JUICIO POR EL 'CRIMEN DE LA URBANA'

La defensa de Rosa Peral: "Se juzga el pecado y no el delito"

Rosa Peral,  acusada por el crimen de la Urbana, en el banquillo, este jueves.

Rosa Peral, acusada por el crimen de la Urbana, en el banquillo, este jueves. / periodico

J. G. Albalat

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La abogada Olga Arderiu, defensa de la guardia urbana de Barcelona Rosa Peral, acusada del asesinato de su novio Pedro R. junto su amante y también agente Albert López, criticó este martes, en la recta final del juicio por el denominado 'crimen de la Urbana', que se tache a su clienta de "viuda negra" y se hayan aireado sus infidelidades: "Se juzga el pecado y no el delito". La abogada dio el resto para convencer al jugado de la incocendia de su clienta, pero, esta vez, no lanzando sospechas sobre el otro acusado y alertado de un posible debate moral en que se está cayendo.

La procesada no pudo seguir el informe desde la sala donde se celebra la vista a puerta cerrada porque tenía tos y "molestias" y lo hizo a través de una videoconferencia desde otra estancia en el mismo Palacio de Justicia de Barcelona. En su turno de última palabra aseguró: “Espero que realmente el asesino que lo hizo lo pague y que no hagan una injusticia, yo no tenía ningún motivo para hacer nada que Pedro, por mi parte era la única persona que tenía al lado y que me quería" 

La letrada clamó contra la "sociedad machista" que juzga a Rosa. "Pueden ver la de horas que hemos dedicado a construir un personaje, una viuda negra para que planificase la muerte de su pareja. Lo basan en el pecado y no en el delito, porque del delito no hay pruebas", subrayó en su alegato ante el jurado popular, al que recordó el tiempo dedicado a ver si la procesada "había solapado relaciones sentimentales".

Por eso, recalcó que a pesar de tanto su representada como Albert "están acusados por lo mismo", el juicio ha girado alrededor de su defendida, a la que se ha tachado de "mala sin piedad" e incluso de "Rey Midas al contrario", porque "en lugar de convertir en oro todo lo que toca, lo convierte en terrible". En su declaración, Rosa apuntó directamente al otro acusado, Albert, como es posible autor de la muerte de Pedro R., Declaró que en la noche en que se produjo en crimen el también policía municipal saltó la valla de su casa y que, tras oír unos golpes, lo vio con un hacha en la mano y manchado de sangre.

Linchamiento a la acusada

"Seguimos en una sociedad machista y esto pesa (...). Si el hecho hubiera sido a la inversa y Albert hubiera solapado tres relaciones, no se le hubiese linchado de la misma forma", aseguró Arderiu, según Efe. Y rememoró: "A todos los testigos que decían algo que rompía la tesis de las acusaciones, o bien se les ha preguntado habían mantenido relaciones sexuales con Rosa o si tenían interés, si habían sido amenazados por ella, o bien se ha solicitado la deducción por falso testimonio".

La defensora cuestionó así la "demonización" de "la mayoría de testigos" cuya declaración "no cuadra" con el parecer de fiscalía o "podía beneficiar a Rosa" e incidió que el "mal gratuito" al que apuntó el fiscal, "por suerte, es muy excepcional" y "no es en absoluto el caso de Rosa".

Insistió que "Pedro era el único que la apoyaba" y, precisamente por ello, es "también el único al que apreciaba y al último al que planearía matar": "Rosa no tenía ningún móvil y el que dicen de amor eterno  (hacia su amange) y la gran prueba que hubiese sido el asesinato de Pedro parece sacado de una de las peores telenovelas", aseveró. Lamentó también que se haya tratado de dar "un salto cualitativo" al deducir que si Rosa era capaz de mantener "relaciones paralelas y mentir" también podía elaborar un plan y "matar"."¡Es darle tantas vueltas y rizar tanto el rizo!", exclamó.

Por ello, apeló al "sentido común, instó  a "no ver fantasmas donde no los hay" y pidió poner fin a "la caza de brujas", antes de advertir al jurado del "peligro" de condenar a alguien sin pruebas. "Cuidado con las deducciones, que son muy peligrosas y se puede incurrir en una injusticia muy terrible que puede afectar muchísimo la vida de las personas afectadas y también a las hijas y la familia de la señora Peral".

"Trementamente avergonzado"

El otro acusado, Albert López, aseguró en su turno de última palabra  que está "tremendamente avergonzado" por haber encubierto el crimen: "Mi culpa fue ser un tonto del bote". Con estas palabras, en alusión al mote con el que Rosa lo bautizó,enfatizó que no tuvo "nada que ver" con la muerte de la víctima, que fue hallada en el maletero de un coche en el pantano de Foix en mayo de 2017. "Ese nombre que tanto se ha repetido es la clave de por qué estoy aquí. Estoy aquí ni más ni menos que por tonto del bote", reiteró  tras pedir disculpas a la familia de la víctima, a quien ha trasladado su pésame.

Antes de sus palabras, su abogado, José Luis Bravo, indicó que no existe ninguna prueba que incrimine a su cliente: "No es ningún asesino y no se ha probado que lo sea". Durante su informe final, el letrado sostuvo que el "factor fundamental para defender la inocencia" de Albert "es la declaración de Rosa", a la que sereferió como "absurda" para recordar que incluso el jefe de homicidios de los Mossos aseveró que no descartaba que Pedro hubiera fallecido antes de la llegada del policía perocesado  a la escena del crimen.

"Si quieren conocer el significado de la palabra absurdo, no vayan al diccionario o a la wikipedia, vayan a la declaración de Rosa", afirmó. Y agregó:  "Si los investigadores principales ya tienen dudas de cuándo ocurrieron los hechos, yo podría acabar mi informe ahora mismo". Bravo criticó de este modo a las acusaciones y al fiscal por haber "mareado la perdiz" con tesis "no presentables" y con adjetivos que, en su opinión, "exceden un poco los argumentos jurídicos y entran en el insulto".

Ni machista, ni macho alfa

Por ello, insistió en que Albert "ni es un machista, ni un macho alfa, ni viene del pleistoceno, sino que ha llevado una vida absolutamente honrada en libertad y no tiene nada que ver con esa imagen que el fiscal quiere proyectar de él" frente a una Rosa que ha tachado de "fría, calculadora y casi sin sentimientos". Concretó, además, de que el procesado no estaba "obsesionado" con Rosa sino que fue ésta la que lo sometió a un "acoso antes y después de los hechos" los cuales, según Bravo, se produjeron debido a una pelea doméstica.

"Estoy seguro de que Rosa no quiso matarlo, probablemente fue un arrebato porque estaba recibiendo malos tratos. Probablemente fue una discusión provocada por algo externo, estoy seguro de que aquí no hay planificación de clase alguna", afirmó para destacar que las acusaciones "recurren" a la premeditación "porque no saben cómo integrar a Albert en toda esta historia". El abogado reiteró que Alberts sólo está acusado "por una única razón: no supo decir que no", lo que le llevó a "comprar gasolina, acompañar a Rosa, quemar el vehículo y fingir llamadas". Por todo ello, ha recalcó que el procesado está "avergonzado por esa conducta, que ni siquiera entiende ni sabe por qué consintió" y pidió que sólo se lo condene por un delito de encubrimiento.