Cigarrillos falsificados

China, Barcelona y Londres: la ruta del contrabando de tabaco

Grabamos la incautación de tabaco de contrabando en el aeropuerto de El Prat

Grabamos la incautación de tabaco de contrabando en el aeropuerto de El Prat / periodico

Guillem Sànchez

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El servicio de Vigilancia Aduanera de Catalunya intervino hace un par de semanas un cargamento con cuarenta hornos que ocultaban 3.000 cartones de tabaco falsificado. Se trataba de mercancía fabricada en China y que aterrizó en el Aeropuerto de El Prat con la intención de seguir por carretera, ya dentro del espacio Schengen, hasta su destino final: Reino Unido. No es un hecho aislado. El puerto y el aeropuerto de Barcelona son desde hace años una puerta de entrada del tabaco de contrabandoCarlos Gavilanes, jefe del servicio aduanero, que da por "finalizada" la investigación de este grupo que escondía tabaco en hornos, explica que en Catalunya hay cuatro organizaciones que se ganan la vida traficando con paquetes de tabaco.

Tal vez no sea un negocio tan lucrativo como el de la marihuana, que actualmente ha proliferado en Catalunya hasta convertirla en la huerta europea del cannabis. Pero da dinero. En España un paquete de tabaco cuesta unos 5 euros y el 90% de ese importe son impuestos estatales. El tabaco de contrabando no se declara en la aduana y, en consecuencia, no paga impuestos. Es decir, los traficantes, que además han adquirido los cigarrillos en fábricas del sudeste asiático, obtienen cada paquete a un precio irrisorio. Lo único que que les cuesta dinero es el transporte hasta Barcelona. Pero si se tiene en cuenta que en el mercado negro del Reino Unido cada una de esos paquetes, a menudo de marcas como Lambert&Butler, Sovereign o Super Kong, puede llegar a venderse por 11 euros, el margen de ganancias que pueden lograr al completar una transacción de un cargamento como el intervenido esta semana es grande.

El Brexit cierra la ventana

Cuando cristalice el Brexit y el Reino Unido deje de formar parte del espacio Schengen, el comercio legal no será el único perjudicado. Para los contrabandistas catalanes también se cerrará una ventana de negocio importante. "¿Qué sentido tendrá meter el tabaco por Barcelona si al llegar al Reino Unido deberá pasar otra aduana?", evidencia Gavilanes. El servicio aduanero sospecha que el hecho de que últimamente una cifra nada desdeñable del tabaco de contrabando acabe en Inglaterra podría deberse a que las organizaciones catalanas están apurando los últimos días de la ruta comercial que morirá en cuanto Londres firme el Brexit.

Grupos estables

Las cuatro organizaciones de contrabandistas catalanas conforman entramados "estables", explica Gavilanes. No solo dominan la exigente burocracia que comporta introducir mercancía internacional en el espacio Schengen. "Para meter tabaco de contrabando sorteando la aduana hay que tener conocimientos y contactos. Y ellos los tienen", explica José Ramon Campos, de la Guardia Civil.

El año pasado en el puerto se detectaron una decena de contenedores que habían declarado que contenían mercancía regular pero, en realidad, transportaban tabaco del sudeste asiático. Casi siempre usan este sistema para enmascarar el tráfico de cigarrillos. Para cubrirse las espaldas, además, sustraen los datos fiscales de empresas reales –que desconocen que están haciendo negocios con su nombre–, subrayan Gavilanes y Campos, y después acostumbran a untar a un transportista que no deja el cargamento en el destino declarado si no en manos de los contrabandistas.

Los clanes del tabaco en Catalunya no viven en Barcelona, sino que residen en pueblos de la corona metropolitana. O incluso más lejos de la capital catalana, aclara Gavilanes. "Aparentan llevar una vida normal con trabajos legales. Pero en realidad usan estas supuestas ocupaciones para blanquear el dinero que ingresan con los cigarrillos y ocultar que realmente se ganan la vida con el contrabando", relata. Hace mucho tiempo que se dedican a este negocio y tienen contactos tanto en China como Vietnam para comprar el tabaco. También los tienen con clientes en España, o en el resto de Europa –sobre todo en el Reino Unido–, para completar la transacción.

Tabaco falsificado

El tabaco falsificado, como el procedente del sudeste asiático, es aquel que se fabrica plagiando el envase. A primera vista, el fumador podría no notarlo, porque la réplica es profesional. Sin embargo, no tiene la pegatina azul en el dorso que certifica el pago de impuestos al Estado. Al no tenerla, las autoridades españolas no han podido controlar su producción y es un tabaco que no ha pasado ningún tipo de control sanitario.

El contrabando de tabaco por puerto y aeropuerto, que descendió tímidamente durante los últimos meses, ha vuelto a repuntar. La hipótesis que manejan en la Agencia Tributaria es que ese parón guarda relación con el tiempo que estuvo en funcionamiento la fábrica ilegal de Constantí. El pasado mes de abril, se descubrió que en esta población tarraconense una organización de origen búlgaro había escondido una factoría clandestina de tabaco dentro de tres naves industriales del polígono del municipio tarraconense.

"Las tres naves estaban unidas y en su interior habían montado una fábrica, cuyas paredes estaban aisladas por espuma para anular el ruido de las máquinas, e introducían a los trabajadores -explotados- en el interior de camiones de mercancías. A los quince días, cambiaban la mano de obra", explica Gavilanes. Dentro de esa fábrica, había habitaciones, cocina y baños para que los trabajadores no tuvieran necesidad de salir al exterior en ningún momento. Incluso se habían equipado con generadores para que Endesa no se percatara del elevado consumo eléctrico que requería la maquinara y que hubiera indicado que en el interior de aquellas naves estaba ocurriendo algo no declarado.