durante 12 días, del 26 de marzo al 6 de abril, hasta que ‘El País’ desveló que Isabel Díaz Ayuso había encargado a la hija del ideólogo de la privatización de la sanidad madrileña, Antonio Burgueño, rescatar a las residencias, pese a su escasa experiencia y la falta de personal de su empresa.
Las órdenes
‘El País’ desvela este viernes cuatro audios donde se muestra que Burgueño recibía órdenes de un alto cargo de la Comunidad y que ella pensaba que le iba a servir para hacer negocio: “Nos vamos a hacer los reyes y amos de la gestión sociosantiaria”, señaló en un grupo de WhatsApp donde denominó al fallido plan ‘operación bicho’.
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